El Halcón Dorado |GoT|

3. Un joven curioso

Su primer desayuno en Invernalia.

Últimamente Artys sufría muchas primeras veces, que en realidad no eran "primeras veces" dentro del significado estricto de la palabra...en realidad no lograba entender como aquella estúpida reflexión había llegado a él, pero le hacía gracia.

En más de una ocasión su mente volaba y volaba, y justo cuando parecía que no iba a regresar... ¡zas! Algo sucedía y se veía obligado a volver a la realidad.

En esta ocasión aquello que lo hizo volver, fue Robb.

– ¡Artys! –le gritó desde la puerta su primo. – ¿Vienes o no?

– ¡Si! –contestó para acabar de ponerse la bota y salir de su habitación. Ya fuera ambos se dirigieron hacía el comedor.

– ¿En qué pensabas? Te has quedado con la mirada perdida.

–Pues...pensaba hasta qué punto algo puede hacerse por primera vez. Decimos hacer una cosa, y en cuanto un pequeño detalle la cambia ya no es esa primera cosa, pero...en realidad si lo es, haces casi lo mismo. Es decir que en realidad será una cosa nueva parcial...o algo así...

–Piensas cosas muy raras...–dijo Robb arrugando las cejas. Artys únicamente asintió y encogió los hombros, lo que hizo sonreír a su primo. Ambos entraron al salón entre risas.

Lord y Lady Stark estaban sentados en la misma posición que la noche anterior, del mismo modo que Sansa, la única diferencia, era que el pequeño Bran descansaba sobre el regazo de su madre.

Artys tomó asiento, pero cuando Robb iba a hacer lo mismo fue adelantado por Arya, consiguiendo así sentarse al lado de Artys.

– ¡Arya! Ese es mi sitio.

–Pero...me lo dejas, ¿verdad? –Robb observó la carita que su hermana ponía, suspiró y se sentó al lado de Arya. Mientras ella sonreía como nunca y se acercaba a Artys.

– ¿Después me explicas más historias? – susurró al oído de él, quien simplemente asintió, provocando que la pequeña no parara de estar inquieta durante todo el desayuno.

– ¿Cómo has dormido Artys? –preguntó Ned.

–Muy bien, me dormí enseguida. –contestó, su tía con disimulo le guiño un ojo, convirtiéndose así en su complice.

–Me alegro, por cierto, Ser Corbray me dijo que te esperaba en el patio, que fueras al acabar el desayuno.

***

Artys llegó al patio de Invernalia, allí no estaba el caballero. Miró a su alrededor, pero no dio con él, hasta que levantó la vista y lo pudo distinguir en las murallas. Rápidamente se fue hacia una esquina del patio, desde allí empezó a escalar el muro. Cuando alcanzó la cima, Ser Corbray seguía con la mirada fija en horizonte, parecía no percatarse de su presencia. Artys se acercó lentamente.

– ¿Cuándo aprenderéis a usar las escaleras, mi joven Lord?

– ¿Escaleras? –preguntó acercándose al borde de la muralla, viendo así la caída que había desde esa posición, el Nido de Águilas era más alto...Acababa encontrar el defecto de Invernalia, el estúpido y único defecto que había hallado hasta el momento.

–Sí, consiste en un elemento de construcción para que las personas puedan ascender y descender de lugares con cierta altura.

–Suena bien.

–Si...–hubo un breve silencio. –Marcho hoy mismo. –la noticia fue como un cubo de agua fría lanzado durante un plácido sueño.

– ¿Tan pronto? Apenas llegamos ayer, deberíais quedaros un poco...