Capitulo 111

3.7K 519 243
                                    

William

— ¿Papi ya podemos irnos? — Paris soltó un fuerte bostezo y se talló los ojos verdes con sus manitas, ya no lleva zapatos y su cabello es un desastre por tanto jugar junto con su cara llena de cansancio — ¿Ya podemos irnos a casa? —

William terminó de hablar con sus amigos, bebió un último trago y bajó la mirada para ver a su pelirroja con las manos alzadas para que la abracé, la sintió recostarse en su hombro y la escuchó soltar otro bostezo.

— ¿No quieres quedarte un poco más para jugar? —

Paris negó con la cabeza y algunas lágrimas bajaron por sus mejillas, no de tristeza, sino que sus ojos siempre lloran cuándo tiene sueño.

— Papi ya no hay niños, Helena ya esta dormida y sus hermanitas también — Paris se abrazó a su cuello — La reina me invitó a quedarme, pero extrañó mi cama y a mi mami —

Paris lo miró y observó la copa de vino en su mano.

— ¿Qué estas tomando? ¿Sabe rico? — Esa pequeña frunció su nariz cuándo se acercó hasta su copa de vino y arrugó su pequeña nariz — A mamá no le gustará que tomes eso, huele horrible, mejor toma jugo de manzana —

William soltó una carcajada y dejó que otro sirviente del palacio llenará su copa a revosar de vino, ciertamente pasó la mirada por la fiesta y se percató de qué ya no hay ningún niño despierto, tampoco está la reina, esa mujer era la última en irse a dormir en las fiestas, pero acaba de dar a luz y él único que sigue despierto es él rey hablando animadamente con sus invitados.

— Si, ya podemos irnos cariño — William bajó la mirada para ver su reloj y se paso las manos por el cabello llenó de molestia— Dios, de hecho debimos de habernos ido hace horas —

— Mami estará enojada — Cubrió a Paris con su chaqueta para que no tenga frío y la arropó cerca de él — Pero si me das 10 libras y una caja de chocolates, le diré que la olvidaste por mi culpa —

William soltó una carcajada u la besó en la mejilla deleitandose con su suavidad, pero una par de jóvenes damas inglesas se detuvieron delante de él, impidiendole seguir caminando.

— ¿Ya te vas William? Quédate, podríamos hacer algo divertido entre los tres —

— Señoritas, con permiso — Dijo esquivandolas para seguir caminando, de alejó de ellas de inmediato, pero Paris la siguió con la mirada, con sus ojos furiosos y sus manos cruzadas.

— Mami también se enojara por eso — Dijo Paris sin dejar de ver a esa mujeres — Si me me compras unas muñecas no le digo de esto, tú elije papi. ¿Vez a mami enojada o me compras lo que te pido? —

William no contestó de momento, pero sabe que terminará comprándole sus muñecas, sus libras y sus chocolates, prefiere hacer tratos con su hija a ver a Florencia enojada. Al llegar al auto, sentó a Paris a su lado a u lado y dejó que el chófer los llevará hasta su casa.

— ¿Papá puedo dormir con ustedes? — Psris soltó un suspiró al entrar a la casa, arrojó la chaqueta lejos de ella y caminó arrastrando su bolsa de dulces — Helena duerme con su mamá todas las veces que quiere, y yo quiero hacer lo mismo —

— Claro Paris, puedes dormir con nosotros, solo necesitamos ponerte tu pijama y lavar tus dientes — William la tomó en brazos al darse cuenta que casi se queda dormida en las escaleras — ¿Estas cansada? —

— ¡Si! —

— Bueno, eso sirve para que te des cuenta que las fiestas no son buenas, solo no salgas de fiesta cariño, siento que tu estarás...bueno, que serás algo atrevida como tu tía — Beso la mejilla de su hija antes de seguir hablando — Podrías ser monja —

La Perfumista De París [Saga Las Perfumistas Parte 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora