uno.

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01.

en medio de pasos acelerados la joven de cabellos azules logró entrar a su salón, ganando miradas de algunos de sus compañeros y una mirada seria de su profesor. La clase aún no empezaba pero estaba por hacerlo, un minuto faltaba para las siete treinta de la mañana soleada de aquel día.

cómo siempre se tiró sobre su banco y se sentó ahí acomodando su falda y asegurándose de que no se vea demás, estaba harta de los reportes por lo "corta" que era. Se sacó los audífonos y decidió prestar atención a la clase, no era una mala estudiante, al contrario era la mejor de su clase y encabezaba la lista de los mejores promedios de la institución.

mientras la de cabellos azules tomaba nota al otro lado tenían a Daniel, siempre despreocupado y paciente, no le importaba mucho lo que el profesor decía, por eso siempre se llevaba las materias.

"¡daniel tenés que subir esas notas!" Sonaba la voz de su madre en su mente, sabía que si no subía sus notas se tendría que despedir de su celular y aún peor, de los permisos para asistir al quinto escalón ¿y cómo iba a sobrevivir Daniel Ribba sin su preciada competencia? No se podría.

el timbre del receso inundó los oídos de los jóvenes estudiantes. Daniel junto sus amigos salieron rápidamente del salón para ir al kiosko a comprar algo para comer.

luego de comprar su desayuno decidieron sentarse a comer y hablar, un grupo de cuatro pibitos de dieciesiete años. Hablaban sobre el reciente fin de semana, donde se reían de Monzón por haberse puesto en pedo y decir millones de barbaridades por segundo.

— hay que ser boludo para ponerse en pedo frente a la que te gusta. —reía Oliva.

—sí pero al menos yo le hablo ¿vos cuando pensás hablarle a Valentina? —inquirió Monzón con una sonrisa socarrona, sabía que Valentín no tenía el valor de hablarle a la castaña.

—yo... —se iba a defender pero Ribba lo calló.

—sshh shh —dijo y todos se quedaron en silencio— ¡boludo se están peleando! —gritó. Siendo guiados por el oído y por el chisme corrieron hasta el patio principal para ver qué estaba ocurriendo.

había un círculo de personas que rodeaban la situación, aquel cuarteto logró escabullirse y llegar hasta al frente para ver qué ocurría. En medio de aquel tumulto de personas estaba la chica de hebras azules golpeando a Milagros.

ninguno entendía que había ocurrido y qué había orillado a la joven a golpear a Milagros y provocar tal show.

—¡repetí lo que dijiste en la fila del kiosko! —gritó la chica haciendo que Daniel abra sus ojos sorprendido— ¡hablá o es que acá no tenés los ovarios!

—¡sos una muerta de hambre! —le gritó Milagros. La de cabello azulado alzó su mano y abrió su palma para después impactar la mejilla de la rubia. Ribba hizo una mueca al escuchar lo fuerte que sonó aquella bofetada, aunque quizá Milagros lo merecía por forra, no le agradaba.

—¡suficiente! —apareció la directora y todos se hicieron a un lado— ¡Irina y Milagros ya mismo a mi oficina!

—sí, pero primero levante a Milagros de ahí. —respondió Irina para después pasar al lado de la principal y caminar hasta la oficina.






























después de mil pedidos acá esta la fic de Dani, ojalá y no me olvide de seguirla.

ojeras negras ; dani ribba. Where stories live. Discover now