Sólo para ti

Sólo para ti

Por Daymin

Seunghyun estuvo mirando por el amplio ventanal de su casa cerca de veinte minutos, rogando que el sol se mantuviera a la vista y no arruinara sus planes -los planes de Jiyong-, esperando pacientemente a que su novio llegara y le revelara que harían ese día.

Las cosas habían cambiado en los últimos años, después de todo, ya no era un jovencito, ahora era un hombre lleno de responsabilidades y cosas por hacer. Las fiestas concurridas, los desvelos innecesarios y el alcohol que le haría sentir pésimo al día siguiente, los había transformado en reuniones privadas, botellas de vino e ir a la cama apenas pasada la media noche, completamente exhausto, teniendo que ingerir una gran cantidad de café para poder soportar su rutina diaria.

Sí, ya no era tan joven.

Durante toda la mañana, su teléfono celular colapsó, sonando y sonando, al recibir innumerables llamadas y mensajes felicitándolo por su cumpleaños, estuvo en una llamada de más de una hora con su madre, haciéndole prometer que se verían al día siguiente para festejar juntos.

"Asegúrate de traer a Jiyongie contigo, vamos a celebrar en familia".

Familia.

Eso también había cambiado con el paso de los años. Su familia, que desde su infancia habían sido su madre y hermana, creció inevitablemente. Su hermana contrajo matrimonio y tuvo un adorable bebé, Yeonjun, la adoración de toda la familia. Y luego estaba Jiyong, su adorable Jiyong. Aquel hombre que conoció hace muchos años atrás, con quien compartió juegos y tiempo libre, sueños y metas en común, hasta convertirse en compañeros de grupo y, con el paso del tiempo y la inevitable atracción que siempre flotó a su alrededor, ahora compartían besos y promesas -y la cama-.

Si bien, ellos aún no contraían matrimonio, el anillo había sido dado y la promesa aceptada. Ambos luciendo un bello anillo con una piedra esmeralda orgullosamente, por supuesto que anillos convencionales no eran una opción, y no por la razón de mantener en secreto su relación, sino porque ellos no eran una pareja convencional.

Las flores, chocolates, cartas y demás detalles románticos, entre ellos, fueron sustituidos por cuadros de arte, versos en sus canciones y...calzado único en su clase.

Inevitablemente, Seunghyun desvió sus ojos del ventanal hasta recaer en sus pies. Un par de tenis floreados destacaban entre toda su vestimenta, parecían brillar. Calzado blanco, salpicado de pequeñas flores en dulces patrones.

"Úsalos hoy" había recibido en un texto, muy temprano por la mañana, a mano de Jiyong.

No era que Jiyong necesitara pedirle algo cómo eso, pero a Seunghyun le costaba mucho usar algo tan especial, después de todo sólo existían dos únicos pares en todo el mundo, ¿qué haría si los arruinaba? Jiyong le había prometido hacer otros si eso ocurría, pero Seunghyun no quería otros, quería esos, para toda la vida. Esa era su principal razón para cuidar aquel calzado como a su vida, con la misma devoción y delicadeza con la que protegía a Jiyong.

Aquel par de tenis eran únicos y exclusivos, al igual que Kwon Jiyong, y, de alguna forma y bajo mucha fortuna, Seunghyun era capaz de tenerlos a ambos cerca, en su día a día. Era su cumpleaños, y sabía que Jiyong demoraba en llegar porque había tenido que organizar su agenda con mucho esfuerzo y sacrificios, tan sólo para estar ese día especial a su lado.

Seunghyun diría algo sencillo como "no es necesario", y Jiyong le abrazaría dulcemente, susurrando "lo sé", pero haciéndolo de todos modos, esforzándose por llenarse de energías y mostrar una linda sonrisa para él, aun si el cansancio era demasiado. Así era Jiyong, daba todo de sí, desde el primer momento, desde la primera sonrisa, y el primer beso, Jiyong le entregó todo lo que tenía.