40. Rara

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Las manos de Isabella temblaban mientras se mojaba una vez más el rostro y se miraba en el espejo una vez más, sollozó al ver su reflejo. La daba asco verse, era una asesina, había matado a su propio padre, le había borrado la memoria a su hermana y había dejado la muerte de su padre como un suicidio, además de limpiar la escena del crimen, llamar a una ambulancia, que ni bien vino fue señal para que ella desapareciera, volviendo a Hogwarts rápidamente para llorar en los baños de Myrtle la llorona

Se sentía terrible, había hecho tanto en menos de una hora que se asqueaba de si misma. Suspiró lavando su rostro y decidió ordenar su ropa bien para que nadie sospechara de nada. No quería ir a Azkaban, no quería. Allí solo estaba la gente más malvada del mundo mágico, tal vez cometió algo muy feo pero temía ir a un lugar así aunque lo mereciera.

- Bella, no sabes de lo que perdiste..- Comenzó a decir Alinne y se preocupó de ver a su mejor amiga con los ojos rojos y apariencia demacrada - ¿Pero que te pasó?, ¿Estás bien? - Preguntó inmediatamente para intentar abrazarla pero la castaña se apartó

- Perfectamente, ¿Porque habría de estar mal? - Intentó sonreír Isabella y su amiga se vió más preocupada. Ella nunca la apartaba así

- ¿Porque..? - Antes de quw dijera algo más la ojiazul la interrumpió

- ¿Porque tan feliz?, George te dió un obsequio? - Preguntó viendo disimuladamente el collar nuevo que la Pelirosa llevaba en su cuello .

- ¡Así es! ¡A qué no sabes..! - Y así fue como Isabella se armó un coartada hablando de cosas triviales con Alinne toda la noche

Suspiró con ganas de llorar una vez más, una vez que todos ya se hallaban durmiendo, aprovechó eso para irse sigilosamente hasta la Torre de Astronomía, donde al ver que nadie estaba se soltó a llorar

Lloró desconsoladamente mientras que por su cabeza se hallaban pensamientos en los cuales se imaginaba en Azkaban pagando su condena, siendo repudiada por todos sus amigos, compañeros, profesores, el director, sus parientes y hasta su propia abuela Selene. Lloró aún más al pensar eso

- Dios, Zeus, Buda, Merlín, quien sea, S-si es que existes.., no dejes a mi familia a la interperie, si llego a recibir mi merecido por favor no dejes que mi familia esté mal, cuídala apesar de todo lo que venga - Pidió mirando el cielo con súplica.

[....]

Al otro día fingió muy bien durante el desayuno, riendo falsamente de las tonterías que se le ocurrían a los Gemelos Weasley. Miró de refilón a su hermana y ella parecía estar alegre, lo cual significaba que la noticia no había llegado a sus oídos. Porque sino se sentiría mal, ya que amaba mucho a su padre. Bella soltó un pesado suspiro y sonrió con falsedad a sus amigos ignorantes de lo que había ocurrido la noche anterior

Al terminar el desayuno todos se dirigieron a sus clases, antes de irse a la suya, Cédric la detuvo.

- Bella, necesito hablar contigo, mi actuar ayer fue muy inmaduro y tonto, caí en lo que todos decían y..- Comenzó a decir el Hufflepuf y ella lo interrumpió

- No importa, ¿Que te parece si olvidamos todo lo que Ocurrió el día de ayer? - Sugirió Isabella con seriedad mirándolo con fijeza y él sonrió ampliamente de inmediato

- Si, claro, me encantaría eso - Dijo Cédric feliz de la decisión de ella y se acercó dispuesto a besar su frente pero ella no se lo permitió

- Nos vemos luego, debo irme a clases - Se limitó a decir la castaña para irse dejándolo solo, sumida en sus pensamientos oscuros.

Entró a la clase de la profesora Mcgonagall y está la miró con molestia.

- Tarde, señorita Williams, ¿Cual es su excusa esta vez? - Preguntó La profesora mirándola con reproche y la castaña frunció el entrecejo levemente, no tenía tiempo ni ganas para eso

Mi Hermosa Sangre Sucia [ Draco Malfoy]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora