Fate: Reach Ou

Capítulo 31: Viviendo nuestras vidas

El destino alcanza

Capítulo 29 - Viviendo Nuestras Vidas

De mayo de 16 de ju , Dojima Residencia, Noche

Era tarde cuando Ryotaro Dojima condujo de regreso a casa desde el trabajo. Normalmente no le habría importado tanto, ya que el trabajo a veces se prolongaba hasta altas horas de la noche. Se estaba volviendo bastante más común debido a una serie de asesinatos además de un montón de otras quejas también. Tenía sentimientos encontrados sobre esta noche en particular, pero probablemente fue lo mejor que no le dio mucha importancia este año.

Porque esta noche era su 42 cumpleaños.

No quería entristecer a Nanako por este hecho. No porque ella se preocupara por conseguirle un regalo; Los obsequios monetarios eran la menor de sus preocupaciones, y sentía que las raras veces que ella estaría allí para darle la bienvenida a casa, era un obsequio muchas veces. También le expresó a Nanako que ella no tenía que preocuparse por los regalos en su cumpleaños hace varios años.

Entre muchas cosas, Chisato mantuvo unida a su familia y ayudaría de muchas maneras; ideas para regalos de cumpleaños era una de ellas, así como para hornear pasteles (Ryotaro siempre compraba uno en su cumpleaños, pero a Chisato no le importaba). Sin embargo, sin ella, los cumpleaños eran un poco más tristes y menos acogedores. Dojima hizo un esfuerzo por comprar un juguete y un pastel para el cumpleaños de Nanako, pero a veces se preguntaba si ella realmente disfrutaba los juguetes que él compraba o simplemente estaba siendo educado por su bien.

Su mente vagaba mientras miraba su vieja motocicleta apoyada contra el lado derecho de la puerta de la casa, oxidada y pálida después de haber sido dejada afuera en el clima. El scooter blanco no era exactamente un regalo de cumpleaños, ya que lo compró después de obtener una licencia de scooter a espaldas de sus padres. De hecho, le compraron una bicicleta varios cumpleaños antes, pero la había vendido recientemente a una casa de empeño cuando se dio cuenta de que no había espacio para ella. Nanako era demasiado pequeña para la bicicleta y no la quería de todos modos.

Había esperado tener un hijo, un hermano menor de Nanako, al que entregarle el scooter cuando tuviera la edad suficiente. Ahora estaba tirado allí junto a la puerta como una decoración debido al apego personal a sus días de juventud. Tal vez pueda dárselo a Shirou si él lo quiere ...

Pasando junto al scooter, Ryotaro jugueteó con la llave de la puerta y entró. "Estoy en casa", anunció por costumbre, como si la puerta corrediza no fuera suficiente pista.

Casi de inmediato notó las luces tenues de la pequeña habitación. Desde su izquierda vio a Nanako y Shirou levantarse de sus asientos de cocina. Su hija lucía como si estuviera luchando por permanecer despierta después del toque de queda, y su sobrino tenía uno de los libros de Taiga en su mano que ahora estaba olvidado. Y sobre la mesa había un pastel helado de chocolate con la vela más grande y gruesa que jamás había visto encendida y colocada en el centro.

"¡Feliz cumpleaños papá / Doji-nii!"

Dojima se sorprendió, incluso cuando su hija corrió hacia adelante y abrazó su cintura con fuerza. Shirou simplemente se reclinó en su asiento con una sonrisa tan amplia como la de Nanako, pero con un poco de satisfacción y orgullo por el pastel. Siempre detective, Dojima supo de inmediato de lo que estaba orgulloso. "¿Horneaste esto?"

"Con la ayuda de Nanako," dijo, antes de rascarse la cabeza tímidamente. "Te habría comprado algo más sustancial, pero fue como en el último minuto cuando Nanako me contó sobre tu cumpleaños."

"Lo siento", frunció el ceño y murmuró contra su pierna. Probablemente se estaba disculpando con los dos.

Dojima sonrió y levantó a su hija a su altura. Le costó un poco de esfuerzo, ya que estaba creciendo cada vez más. Y luciendo cada vez más como su madre... "No tienes nada por lo que disculparte. Bueno, excepto tal vez quedarte despierto más tarde de lo que deberías estar esta noche."