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Cuando regresó al dormitorio del subterráneo, Alex Y Bones estaban jugando con unas canicas en el suelo. Ninguno de los reclutas pasó por alto la expresión desolada en el rostro de Eiji, pero tampoco se atrevían a comentar algo antes de que este fuera quien tomara la iniciativa de hablar.
Dos pares de ojos, pero Eiji solo podía mirar con resentimiento a uno de ellos.
—Lo sabias todo. —musito con una vibración leve en su voz.
Alex entendió la situación casi al instante. Bones alertaba todos sus sentidos por cada uno de sus amigos sin comprender lo que ocurría entre ellos.
—Eiji, no estás bien. Será mejor que te sientes.
El peli negro ignoró por completo la genuina preocupación de Bones y continuó con su atención puesta en Alex.
No había un punto de escape, no quedaba manera de esconderse entre palabras de respaldo temporáneas. Eiji necesitaba un motivo, cualquier cosa que le diera el impulso para olvidar todo y seguir con su vida mientras olvidaba al nuevo príncipe.
—Quiero pensar que tuviste una buena razón para quedarte callado, Alex. ¿La tienes?
El castaño tiró la canicas que traía en la mano, cada pequeña esfera empezó a rodar sin rumbo por el suelo hasta que el sonido se frenó y terminaron perdiéndose de vista. Se levantó del suelo, y Bones decidió imitarlo para dejarlos solos en la habitación, conociendo las situaciones donde su presencia no era prudente.
Eiji logró tomar una fuerte inhalación cuando recibió un asentimiento. Al parecer, escucharía un motivo suficiente para continuar dirigiéndole la palabra a su amigo.
—La familia de Ash fue asesinada hace poco —empezó a recitar Alex, pero él granjero se apresuró a interrumpirlo.
—Unos bandidos entraron a la casa y dispararon. Eso ya lo había escuchado.
Alex asintió dándole toda la razón.
—No viene de una familia humilde —soltó de golpe, logrando tantear la curiosidad de Eiji— La familia real era demasiado cercana a los Callenreese por ser parte de las familias nobles y entre ellos existia una amistad de años. La reina demostró su lealtad hacia sus amigos cuando decidió encargarse de Aslan legalmente después del funeral. —sintió un peso menos cuando terminó de declarar aquello— Tenias razón en cada una de tus conjeturas, pero él no es un jardinero, y tampoco tiene la sangre de un príncipe.
Eso sonaba irremediablemente sincero para Eiji. El trágico final que tuvo la familia de Ash era lastimosamente cierto, y la participación de la reina Jessica solo ocasionaba cierto nerviosismo en el sistema del granjero. Sin embargo, nada de eso era una excusa por haber engañado a todos los que miraron por él y le dieron un lugar.
—¿Y por qué querría alguien con la vida resulta formar parte de esto?. —preguntó, intentando que sus ojos no comenzaran a hacer de las suyas.
Para él, aquel muchacho de ojos brillantes apareció para pasar el rato, para hacerle burla a unos humildes que intentaban alcanzar imposibles. Y eso podría llegar a estar bien para Eiji, si tan solo sus amigos no hubiesen hecho parte de aquel circo que, según él, Ash Lynx había garabateado a su antojo.
—Griffin era el líder de los mosqueteros. —le recordó Alex— pero Aslan ya no pudo seguir sus pasos cuando le dijeron que muy pronto sería declarado como príncipe. Era imposible entrar a la Guardia Real para él, no tenía elección
—Maldicion... —susurró Eiji, era imposible esperar que aquello fuera mentira, pero en ese instante deseo que lo fuera.
—Eiji, nadie puede saber su verdadera procedensia, seria un escándalo para la corona.
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Eiji y Los tres Mosqueteros || AshEiji
Fanfic《El granjero Eiji Okumura sueña con convertirse en mosquetero y defender a la familia real.》 Eiji no desea seguir el destino que la vida le ha formado y, ahora que tiene 18 años, se siente libre de viajar a la ciudad de York para luchar por su objet...