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Ibrahîm Farûq.
Siento el cuerpo pesado y un poco adolorido, la luz que pega en mis ojos me indica de que ya amaneció. Me levanto y quedo viendo a mi alrededor, el lugar a pesar de ser económico, es agradable y espacioso, decidí nunca gastar tanto en cosas que no tienen el mayor sentido. Si voy a cambiar voy a comenzar con el efectivo, no siendo un despilfarrador como lo era antes.
Este día será el inicio de una nueva y gran misteriosa vida, llena de aventuras y nuevas sensaciones y emociones que nunca he conocido.
Siendo sincero me pone nervioso el pensar ¿Como será mi nueva vida? ¿Estaré bien económicamente? ¿En donde viviré? Esa parte se la dejaré a Sophia para que ella elija el lugar en el cuál viviremos porque no tengo mucho conocimiento sobre Milán. Y ella lo conoce de esquina a esquina.
Yo todavía no me he presentado a ella pero se que será una gran sorpresa.
Ya se donde vive, el edificio, hasta el número de habitacion. Hasta se, el lugar en el cual trabaja. Al parecer le va muy bien y me alegro mucho por ella por que ha podido avanzar a pesar de tanto tropiezo. Sin duda una mujer ejemplar y excepcional, y me pone feliz poder decir que soy el único que tiene el privilegio de decir que esta con ella. Bueno por los momento no, pero pronto será así.
Me adentro a mi baño y tomo todo lo necesario para hacer mi limpieza matutina, comienzo con mi cara, después con mis dientes y para finalizar con mi ducha mañanera. Mejor manera de empezar un día, no lo creo. Llamo a servicio de cuarto para que traigan mis alimentos.
Saben algo, aquí en Milán, es complicado encontrar gente que hable Inglés, bueno la verdad es que aún no he conocido a alguien, cuando entre a la recepción del hotel, empecé hablando en Inglés, la mujer me quedaba viendo como y interrogante y preocupada, claro no entendía ni una pizca de lo que decía. Hasta que me di cuanta y comencé a hablarle en Italiano. Ella me sonrió en ese momento.
Eso es lo bueno de ser hijo de alguien tan importante, aprendes diversos idiomas, Español, Ingles, Portugués, Italiano, Francés, Alemán y mi natal, Árabe, bueno eso son los idiomas que yo me aprendí, pero hay otros que se aprenden hasta 15, la verdad que no soy mucho para eso. Pero es bueno por que consigues puestos importantes en todas las empresas por saber muchos idiomas.
Después de 10 minutos, escucho que tocan a la puerta, me apresuro por que fijo es mi comida y la que sirven aquí es muy buena. La abro y me encuentro con una joven que me queda viendo de pies a cabeza, noto que sus mejillas se ponen de un color carmesí, se ve tierna la reacción que provocó en ella.
—Aquí están sus alimentos, señor —se le nota el nerviosismo, en las cuales pronuncia las palabras, veo que sus piernas se mueven un poco como tratando de controlar su emoción.
—Muchas gracias, joven —le sonrió tratando de aliviar su vergüenza y ella solo me sigue la sonrisa.
Cierro la puerta, y me siento en la mesita para poder disfrutar de estos sabrosos alimentos. Cuando me da por llamar a Tahira ¿Será que esta bien? ¿Que habrá pasado por mi ausencia? ¿Mi padre habrá estallado? A eso último no le pongo dudas.
Saco mi teléfono y le marcó a Tahira. Escucho el sonido de su celular sonar pero al parecer no puede contestar o talvez no lo tiene a mano. Marco nuevamente y nada. Seguro esta ocupada o ¿será que? No, mi padre no haría eso, o si.
No creo que la tenga encerrada, sin nada y que tal si están rastreandome por este teléfono, no por que hubieran contestado o ya me hubieran encontrado, mejor ya no le llamo.
Solo esperó que no le haya pasado nada.
Comienzo a masticar las tortitas de Guineo que hacen en este lugar y son como manjar del cielo, se siente tan delicado y tan sabroso que es un insulto, no quedar con ganas. Y más el licuado de fresa con leche que también está riquísimo, sin duda comida para reyes. Aunque ellos talvez ni conozcan este alimento.
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El Hijo del Jeque ✔
RomanceUna historia basada en ese amor que uno cree imposible, en ese amor el cual te hará cambiar tu forma de ser. ♤♡◇♧ Frío. Manipulador. Enojado. Pero con un corazón honesto. Esas son las cualidades perfectas del hombre que provocó en mí, lo que pensé t...