1 de enero, 2020
Me desperté y me quedé acostada en la cama un rato, pensando en qué pasaría en mi vida este nuevo año que a penas comenzaba, esperando que fuera mejor que el anterior y sintiéndome algo motivada a mejorar varios aspectos de mi vida como sacar notas más altas, hacer más amigos y toda la lista personal de propósitos que cada año todos nos planteamos y la mayoría los dejamos en el olvido con en el transcurso de los meses...
Los seres humanos somos así, pensamos que porque cambiemos de año cambiaremos de vida, mejorará todo a nuestro al rededor y lo malo desaparecerá por arte de magia, pero no es así de sencillo. Aunque la verdad es que sí hay muchas cosas que cambian, eso no lo deciden los años, esos cambios suceden con el tiempo y depende de las ganas, los esfuerzos y la suerte que tengamos para hacer que nuestra vida cambie.
Luego de estar un rato en modo filósofa mirando a un punto fijo (típico). Me levanté e hice lo de cada día, fui al baño, me tomé una ducha, me cepillé los dientes y me dirigí a la mesa a desayunar con mi mamá.
La saludé dándole los buenos días y un beso en su mejilla. Platicamos acerca de nuestras expectativas para este 2020 y de nuestra mayor motivación: por fin luego de dos largos años, veríamos a mi hermano que se pasará unas semanas junto a nosotras y nuestra familia, no podemos evitar emocionarnos pensando en ese reencuentro que tanto hemos esperado y en el gran abrazo que le daremos a esa parte tan importante de nuestras vidas cuando por fin lo tengamos al frente, joder como lo extrañamos.
Cuando terminé de desayunar me fui a mi cuarto, me acosté en mi cama, encendí mi laptop y puse una de mis películas favoritas "Yo antes de ti". Llegado el final y con él la escena más conmovedora tenía los ojos llenos de lágrimas, sí, soy de las que llora con películas tristes, me meto muy dentro de ellas y casi puedo sentir el sufrimiento de los personajes. Esta es una de esas películas que por más que la veas no superas el final y te preguntas: ¡¿Por qué tiene que acabar así?! Pero en la vida, al igual que en las películas, no todo es felicidad y es bueno que reflejen eso. Siendo realista, me encanta el drama. Me gusta cuando una película me hace llorar porque eso significa que movió algo dentro de mí y me hizo sentir emociones intensas, para mí si una película me hace reír o llorar la considero una buena película y eso es algo impresionante que logran los actores.
En eso me vino un pensamiento a la mente "Primer día del año y ya estoy llorando"
Suena mi móvil y veo que tengo una notificación de WhatsApp. Reviso quien me escribió y se me acelera el corazón al ver quien lo hizo: Martín. Me respondió un estado de una foto que subí, diciéndome lo linda que me veía, como si nada, como si no se hubiera desaparecido un mes sin dar señales de vida.
Uhmm ok... contrólate Abby, actúa normal...
-Gracias, cuanto tiempo...
-Sí, perdón he estado ausente, con esto de las pruebas no he tenido tiempo para nada
¡JA! Sí... claro, como si un mensaje para saber de mí costara tanto de tu "preciado" tiempo.
Ignoro ese pensamiento y como tonta le sigo respondiendo con una sonrisa en la cara.
-Sí, entiendo, yo también he estado muy ocupada
Seguimos hablando por horas y volvemos a lo mismo de hace un mes. El mismo ciclo, corriendo en círculos...
Martín es un chico con el que he estado hablando y me llama la atención, yo igual a él, pero no se esfuerza por hacer nada al respecto y eso me da cierta rabia. Es el típico que te confunde a más no poder y revoluciona tus emociones, el que sabes que no te conviene pero de igual forma quieres intentarlo a ver qué pasa. Supongo que tiene buena labia y sabe como hacer que mantenga mi interés puesto en él.
Al principio comenzamos a hablar como amigos, me resultaba una persona muy agradable e interesante. Luego, sin darme cuenta y sin querer aceptarlo, estaba sintiendo cosas por él y cuando confesó que yo le gustaba, explotó todo dentro de mí sin poder evitarlo.
Yo me encontraba en una relación seria y duradera, que fue decayendo con el tiempo. Ya había tenido varias dudas con mis sentimientos hacia esa persona que siempre terminaban por disiparse por lo buen chico que era, lo bien que me trababa y lo mucho que me quería, pero las dudas nunca se esfumaban por completo y ese hecho fue el paso que me hizo terminar la relación de una vez.
Lo quería, le tenía mucho cariño, estaba acostumbrada a estar con él, teníamos muchos recuerdos y aventuras juntos, sin embargo había algo dentro de mí, no sé bien que era, que hacía que no me sintiera totalmente enamorada, no me imaginaba un futuro juntos y pensaba que eso le causaría daño tarde o temprano porque él sí estaba enamorado.
Así que luego de una semana pensándolo y tener hecho un caos mi cerebro, mis sentimientos y mi consciencia, sintiéndome culpable por todo lo que traería consigo esa decisión, decidí terminar con la relación, aunque me doliera en el alma y supiera que a él le iba a doler el doble, pero no era justo seguir haciéndonos daño.
No se merecía que alguien no le diera todo el amor que él tenía para dar y yo ya no podía dárselo.
Ciertamente nadie se lo merece, nadie se merece un amor a medias, todos merecemos algo mutuo, algo bonito y sincero que nos haga sentir que el amor es lo mejor que nos puede pasar y no algo que solo nos trae inseguridades y tristezas.
Aunque al final, cuando se acaba, terminemos sufriendo. Los finales son así y es inevitable, pero vale la pena al pensar en todo lo lindo que trajo a tu vida en su momento y los recuerdos que nunca desaparecerán de tu memoria, ni de tu corazón, que poco a poco dejan de ser dolorosos y los recuerdas con cariño, como una etapa de tu vida que fue y ya no volverá, porque todo se supera con el pasar del tiempo.
De todo esto aprendí mucho.
Aprendí que desde el momento justo que te empieza a atraer alguien más ya no te encuentras enamorado; desde la primera duda hay que cortar de raíz una relación, no es justo perder el tiempo ni hacérselo perder a la otra persona.Siempre trato de hallarle el lado bueno a todo y así es como lo veía yo, cada experiencia que he tenido me ha enseñado algo nuevo y por eso como dice mi mamá hay que estar agradecida por todo, por lo bueno y por lo malo.
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Siempre tú
RomanceUna historia de amor más, pero no cualquiera, la mía y al menos para mí, la más especial de todas...♡