" 𝐖𝐞 𝐟𝐞𝐥𝐥 𝐢𝐧 𝐥𝐨𝐯𝐞 𝐢𝐧 𝐎𝐜𝐭𝐨𝐛𝐞𝐫 "

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Ya cian en el gimnasio otra vez, pero esta vez, Akaashi notaba raro a Bokuto. La emoción que tenía todos los días, las sonrisas que le mostraba, no estaban. Bokuto se veía, no, estaba deprimido.

— Bokuto, porque estás triste? Puedes decirme si deseas. —

Bokuto se dio la vuelta en dirección al gimnasio, mirando a Akaashi fijamente.

— Akaashi..... ¿Tus padres te apoyan en lo que decidas? —

Akaashi abrió los ojos, sorprendido por la pregunta levanto la cabeza y miro a Bokuto.

— Creo que estoy solo, Bokuto. —

Le dedicó una sonrisa, una que reflejaba tristeza y como si hubiera pasado toda su vida abandonado.
Bokuto estaba extrañado por lo que había dicho.
"Solo" Esa palabra se repetía una y otra vez en su cabeza, sentía pena por Akaashi, por la forma en la que lo había dicho, pensó que Akaashi no tenía a nadie más aparte de el. Lo único que lo hacía sonreír, era el, lo único que lo alegraba, era el, todo era el.

— ¡Akaashi! ¡No digas eso, yo estoy aquí, no estás solo! —

Decía Bokuto, con una mirada que decía "No digas mas la palabra solo, odio esa palabra". Akaashi asintió con algo de pena.

— Bokuto, me dirás porque estabas triste? —

El chico cambio a una mirada seria, tomo de sorpresa a Akaashi y este pensaba que había dicho algo malo.

— Akaashi, esta mañana, les dije a mis padres que quería jugar volleyball en la Universidad también. Dijeron que deje de jugar y me concentre en algo de valor, con lo que pueda conseguir ganancias. Yo empeze a decir que el volleyball me hacía feliz y era divertido, pero ellos dijeron que si no hacía algo, me prohibirian el volleyball. —

Akaashi escuchaba lo que salía de la boca de Bokuto, atento y procesando todo. Pensando en que decir ante esa declaración. Bokuto cambio su mirada seria a una de tristeza, una enorme tristeza que inundaba todo ese ambiente. Era la primera vez que veía a Bokuto tan deprimido.

— Bokuto, porque le prestas atención a lo que dicen ellos? Es tu vida, si decís prestar atención a lo que ellos dicen, te arruinaras cada vez. Tendrás una vida infeliz, imagínate a ti en un escritorio corrigiendo un montón de informes ¿Eso es lo que quieres hacer? Bokuto, haga lo que usted le haga feliz y que tenga por seguro que lo disfrutará por toda su vida. ¿Quieres jugar volleyball? Pues juega volleyball. —

Akaashi apartó su mirada y se concentro en la pelota que tenía en sus manos. Bokuto lo miraba sorprendido, nunca lo había visto hablar así, motivado o decidido, tal vez. Mostró una sonrisa, de esas que brillaban,  al pelinegro.

— Está bien Akaashi, pero hay un problema mayor. —

— ¿Cuál problema Bokuto? —

Akaashi miro a Bokuto con una ceja alzada, en señal de curiosidad.

— Debido a esa discusión, ahora no tengo lugar en donde quedarme, me dijeron que si iba estar así, entonces que no vuelva. —

Decía Bokuto soltando una risita. Akaashi abrió los ojos, sorprendido, y se puso a pensar en que podía hacer para ayudar a su amigo.

— Bokuto, puedes quedarte en mí casa por el momento, hasta que logres conseguir un lugar en donde quedarte. —

Bokuto lo miro sorprendió, al mismo tiempo, sentía un calor en su estómago, ¿Que era eso? Era algo que nunca había experimentado, algo nuevo para el. Dejo eso de lado y se dispuso a contestar al chico.

— ¡Akaashi, gracias! ¡Eres el mejor!, Uh pero, tus padres no se molestaran. —

Akaashi cambio de mirada a una sería, Bokuto no se dio cuenta de esto ya que pensaba que siempre tenía esa mirada en su rostro.

— Mis padres están de viaje por trabajo durante un mes, no te preocupes. —

Bokuto asintió y empezó a emocionarse como un niño, convivir con Akaashi realmente le gustaba, iba a conocerlo más de lo que ya lo conocía. Desde ese momento Bokuto empezó a sonreír y reír como era naturalmente.

— Bokuto, es hora de irnos. —

Akaashi dejo el balón en una cesta, agarro sus cosas y espero afuera del gimnasio a Bokuto. Al verlo salir, saco una llave de los bolsillos de su campera y cerró el gimnasio.

— Akaashi, tu casa queda muy lejos? —

— No tanto, son cuatro o cinco cuadras. —

Bokuto asintió feliz. El resto del camino Bokuto llevo toda la conversación, preguntando cómo era la casa, comentando sobre su en la hora del almuerzo, hablando sobre el búho, incluso.
Después de caminar un par de minutos, llegaron a la casa de Akaashi. Bokuto la miro sorprendido, era una casa demasiado grande como para Akaashi. Este lo invito a pasar y que se ponga cómodo mientras preparaba la cena.
Bokuto se sentó en un sofá, y su mirada se centro en Akaashi "Atractivo" Pensó. Al darse cuenta, su rostro se puso rojo como un tómate y agachó la mirada. Para cuando la volvió a levantar Akaashi sostenía unos platos y los apoyaba en la mesa que tenía enfrente.

— Bokuto, la cena ya está lista. —

Este se levantó y camino hacia la mesa, se sentó y se dispuso a comer.

Parecían una pareja de casados. Bokuto saboreaba la comida que había preparado Akaashi, estaba realmente deliciosa, sentía como si su paladar se estuviera derritiendo apenas su lengua toca la comida. Comía emocionado, y Akaashi de vez en cuando lo miraba, mostraba una pequeña sonrisa viendo el acto del pelo gris.

— Bokuto, tienes manchado el labio. —

Akaashi agarro una cervilleta y se acercó a Bokuto, le limpio los labios mientras Bokuto lo miraba sorprendido ante la acción del chico. Y sin darse cuenta se ruborizó.

— Akaashi.... —

Este al darse cuenta de lo que estaba haciendo, se alejo rápidamente y al igual que el otro, se ruborizó.

— Yo.... Yo, lo siento, Bokuto. —

Bokuto miro la expresión que estaba haciendo Akaashi, era una expresión tierna, y nueva para el. Una que jamás iba a olvidar. Akaashi agachó la mirada, y se dispuso a llevar su plato al fregadero y lavarlo.

— Bokuto, estaré arriba por si me necesitas, puedes mirar la tele si gustas. —

Dijo para subir y encerrarse en su habitación.

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._.XD, pido perdón si no me se expresar bien, por estás razones no tengo amigos 👍. En fin, espero les haya gustado y sigan leyendo esta historia. Los tqm. Besos muak 😽.