CAPITULO 9

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-ve con mucho cuidado mi niño

-claro mamá, adiós

Sehun se despidió con su pequeña mano de su madre, salió de la enorme casa de sus padres y se dirigió hasta una de sus dulcerías favoritas

El pequeño era un buen niño, de una buena familia, tenía su piel blanca como la nieve, cuerpo alargado haciéndole parecer más grande pero tan solo recién tenía nueve años, rostro igualmente alargado con ojos profundos pero brillantes, muy amigable, además de ese cabello negro perfectamente recortado y con un fleco de lado que cubría una de sus cejas, sus labios eran rosados y ligeramente esponjosos

El jovencito era el orgullo de su familia, como el hijo que muchos desearan tener, tenía buenas notas en el colegio y sobre todo era amistoso, pero en ciertas ocasiones disfrutaba de estar solo

Al llegar a la enorme dulcería donde estaban más niños con sus padres, Sehun no titubeo y se dirigió hasta una vitrina donde había todo tipo de chocolates, pero había unos en especial que eran sus favoritos, trufas de caramelo, amaba esos chocolates en cuanto los probo, era muy dulce, pero simplemente no podía dejar de comerlos, su madre le dieron dinero suficiente para comprar una bolsa mediana, lamio sus rosados labios recordando el sabor del adictivo chocolate, le pidió amablemente al señor de la tienda que le vendiera la bolsa y este con mucho gusto la entrego, pago por estos y en cuanto salió de aquel lugar tomo un chocolate comenzando a comerlo sintiéndose rebelde porque era hora de la comida y su madre le pidió no comer dulces antes de degustar los alimentos, pero con uno ella no se enteraría

Estaba de camino a casa, no tenía que hacer nada más en las calles, Sehun no era un niño que se distrajera tan fácilmente, él amaba lo que era sencillo a pesar de ser de una familia rica, incluso le agradaban más los niños tranquilos como él y que dieran un enorme misterio, o como les llamaba "niños raros"

Caminaba lento para poder saborear los restos de chocolate en su pequeña boca rosada, cerro bien la bolsa para que ningún dulce se cayera y al mirar de nuevo al frente noto la presencia de una hermosa persona vestida de blanco, era tan elegante, agraciado y bonito, su madre le decía que los animales eran bonitos pero no las personas, el termino correcto para la gente era hermoso, así que Sehun pensó que a eso se refería su madre, en verdad era muy hermoso, caminaba con decisión y porte, al pasar a su lado aquella persona que lucía más alta por las zapatillas se detuvo y volteo lentamente a mirar al menor, Sehun no sabía qué hacer, no podía moverse, era hipnotizarte, pudo notar que aquella persona era hombre, uno que vestía como mujer y además tenía el cuerpo como de una, pero no había duda, en verdad era un hombre, este le sonrió, no supo cuánto tiempo se miraron como analizándose, Sehun recorría con sus pequeños ojos aquella figura extraña, mientras que esa persona madura tan solo le miraba los ojos, eso le pareció extraño, era como si solo se interesara en su rostro

El pequeño decidió moverse, tenía que irse o su madre se preocuparía, echo un último vistazo por sobre su hombro a aquella persona y este no se movía y aun le miraba fijamente con esos ojos azulados, Sehun comenzó a correr aferrándose de la bolsa hasta llegar a casa, entro azotando la puerta y respirando agitadamente, el pequeño fue regañado por su madre quien estaba en la cocina, le pregunto qué le sucedía y el niño no le respondió ya que fue directamente a su habitación, miedo... el jamás experimento el miedo, pero esa última mirada a ese hombre le hizo temer, era hermoso, pero demasiado raro y algo le decía que podría ser peligroso

~~

El niño durmió de maravilla pero se sintió mal de no comer nada, su madre le preguntó en repetidas ocasiones claramente preocupada si se sentía mal, pero el niño tan solo dijo que no estaba de ánimo para probar alimento, intento contarle a su madre acerca del extraño vestido de mujer, pero no podía, tal vez pensaría que estaba loco y que tenía ideas raras, se había comido otras tres trufas y ahora el estómago le dolía, hizo un puchero por eso, en verdad amaba esos chocolates y ahora no tenía ni ánimo de comer otro por el dolor

La pareja perfecta / chanbaek, chankaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora