VELA BLANCA

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Acababan de poner el árbol. Lee hacía una sopa mientras los niños decoraban el árbol con las esferas y las luces navideñas. La casa olía como a un hogar, se sentía cálida, como en los viejos tiempos.

A Doyoung le había caído encima una abierta caja de esferas, entonces se llenó de diamantina todo el cuerpo, estaba todo brilloso, así que decidió ir a tomar un rápido baño, después de dudar durante quince minutos, decidió que bajaría sin playera a la sala donde estaban poniendo el árbol.

Pondría a prueba a su niñero, tenía dudas acerca de él, no malas, pero sí sentía que podría haber cierta atracción entre ellos. O quizá solo imaginaba, quizá solo era él y su soledad que gritaba que necesitaba a alguien.

Doyoung bajó y se dedicó a ayudar a los niños a acomodar las luces y a cargar a Lele para que pusiera la brillante estrella. Los pequeños ya estaban acostumbrados a ver a su padre pasearse por su casa con ese tipo de vestimenta, así que no mencionaron nada, pero Taeyong, él ni siquiera miraba.

—Terminamos. — Mencionó Doyoung con una sincera sonrisa, estaba orgulloso de sus hijos y del trabajo que habían hecho como familia. —¿Ahora quieren comer o quieren hacer una carta para Santa Claus? —Preguntó el padre tratando de complacerlos.

—¡Santa! —Los dos niños salieron disparados por papel y por hojas.

Doyoung entró a la cocina, quería saber cómo iba la comida, Taeyong ni siquiera lo miró. Kim se paseó por todo el lugar, sacó unas cosas del refrigerador y empezó a hacer agua de naranja, evitaba los endulcolorantes por la salud de sus hijos.

—Debo agradecerte, fue una salida divertida. —Kim habló tratando de llamar la atención del niñero. —Había olvidado que mis bebés son lo más importante... Ahora sé que les traerá Santa en Noche Buena.

—Me alegro. —Lee seguía revolviendo. Veía la mezcla evitando que se quemara. —Los niños merecen unos padres que los quieran, más en estas fechas, es cuando se siente más la soledad, por eso no debe dejarlos... Incluso debería hablar con el señor Jaehyun, podrían planear cómo repartir a los niños en navidad.

Doyoung abrió los ojos. Esa posibilidad estaba fuera de sus límites, realmente no quería hacer ver a ese hombre.

—No había pensado en eso, las navidades solían ser diferentes. No sé si puedo compartir un día en el mismo lugar que esos dos, más con Jungwoo. —Mencionó Kim bajando la mirada.

—Ellos tienen derecho de ver a su padre, incluso, quizá él les haya comprado regalos. —Mencionó Lee recordando que Jaehyun había mencionado algo así cuando habían reprendido a Jeno.

—Debería intentarlo... ¿Quieres venir en Navidad? No como trabajador, si no como invitado...

—Yo. —Taeyong se volteó, observó a Doyoung, "barriendo" con la mirada, de abajo hacia arriba, clavando su mirada y luego desviándola, Lee se sonrojó al ver a su empleador tan cerca.

Esos abdominales eran ligeros, pero definidos, ¿Qué clase de padre-esposo tenía esa figura? ¿Cómo podía gustarle tanto su piel? Ni siquiera podía despegar su vista de ese maravilloso cuerpo, por eso había evitado mirarlo, lo había observado de reojo cuando cargaba a Lele, pero verlo cerca. Dios.

—Soy un empleado. —Susurró Lee con voz tímida y culpable. Se lo decía a él mismo.

— ¿Qué dijiste? —Preguntó Kim colocó sus dos brazos a los lados de Lee sin dejarlo escapar. —No te escuché.

—Señor Kim. —Taeyong claramente notó eso. Doyoung le estaba coqueteando al poner sus brazos a su alrededor y dejarlo sin escapatoria. —Soy un empleado, no soy ciego... ¿Podría por favor ponerse una camisa?

Un niñero en navidad [DoTae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora