16 de septiembre del 2016.
- Benvenuto, spero ti piaccia la notte –le comenta Fran a una pareja de empresarios que pasa al lado de nosotras.
-Grazie, signorine Di Rossi e Evans–Fran y yo les regalamos un asentimiento de cabeza.
Se alejan de donde estamos.
El lanzamiento de la revista se está llevando a cabo en un salón social, es amplio, lujoso y formal. Hay una pequeña tarima, el logo de la revista está por todas partes, algunas mesas para los invitados, 3 mesas rectangulares repletas de comida y bebidas. Todo para una noche especial.
-Estoy nerviosa y ni siquiera ha llegado mi familia –dice cruzándose de brazos, haciendo que le resalten los pechos. Luce un bonito vestido satinado de color negro, que reluce en su figura con una apertura en su pierna derecha. Su pelo está hecho en un cola alta y elegante, que le da un aire de poder.
Orgullosa de ella.
-Todo saldrá bien ya verás, la gente está satisfecha, esto es puro formalismo, lo que importa es el impacto que tenga la revista en el público, así que esto es solo un cuarto de lo importante, tómalo con calma –me encojo de hombros.
-Vale, tienes razón –Un grupo de hombres en traje pasan delante de nosotros y nos dedican un par de miradas sin disimulo- Por cierto –se voltea a verme- Sei bellissima, amore –me da una pequeña sonrisa.
Por mi parte yo opte por usar un vestido largo dorado ceñido un poco a mis curvas con un cruce en mi espalda dejando gran parte de ella expuesta, deje mi cabello al natural con un par de ondas que lucen perfecto con el vestido.
- Anche tu, Piccola.
Su celular vibra y de inmediato sus mejillas se sonrojan.
¿Francesca sonrojada? ¿De qué me perdí?
-Voy a suponer que ese sonrojo tiene nombre –mi voz suena calmada, ella me mira como si la hubiera pillado- Marco Caccini.
-Algo así –responde dudosa.
-No me contaste como les fue ayer en su cita.
-Bueno no fue tanto como una cita –trata de restarle importancia, pero a mí no me engaña.
- ¿Qué sucede Fran? ¿Cuál será el pero de esta vez?
Hace un amago para hablar, pero se enreda, hasta que por fin habla.
-Me atrae y creo que me gusta, vamos, es Marco Caccini, carismático, atractivo, interesante a nivel neuronal –río un poco- es casi que perfecto.
-Pero... -la animo a que continúe.
-Siento que no estamos en la misma sintonía –chasquea su lengua- No me malinterpretes es súper atento conmigo y un hombre en todos los sentidos –esboza una sonrisa pícara y yo doblo los ojos- La cuestión es que... no sé, a veces actúa extraño, como si se contuviera de besarme, de ser él, en un momento es todo seductor y acaparador, y de repente actúa como si tuviera miedo de que le contagiara algo, y se vuelve borde conmigo.
- Puede que a Marco le pase lo que mismo que a mí, es decir, que tenga miedo de expresar todos sus sentimientos y ser el mismo, o pueda que sea un capullo debajo de todo su encanto –me encojo de hombros.
-Ojalá y sea lo primero, no quisiera decepcionarme tan rápido –mira la hora en su teléfono- Ian si viene ¿verdad?
-Por supuesto, es su obligación –respondo llevando una copa de vino a mis labios.
- ¿Su obligación por el contrato? O ¿Su obligación de acompañarte? –sonríe de lado.
-Ambas –respondo sonriente.
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Sobreviviendo al pasado
Novela JuvenilElizabeth Evans, una talentosa diseñadora gráfica lleva 3 años rehaciendo su vida en la capital italiana, después de haber pasado por un momento muy doloroso en su vida. Su primer amor fue arrancado de sus brazos sin ella poder imaginárselo. Han pas...