Joan se sentía un poco deprimido, porque esta noche se estaba perdiendo una gran fiesta de Halloween que sus amigos estaban organizando.
Sus padres lo obligaron a cuidar a su hermano pequeño Lucas, mientras estaban fuera.
Simplemente pensó que era injusto que fuera el mismo día de la fiesta de Halloween y mas cuando el ya les había pedido permiso para poder asistir.
Sus amigos le enviaban fotos de la fiesta cada hora solo para que se sintiera aún peor, se veía muy divertido y había chicas lindas con disfraces diminutos.
"Dios, lo que estoy haciendo aquí, podría estar hablando con esas chicas".
Decidió que sería mejor apagar su teléfono e ignorar los mensajes. En cambio, eligió jugar algunos videojuegos.
Luego fue interrumpido por su hermano pequeño.
"Oye hermano, puedo jugar contigo, me siento aburrido".
Joan no quería que su hermano lo molestara, así que se le ocurrió algo para distraerlo.
"Claro, pero primero necesito que encuentres un controlador que perdí en mi habitación, ¿puedes ir allí y encontrarlo? De esa manera, ambos podemos jugar"
Su hermano pequeño asintió con la cabeza con entusiasmo y salió corriendo a la habitación.
Joan siguió jugando solo para olvidarse de la fiesta, pero no pudo, ya que sus pensamientos y las imágenes seguían volviendo a él.
"Hombre, ¿por qué tuvieron que escoger hoy para salir? Ojalá pasara algo, que me hiciera salir de aquí rápido". El pensó.
Lucas estaba en la habitación de su hermano buscando el controlador perdido. Debajo de la cama, en los cajones, en todas partes. No pudo encontrarlo.
Luego encontró algo que no sabía que estaba allí en primer lugar.
Una mochila negra muy pequeña con correas estaba escondida debajo de la esquina de la cama de su hermano.
Lo sacó y lo abrió un poco.
No pudo encontrar el controlador, pero luego encontró algo que lo hizo sentir un poco mejor.
Encontró lo que parece ser una pequeña pistola de juguete.
"Wow" "Ahora veo por qué Joan estaba escondiendo estas cosas debajo de su cama, no quería que las encontrara y jugara con ellas". "Lástima que yo sea el que se quede con esto ahora", "él será el que lo busque".
Agarró el arma con alegría y se puso la mochila, encajando perfectamente en él.
Estaba a punto de salir de la habitación para sorprender a Joan con la pistola de plástico que encontró.
Hasta que un golpe repentino salió del arma haciendo que Lucas se detuviera.
Y provocando que su cuerpo se congelara.
"¿Qué está pasando? No puedo moverme", dijo desesperado.
La puerta se cerró sola, sorprendiendo a Lucas en ese momento. No sabía lo que estaba pasando.
"Sé que es Halloween Joan, pero qué tipo de truco es este, por qué estoy inmóvil".
Miró a su alrededor y no había nadie más, solo él y la habitación.
Sintió que su cuerpo temblaba sin siquiera moverlo, ¡se movía solo !.
De repente, todo su cuerpo se estiró y lo hizo crecer unos centímetros más a medida que pasaba cada segundo. Su ropa se hacía más ajustada y más pequeña al mismo tiempo.
Sus ahora largas piernas rasgaron sus pantalones mientras se alejaban de él, dejándolo con solo sus bóxers marrones, apretados contra su voluntad.
La camiseta deportiva gris que llevaba se acortó a medida que su cuerpo se expandía, dejando al descubierto su abdomen.
El pequeño vello de su cuerpo se cayó, y su piel se volvió suave y de aspecto limpio, palideciendo en el momento en que la vio.
Sus brazos y piernas ensanchados se volvían más hinchados y flexibles a medida que la grasa comenzaba a esparcirse sobre ellos.
sus dedos se hicieron más largos y delicados a medida que crujían, con uñas afiladas y largas.
