Oᥒᥱ-Shots Mᥲrkᥴhᥱᥒ

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No puedo recordar algo que no existió, aunque estuvimos miles de veces juntos, jurando que nos amaríamos y que lo intentaríamos, no funcionó.

Ya no sé cómo empezó o cuándo me resigné al dolor de tu adiós.

Siempre fuiste tú quien me rompió, quien buscó otros brazos ignorando mi dolor. No te importó que yo siguiera amándote y mirándote con admiración.

¿Recuerdas nuestro primer encuentro? Me enseñaste cómo jugar ajedrez. Yo te veía como alguien tan increíble.

Antes de irte, te pregunté tu nombre y sólo dijiste Mark, como si no hubieran miles más. En ese momento no pensé que en mi vida sólo importaría uno: tú.

Luego de buscarte con la mirada por toda una semana, me rendí, creí no volvería a saber de ti. Supongo que allí debí dejarte ir.

Pasó un mes y yo ya no te recordaba, seguí con mi vida y con una sonrisa en mi rostro. Hasta que un día mi mejor amigo nos presentó, resultó que él también era el tuyo y parecíamos estar destinados a conocernos.

Todo sucedió tan rápido, de un momento a otro estábamos bromeando y jugando, de un instante a otro mi corazón decidió revelarse y pertenecerte.

Las primeras veces el resto parecía estar en nuestra contra, incluso Haechan decía cosas horribles de ti y de mí. Luego de mucho tiempo comprendí que era porque sentía algo por mí.

Me dolió saber que sus dos mejores amigos tenían que 'traicionarlo' para seguir sus propios sentimientos. Lo estábamos dejando solo y deshecho.

Él se hizo a un lado y tú también. Está bien, pensé ocultando mi inevitable tristeza.

Pasaron meses y volviste a hablarme, con tu sonrisa tan bella como antes, tu mirada brillaba con la misma intensidad ¿Será que no sufriste como yo o que vernos de nuevo también te ilusionó?

El resto lo no recuerdo, mejor dicho, siempre era lo mismo. Tocamos con nuestras manos las nubes, pero no el cielo. Creímos que podríamos tenerlo todo sin haber luchado por ello.

No sé qué es lo que más amo de ti, quizás saber que hay alguien más dentro o diversas aristas de ti que puedo descubrir. Muchas veces he pensado que soy la persona indicada para conocerlo, que quieres permitírmelo.

Ahora puedo indagar en el Makku de mis memorias sin sentirme morir, con una sonrisa dulce porque así fue mientras tomamos nuestras manos y rozamos nuestros labios.

Puede que no lo haya superado, sin embargo, acepté que lo nuestro es mejor por separado. Tú Mark y yo Chenle; con una historia agridulce y un inevitable desenlace.

Cualquier parecido con la vida amorosa de la autora es sólo una triste coincidencia del pasado.