❏;-SIᑎGᒪᕮ ᑕᕼᗩᑭTᕮᖇ.

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"El culto a la vida, si de verdad es profundo y total, es también culto a la muerte. Ambas son inseparables. Una civilización que niega a la muerte acaba por negar a la vida".










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El mes de noviembre emprendía vuelo, con brisas frescas y colores calidos, envolviendo el ambiente en uno de comodidad y sencillez.

Noviembre es un mes extraño. Aún no es el final del año, pero sentimos que ya no nos queda más tiempo. Es el mes para reflexionar lo que han sido los meses pasados y el momento para seguir andando fuerte, para llegar finalmente a diciembre, el fin.

Noviembre es una tormenta de emociones, y hay días en los que las mañanas grises y frías nos hacen tener pereza de estar vivos y decidimos morir hasta ver el atardecer y recobrarnos.

Morir.

Cómo es de esperarse, cada año exactamente el 2 de noviembre es el día en que recordamos y conmemoramos a aquellos que ya no se encuentran con nosotros, todas esas personas que en algún punto de nuestras vidas hicieron de ese momento, el mejor, por lo cual queda plasmado en nuestras mentes y recordamos con atesoración.

Esta festividad nos enseña a apreciar la vida y reflexionar la muerte, a temerla tanto como a aceptarla. Los altares, las procesiones, los desfiles, las comidas en los panteones junto a las tumbas de sus seres queridos, así como los cantos y rezos son algunas de las actividades habituales en estos días.

El día de Muertos es una fiesta de origen prehispánico que la colonización se apropió dándole un carácter religioso, sincretismo que hoy configura una de las tradiciones más bellas, increíbles y quizá extravagantes del mundo.

Si bien la pérdida de un ser querido siempre trae consigo la tristeza y la incertidumbre, está festividad le da un giro al significado de lo que es la muerte; poniendo así como está, una vida más allá de lo que parece el fin, dónde esta persona se transfiere al otro mundo, dónde goza de libertad y plenitud.

Es así que el 2 de noviembre muertos y vivos, pueden reunirse nuevamente para festejar en grande, disfrutando del momento con aquellos que en algún instante también estuvieron juntos en vida.

Siendo así, que llegada la fecha podían apreciarse los colores anaranjados y de tonos morados representativos de la festividad adornando algunas posadas y viviendas, colgando algunos papeles llamativos y con figuras semejantes a la de una calavera.

Al igual que los altares adornados por ofrendas y flores deslumbrando aquellos callejones, manteniendo así, viva la presencia de todas aquellas personas que han pasado ya a una mejor vida.

De la misma manera en la que había altares en cada una de las miradas de la ciudad, la casa de la familia Jeon no era la excepción.

Un pelinegro se encontraba depositando uno de los platillos típicos en el presbiterio, contemplando así el acabado de a aquella ofrenda.

-Bien familia, si me lo permiten, quisiera decir unas palabras.- comenzó hablando el señor Jeon con una copa de vino en su palma. -El día de hoy, es una mezcla de sentimientos, estamos honrando la memoria de aquellos que nos han deja atrás pero se han levantado en el más allá para seguir gozando, es esa la razón por la que hoy no nos lamentaremos si no, conviviremos con su alma y presencia.- el hombre finalizó alzando la copa, cosa que los demás miembros de la familia imitaron con sus respectivas bebidas y terminando con llevarlas hacia sus bocas.

Jungkook veía todo con ojos brillantes, si ya en su infancia está era una festividad que año tras año podía apreciar, aún se le hacía mágico el cómo hablaban de las personas que ya no estaban y aún así, durante la celebración podían sentir la presencia de todos ellos. Era simplemente maravilloso.

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⏰ Última actualización: Nov 03, 2020 ⏰

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Day of the Death ⸙ˎˊ˗ tk Donde viven las historias. Descúbrelo ahora