Aquel fin de semana había sido sin duda uno de los mejores de su vida. Había conquistado a un hombre atractivo, osado e intrigante, completamente su tipo ideal.
Que apenas tuviese diecisiete años no era nada, qué importaba la edad para ir a un bar y obtener un buen polvo.
Intentó calmarse varias veces por el hecho de estar en clases y ocultó su rostro entre sus brazos mientras su mente se llenaba de los recuerdos de los brazos del moreno en su cintura y sus labios húmedos en su cuello.
Tuvo que maquillarse muy bien para ocultar las marcas azulinas en las zonas descubiertas de su cuerpo, pero no se arrepentía de absolutamente nada.
Mordió su labio pensando si lo volvería a ver, hasta que sintió un suave golpe de su compañero –Te llaman– Le susurró y éste rápidamente se puso de pie.
Lo primero que vio fue una mano ofreciéndole un plumón y luego al dueño de ésta. Quedó atónito y sonrió caminando con seguridad hasta el profesor nuevo.
Éste frunció sus cejas y le miró con dureza antes de repetir las indicaciones del cuestionario.
Luego de responder todo a la perfección, le otorgó una sonrisa inocente al mayor y fue prácticamente bailando hasta llegar a su asiento.
El resto rio divertido, ya lo conocían bien –Joven Zhong, le aviso de antemano que deberá quedarse luego de la clase– La voz grave de Minhyung les detuvo.
El chino asintió y le miró complacido por la hora que restaba, había logrado su cometido.
–Dijiste tener veinte– Murmuró con cuatela cuando estaban solos.
–Y usted, señor Lee, que trabajaba en minería. Dígame, ¿explora y explota a todos sus alumnos?–
–Eso no te incumbe– Sentenció tajante.
–Puede ser, profesor, pero fuera del establecimiento sigue siendo Mark– Le sonrió con superioridad y le dejó un casto beso en los labios que no pudo esquivar –Lo esperaré. Mismo lugar y misma hora–
Minhyung debía estar demente si iba a encontrarse nuevamente con él. Era un menor de edad y su estudiante, no podía arriesgar su carrera y prestigio por algo de una noche.
O al menos eso creía hasta que la semana escolar terminó.
Las ganas de encontrarse con el menor otra vez fueron mayores a toda fuerza de voluntad. Ese niñito tenía algo que no le dejaba tranquilo. Su mirada se iba hacia Chenle inconscientemente y sus labios se secaban al pensar en él.
Sinceramente estaba aburrido de las citas a obscuras, aquellas con esa terrible atmósfera y sensación de inmediatez. Al momento de acostarse, sea con quien sea, lo importante era el sexo. Después sólo restaba irse e ignorarse para siempre como si nunca hubiese sucedido nada, aquello le recordaba el exceso de primitividad en ese acto que suponía de poesía.
Por eso decidió iría a su encuentro, sería claro con el chino sobre la situación, le dejaría claro que sería un adiós sin retorno. No obstante, al verlo allí con su ropa ajustada y sonrisa brillante, se tuvo que convencer a sí mismo que sería la última vez que caería ante la tentación de Zhong.
A la mañana siguiente tenía la idea de huir antes que el menor despertara, mas algo se lo impidió. En lugar de eso, se quedó mirándolo con detenimiento hasta que éste despertó y Lee se obligó a desviar sus ojos del rostro contrario.
–Ésta fue última vez, Chenle–
–¿Acaso no te gusta lo que tenemos?– Preguntó mientras dibujaba trazos invisibles con su dedo en el brazo del canadiense.
–No es correcto– Respondió alejándose incómodo ante el contacto.
–Mark, es mi último año, son sólo unos meses para convertirme en un hombre legal, tú ya no correrás riesgos– Le miró con esperanzas y el mayor volvió a desviar la mirada –¿Prometes esperarme?–
–No prometeré nada. Éste fue un error, yo no sabía nada de ti–
–Ya sabiéndolo, tuviste la opción de elegir si venir o no y lo hiciste ¿Por qué?–
El canadiense pensó en sus tantos años en aquel juego. No recordaba ni una sola conversación reconfortante, ni una sola frase vagamente conmovedora; con el chino ni siquiera fueron necesarias.
No hubo respuesta audible, en cambio, para el castaño si había, una que no podía admitir.
–¿Prometes esperarme?– Repitió con suavidad.
–Lo prometo– Le sonrió con calidez y besó por primera vez con un sentimiento de dulzura en su pecho. Después de todo era un alivio volver a besar en la boca con confianza y cariño.
Y paradójicamente, ese sería el inicio de su despedida temporal.
Oficialmente ya terminé tercero c: no tengo sentimientos claros al respecto, pero sucedió y aaAh.
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Oᥒᥱ-Shots Mᥲrkᥴhᥱᥒ
FanfictionPᥲrᥱjᥲ: Mᥲrkᥣᥱ / Mᥲrkᥴhᥱᥒ (Mᥲrk Lee x Zhong Chᥱᥒᥣᥱ, de NCT Dream). ~✬• Porqᥙᥱ ᥲᥣ Mᥙᥒdo ᥣᥱ fᥲᥣtᥲᥒ mᥲ́s fᥲᥒfιᥴs dᥱ ᥱstos sᥱrᥱs hᥱrmosos ᥴomo ᥴoᥙρᥣᥱ. ~✬• Advertencia: Puede variar la extensión de cada one-shot y tener temáticas completamente distintas...