Castillo de Camelot
N. Arthur:
Después de platicar con la joven que Elizabeth quiere tomar como dama de compañía me sentí un poco afortunado por haber conocido a alguien tan noble y dulce como ella, me recuerda un poco a mi Jenna, siempre fue testaruda pero con corazón noble y siempre dispuesta a ayudar a los demás.
El día que la conocí yo era un torpe niño que por casualidad le tocó chocar con ella, lo recuerdo bien.
Tener todos esos recuerdos me hace arrepentir de no haber dado la cara y decirle - ¡No! - a mi padre.Siento tanta frustración en estos días y más porque ya casi es la boda, solo un día más, cómo es que pasa tan rápido el tiempo. Para celebrar esto mi padre a organizado una fiesta esta noche en donde vendrán los otros reinos vecinos y más personas de cargo alto, no tengo cabeza para pensar así que preferí ir al jardín para despejarme, con lo que no contaba era que iba a ver a Jenna y Kai hablando.
Caminé más rápido para llegar a ellos pero cuando llegué, Kai ya se había ido y solo quedaba Jenna, ella me miró algo nostálgica y la saludé con la mano.
Arthur: Buen día Jenna.
Jenna: Buen día su majestad – me contestó haciendo una reverencia. – debería estar alistándose para la celebración.
Arthur: ¿Crees que podamos hablar? Prometo no quitarte tanto tiempo, solo unos minutos por favor.
Ella asintió con la cabeza y nos sentamos muy tranquilos, hubo un momento en el que nos sentimos conectados por la nostalgia pero era mi deber romper ese hielo que yo había permitido crear entre nosotros.
Arthur: Me encanta venir aquí, porque es donde te conocí ¿Lo recuerdas?
Jenna: Hmp – Ella soltó un suspiro finalizando con una dulce sonrisa para después mirarme – Cómo no recordarlo, si ese día que chocamos por accidente y llegamos tarde a la clase de su madre mi padre nos reprendió muy fuerte que no salimos del castillo en un mes.
Arthur: Era tu primer día aquí, y también el de Zaneri, me alegro que nos hayan castigado porque gracias a ese mes de castigo yo pude conocerte más.
Voltié la mirada hacia ella y me sorprendió lo que ví... Sus ojos cristalizados a punto de llorar. Ella trató de ocultarlo pero me acerqué a ella para envolverla en un abrazo y se terminara de desahogarse, aunque debo admitir que yo me encontraba en la misma condición que ella.
Ambos lloramos y nos dimos consuelo mutuamente. Si algo puedo asegurar es que la sigo amando pero no sé si ella quiera escucharlo de mi boca.Jenna: Idiota... Por tu culpa me enamoré y ahora ya no estarás aquí para mí ¿Por qué? – sus puños apretaron un poco mi pecho dándome a entender su dolor.
Arthur: Después de mañana no tendré cara para decirte esto pero... Te amo.
Nuestros ojos llorosos se encontraron por unos momentos, hasta llegué a sentir su respiración más cerca entre más me acercaba a ella, sus labios me llamaban para plantar mi amor y sentimientos en ella, para que supiera que siempre la iba a proteger sin importar si no era yo el elegido o terminaríamos como alguna vez soñé.
A tan solo unos milímetros de sellar nuestro amor ella se separó bruscamente y corrió a dónde sus piernas la llevaran, dejando mi corazón palpitando y a mi cabeza hecha un lío, ya no quería llorar pero ¿qué más hacía? Y lo peor es que en este tiempo me he llevado demasiado bien con Elizabeth que no me gustaría dañarla; pero, puede que haya una forma de sacarme ese cargo de conciencia.
ESTÁS LEYENDO
Nanatsu no taizai "Mi Amigable Traición" (Reescribiendo)
Fiksi PenggemarMeliodas, príncipe heredero del reino Demon, su amigo Arthur Pendragon, príncipe del reino de Camelot, y Ban Bandet, hijo de un capitán son mejores amigos; realizando travesuras a todos los que se les cruzan. Al cumplir los dieciocho años de edad...