[PAUSADA] ❝En donde Min Yoongi y Min Jimin, se dan cuenta que en la vida de casados, no todo es color de rosa.❞
- ʏᴏᴏɴᴍɪɴ
- ᴋᴏᴏᴋᴠ
- ɴᴀᴍᴊɪɴ
- ʜᴏʏᴇᴏɴ
« SEGUNDA TEMPORADA DE "Mi Profesor Tiene Tinder".»
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Como ya saben:
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Jimin corría por los pasillos de BigPark Entertainment, en busca de su esposo. Esposo. Ya llevaban casi un año de casados, y el omega, ahora castaño claro, todavía no se acostumbraba a llamar de tal forma a su pareja. Parecía simplemente irreal, algo así como un sueño.
Hoy, si, continuemos.
Seguía corriendo por los pasillos de la empresa, hasta que llegó al "Genius Lab", en donde fácilmente ingresó la contraseña –su fecha de cumpleaños– y se adentró como si de su propia oficina se tratase.
— ¡Hyungiee! — prácticamente gritó, luego de cerrar la puerta, para llamar la atención de su alfa, que parecía muy ocupado en algo de la computadora.
El alfa pelinegro se giró, sonriendo al ver a su algodón de azúcar haciendo pucheros. Se quitó los audífonos, y extendió los brazos llamando a su pareja. Jimin prácticamente corrió hacia él, y se sentó a horcajadas sobre sobre su regazo, escondiendo su rostro en el pálido cuello.
— ¿Qué sucede, mi vida? — preguntó Yoongi, acariciando con suavidad la espalda de su esposo.
— Hmmm. — murmuró el menor, aún olfateando el cuello de su pareja — "Mi vida", es de mis apodos favoritos. — confesó feliz.
El pálido rió con suavidad.
— Humm... A mí me gusta que te guste. — dijo en tono coqueto — Pero no me has dicho porque venías corriendo.
Jimin casi dió un brinquito emocionado al recordar, se separó de su escondite, y tomó el rostro de su alfa acercándose de forma peligrosa, en opinión del mayor.
— Papá nos dió permiso de irnos temprano. — susurró de forma lenta, para luego chillar emocionado y ponerse de pie — ¡Vamos, vamos! ¡Hoy empieza la nueva temporada de mi serie! ¡Necesito respuestas! — dijo de forma bastante hiperactiva.
Yoongi negó divertido con su cabeza, y se giró para empezar a guardar lo que había estado haciendo, para acto seguido apagar la computadora. Se puso de pie y abrazó por la cintura a su esposo, para besarlo de forma lenta y llena de cariño. Al menor le gustaban mucho los besos del alfa, aunque realmente nunca había "probado" otros, sabía que los de él eran el cielo.
