Disnea Mágica.

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Lucy Heartfilia se sentía como siempre de sus ocasiones: se sentía como una invitada en su propia casa.

Porque sí, lo de 'ayudarle' a hacer la maleta Natsu se lo había tomado muy en serio. Y también Gray y Erza. Abrían sus cajones y el armario sin ningún tipo de pudor, metiendo toda la ropa -incluyendo la interior- en la maleta.

Y ella estaba sentada sin hacer nada. No es que fuera una inválida, pero Polyuska le había recomendado no hacer esfuerzos tontos hasta que no supieran lo que tenía, y Erza se había tomado muy en serio esas palabras: en cuanto la vio levantarse para ayudar Erza le había amenazado con su espada y su mirada. Una mirada que Lucy había captado muy bien y le había dado escalofríos, así que prefirió hacer caso a las advertencias de Polyuska.

Estaba completamente perdida en sus pensamientos. Si las sospechas de Polyuska eran ciertas, iba a tener que pasar una gran temporada en el hospital. No le había dicho que era lo que tenía, solo le había dicho 'que tenía que actuar rápido o moriría'.

De momento, no se lo había contado absolutamente a nadie, solo había dicho que eran unas pruebas médicas sin importancia. Suspiró.

¿Por qué las cosas siempre eran tan complicadas? De pronto vio como el mago de hielo se sentó a su lado.

-"¿En qué piensas?"-Preguntó sonriente. Lucy no quería contestar, pero sabía que era descortés, porque sabía que Gray solo lo hacía para animarle.

-"Pienso en que no quiero ir al hospital".-Comentó la maga celestial con puchero. En cierta manera, era verdad. Observó como Natsu y Erza estaban aún poniendo las cosas en su maleta, discutiendo acerca de que poner.

-"Bueno, piensa que es por tu bien. Además, se supone que todo saldrá bien y volveremos a ser el equipo más fuerte".-Gray sonrió sinceramente y Lucy se lo agradeció con una pequeña sonrisa.

-"Todo saldrá bien..."-Dijo, a nadie en particular, más bien para sí misma.

-"Ah, por cierto. Hemos pensado que estos días que estés en el hospital no podrás hacer las misiones, pero nosotros te daremos tu parte del dinero correspondiente".-Explicó el pelinegro y Lucy se extrañó.

-"Sería injusto hacer eso, sería aprovecharme de ustedes y no quiero eso".-Comentó Lucy y Gray se decepcionó. De pronto Erza se acercó a ella.

-"Lucy, tú eres una parte de nuestro equipo, y sabemos que tú harías lo mismo por nosotros, así que acéptalo, ¿Vale?"-Le dijo de manera maternal y la chica solo pudo asentir algo tímida.

Finalmente acabaron de hacer la maleta, con algunas complicaciones -ya que Erza y Natsu no paraban de discutir- y fueron con Lucy hasta el hospital general. Estaba un poco lejos del gremio, pero tampoco mucho. Más o menos a unos cuarenta minutos a paso ligero. Allí se despidieron de ella, ya que no admitían visitas a esas horas.

Lucy solo pudo mirar con desgana el hospital. No quería ir allí, pero tampoco quería seguir preocupando a la gente por sus desmayos o su falta de aire. Solo quería que todo aquello pasara rápidamente y poder volver a ser la misma de siempre. Suspiró y finalmente, aunque vacilante, decidió entrar.

Allí no tardaron nada en atenderle, y en cuanto dijo que venía de parte de Polyuska le dieron paso hasta su habitación. Una habitación blanca, con una cama, una mesilla... y ya. Iba a aburrirse demasiado, y lo sabía.

De pronto entró un médico, diciéndole que tenían que hacerle algunas pruebas y que si no tenía inconvenientes, aprovecharían el día de hoy para hacerlas. Lucy dijo por supuesto que sí, de hacerlas el mismo día, porque tal y como Natsu le había dicho 'cuando antes entres en el hospital antes saldrás'.

Triste realidad. (Disnea Mágica) |Nalu|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora