La teoría del caos: Mystic Messenger

CAPÍTULO 6: Nueva app

A la mañana siguiente, volví a despertar con la sensación de haberlo soñado como siempre, pero un mensaje cifrado en mi pantalla me hizo reafirmar que no era así:

B̸̡̪̻͒̾͒u̴̫̞͇̒́e̵͆n̵̢̫̝͊̀̔o̵͚͉͐͑͌͜s̴͔͇̀̔͘͜ d̸͓̠͒̈́͌͜í̴͚̘͆̿͒͜a̵̢͙͌͌͜s̸͚͓͒̿͝.̵͚͚̞͊͆͘ Y̸̓͌a̵̼͔̝͆́̓ ț̸̢͚̾̚͘e̵͙͉̼͑͆̾ h̸̞̻͚̾̓͐e̵̼͚͍̽̓͆ r̴͎͍͇̐̔͝e̴̢͉͍͋͊̓s̸͓̻͙͆͑͆t̴̼̺͛̒̿͜á̴b̴̙͎̫̒́̀l̸è̸̟͍̫͋c̸̡͎͙͛̾̔i̸d̴͖͇̙͛̐͒ö̵̫͔̺́̈́͝ e̵͇̦͕̿͆̚l̵͖̼̻̒͠͝ a̸̫̙̠̒͐ć̴̠͍͛͆c̸̡͉͚̈́̓̐e̴̢̦̠͌̓̈́s̴͇̟̔͊͝o̸̦͇̪̒̓̀ >̴̢̡͒̔̓.̸≮̘̺́͋̚

Me incorporé rápidamente y busqué en el teléfono hasta encontrar el juego. Me costó un poco más porque el símbolo estaba cambiado. Tal vez una actualización o algo por el estilo, eso fue lo que pensé. Ahora el icono eran unas grandes letras amarillas donde se leía: RFA. Así era más realista, eso sin duda. Pero al entrar, todo estaba cambiado. Ya no tenía acceso a los correos de los invitados, ni a las rutas como tal. Todo cuanto había era un sistema de llamadas, de mensajes y de chats. Estaba confusa, profundamente confusa... Me dirigí a la sección de contactos. Por suerte ahí estaba "707" y decidí llamar. Como era de esperar, el sistema de relojes y de corazones también había desaparecido, de modo que la llamada era completamente gratuita.

― ¡Kat! ¡Eres tú! ―estaba más animado de lo habitual, pero no importaba. Me había llamado por mi nombre. Eso era bueno.

― ¡Seven! Hay algo raro con el chat, ahora... ―me interrumpió.

― ¿El chat? No... todo parece en orden... Aunque V sonaba preocupado... Eso sí me inquieta...

― ¿V? ―no entendía a qué venía mencionar ahora a V.

― Sí... por favor, dime lo que sepas, aunque claro, siempre que no le pueda molestar a él.

― Seven... no sé de qué estás hablando... No hemos hablado de V ―me estaba entrando el pánico.

― Sé que es complicado, pero dímelo para saber qué ocurre. Sé que me está ocultando algo... Y los demás van a enfadarse.

― Seven... ¿se puede saber qué dices?

― Tranquila. Sé que estás retenida allí, pero vamos a ir a rescatarte.

― ¿Rescatarme? ¡Pero si estoy en mi casa! Seven... ―me interrumpió de nuevo.

― ¡Kat!

― ¡¿Qué?! ―ya grité desesperada.

― No sé qué me ha pasado... Yo... ¿Estás bien?

― Sí, pero tú no lo pareces.

― Siento... Siento como si estuvieras en peligro... y como si V hubiese ido a buscarte, pero sin decirme nada... ¿Tiene sentido para ti?

― ¡¿Cómo va a tener sentido?! ¡Yo...!

¿Cómo no me di cuenta? Si V tiene protagonismo, eso es que no es la Normal Story ni la Deep Story... Estoy en Another Story... más concretamente en la ruta de V, por lo que Saeran...

― Seven. Seven, ¿recuerdas qué hablamos ayer? ¿Recuerdas lo de MC? ―me comencé a poner nerviosa.

― Sí. Lo recuerdo, pero siento como si lo hubiese soñado...

― No lo has soñado. ¿Puedes venir? ¿Podemos vernos? Ya. Por el día. En unas horas. Esto es importante.

― Lo voy a intentar. Contactaré contigo con los datos.

Colgamos tras eso. No podía estar más inquieta. Tres noches. Había pasado tres noches llorando en la ruta de V y no quería ver algo así en la vida real. Apenas había pasado una semana de todo esto y ya me estaba mareando con tanto salto de rutas. Seguí haciendo los chats sin mayores cambios. Todo seguía el curso de esa ruta. Ni siquiera Yoosung y Zen parecían darse cuenta. Con respecto a Seven... era como si sus verdaderos pensamientos y los que estaban preprogramados se pisasen continuamente.

Si la suerte estaba de mi lado, no pasaría nada porque lo resolveríamos antes, pero la posibilidad de que Saeran volase por los aires y de que Saeyoung desease morir al enterarse, estaba presente. No podía permitirlo. La ruta de V era una maldita odisea emocional y no me apetecía revivirla.

Procuré no salirme de la ruta. Hice cuanto pude, pero cuando el chat de las 15:11 no apareció, me empecé a poner nerviosa, y Seven no daba señales de vida. Entonces pensé en una cosa: si MC ahora era un personaje más, debería haberme cruzado con ella en el chat... Eso podría tener sentido si nuestra teoría era la correcta. Decidí meterme en los contactos y chats previos, buscando alguna prueba de que mi usuario ahora era diferente del suyo. Sí era cierto que había actividad de otro usuario en chats previos, pero no tenía opción a llamarla o mandarle un mensaje. Me quedé quieta. ¿De verdad estaba pensando en cómo llamar a un personaje que debería estar controlando yo y que ahora de repente tenía vida propia? Me llevé las manos a la cabeza. De verdad parecía que me estaba volviendo completamente loca.

Cuando vi que la pantalla del teléfono comenzaba a ponerse en negro, me tranquilicé y esperé al mensaje de Seven:

E̴̝̦̻͊͆͝n̴̘̝͓̿̈́̐ u̴̞̻̪̓͝͠n̴͇̺̒́͛͜a̴̟͍͙͆̿̓ h̵̠͇͔́̕͝o̸̡̢͖͛̓̕r̵͍̘͑͝͝a̴̢̫͓̐̈́͋ d̴̢̪̐̿̀͜o̴͇͙̞͋͒͛n̵̐̽d̵͉̻͖́̐̕ë̴͚͖͔́̿͝ s̴͉̙͇͛͊̾i̴͖̘̘͆̔͝e̴̠͉͓̐̾͠m̸͉͕̫͌͒p̵͙̦͖̈́̈́͆r̴̫͉͚̾͋͝e̴̟̪͊͐

Asentí como si pudiera verme y esperé pacientemente hasta el momento de salir.

― ¡Kat! ―la voz inconfundible de Seven me llamaba procurando no ser visto por nadie más que por mí.

Cuando me acerqué a él, no pude evitar sonreír. Ese pelirrojo...

― ¿Qué pasa? ―dijo con seriedad, sacándome de mis pensamientos. Saqué el teléfono y entré en la aplicación.

― Mira ―se lo enseñé y me miró confundido.

― Yo lo veo bien... ―lo cogió entre sus manos― Puedes chatear, llamar... ¿Dónde está el problema?

― El problema es que esta no es la interfaz del juego, Seven...

― ¿No es así? ―seguía sin entenderlo.

― No... L-La interfaz tiene... correos y... ajustes... y relojes. Esto no parece un juego, parece una aplicación real. ¿Entiendes?

A medida que hablaba, Seven inspeccionaba los menús de mi teléfono mientras asentía, como tratando de procesar lo que le estaba diciendo y buscando en la propia aplicación una respuesta.

― Tal vez sea porque fui yo quien te restableció el juego y no... ―se quedó callado por un segundo y me miró― ¿Cómo se llama la empresa que creó el juego?

― Cheritz...

― Ya... Pues igual es eso, Kat ―me devolvió el teléfono―. Lo importante es que puedas entrar y contactar con nosotros.

― Sí, pero no pude evitar preocuparme... Por cierto... ¿A qué vino lo de V? Tengo una teoría y no me gustaría que fuese cierta... ―no iba a contarle lo que le ocurría a Saeran en esa ruta, pero tampoco quería dejarle desinformado.

― ¿Lo de V...? ¿Qué pasó con V? ―¿En serio...? Suspiré.

― Hoy. Me llamaste y me dijiste que V venía a rescatarme o algo así... ¿No te acuerdas?

― Yo no te...

Antes de terminar de hablar, su teléfono comenzó a sonar y un escalofrío recorrió mi cuerpo al oír su tono de llamada.

― Life with Masks... ―dije.

― ¿Qué? ―negué con las manos. Seguramente para él sería una melodía más.

Se apartó de mí para coger el teléfono y su cara cambió completamente de color, colgando la llamada sin decir nada más. Se acercó a mí, despacio, con un rostro que me hizo retroceder temiendo lo que pudiera estar pasando.

― ¿Q-Qué pasa...? ―pregunté.

― Unknown ha secuestrado a MC.