Duality 🎭 L Lawliet

🎭 XXX: Encuentro

Tn despertó y observó a su alrededor, encontrándose con las preocupadas miradas de los sucesores de su esposo y la de su tennin.

– ¡Doctora!

– Boss's Wife, ¿Estás bien?

– Ugh...Sí, eso creo –se incorporó, llevando una mano a su cabeza.– Estoy algo mareada aún...

– Estarás bien –miró a su novio.– Trae agua.

– ¿Ah? No sé dónde está la cocina en este lugar.

– No se preocupen, yo iré –se ofreció Hiten.

El tennin se fue rápidamente, dejando a los humanos atrás.

– Evans-sunbae, ¿Has comido bien?

– Tal vez estás baja en azúcar.

– Comí bien, puede que sólo sea el azúcar.

Mello sacó una barra de chocolate y la extendió a la mujer.

– Ten. Come algo con azúcar.

– ...Gracias, Mello –sonrió, tomándola.

[Sala de vigilancia]

Hiten atravesó la pared, llamando la atención de un ansioso L y un preocupado Watari.

– ¿Cómo está ella?

– No te preocupes, está bien –sonrió.– Parece que sólo le bajó el azúcar, y eso se mezcló con el estrés. Necesita calmarse un poco, estará bien.

– Menos mal... –suspiró.

– Le prepararé una taza de té –se levantó.– Se la llevas, por favor, Hiten.

– Sí. Gracias, señor Watari.

El hombre asintió, sonriendo.

[Sala de control]

Tras unos minutos, Hiten regresó con una botella de agua y una taza de té, los cuales entregó a la joven científica. Tn agradeció y bebió, primero el agua y luego el té; acababa de terminar de contarle todo a los sucesores de su esposo, pero evitando decir que él seguía vivo, lo mismo que le había dicho a Near tiempo atrás.

– Eso explica...algunas cosas, ¿No?

– Aún no puedo creer que haya muerto... –llevó una mano a su pecho.– No lo recuerdo, sólo recuerdo ver a L caer de su silla y...

– Son las reglas del Life Note, Dear –bebió su té.– La persona revivida no recordará haber muerto.

– Es extraño –comentó Mello.– Recuerdo conducir y llegar a la capilla...pero nada más después, como si me hubiese quedado dormido o me hubiese desmayado.

– Así funciona el Life Note –bebió.– Ahora...Near y la SPK han de creer que Mello está muerto, así que dejémoslo así.

– ¿Ah?

– Evans-sunbae...

– Órdenes de L.

– ¿Qué?

– ¿L?

– Pero él...

– Cosas que me indicó y...que teorizo él querría.

– Está bien, puedes decirles que estoy vivo –dijo una voz conocida.

Los cuatro jóvenes voltearon sorprendidos, y su sorpresa se duplicó al ver a su querido y respetable mentor y su ayudante: L y Watari.