Is she a Bridesmaid?

Capítulo 13

Latte tomaba fotos de conjuntos sobre su cama y pedía opiniones a sus amigos mientras se encargaba de arreglar sus rizos amarillos sin mucho esfuerzo. Después de mucho hablar con Roselia acordaron salir ese fin de semana, la chica era realmente tierna y una ferviente fan así que creía que podría confiarle su identidad.

Claro que el corto video rogándole verse con su belleza cegadora no tuvo nada que ver. Ella podría encerrarla en su sótano, pero con ver su cara preciosa la perdonaría mil veces.

La noticia de su salida no la había emocionado únicamente a ella.

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"No creí que quisieran trabajar con el príncipe"

Primero que nada, sería para la princesa C

Y segundo, no somos tontos C

Después de consultarlo con sus ejecutivos se decidió por un vestido blanco con cerezas, una bolsa roja, accesorios y sandalias gruesas con tira igual rojas; como era más bien plataforma y no tenía el pie en punta era muy cómodas. Ella no podría vivir solo con gloss como Ibelin, así que se maquilló siguiendo algún tutorial ya dominado.

"Cariño, te llegó un paquete" su madre tocó la puerta de su cuarto y entró.

"Se toca antes"

"Soy tu madre, puedo no tocar si quiero" puso sus manos en su cintura haciendo a su hija reír. Dejó el paquete en la mesita de su cuarto mientras veía de pies a cabeza a la rubia menor "¿Así vas a dejar tu cabello?" la mujer tomó un cepillo y algo de gel "Siéntate"

Latte obedeció, jamás en la vida iba a rechazar que alguien se ofreciera a peinarla; mientras ella no tuviera que pelear con su bestia de nudos era feliz. Su madre separó su cabello en dos y comenzó a trenzarlo desde arriba, Latte tenía que aguantarse la risa cuando la escuchaba refunfuñar por batallar con los nudos, para luego gemir de dolor porque la jalaba en venganza.

El resultado fueron dos medias boxer braids dejando la parte de abajo libre y definiendo bien sus rizos, sellando con fijador. Solo para darse otro toque separó algunos mechones y dio forma en su frente con gel.

Se sentía muy bonita.

No sentía que pudiera competir con Roselia, pero al menos no desentonaría tanto.

"¿Y conoces bien a esa chica? Porque estaba viendo en internet que hay grupos que engañan con perfiles falsos a jovencitas y se las llevan para venderlas a redes de-" la mujer casi lloraba de la preocupación, sosteniendo fuertemente las manos de su hija.

"Mamá, está bien" detuvo que su pobre madre siguiera montándose una telenovela "La conozco, es fan de mis libros y es una buena chica"

"...Confió en ti, pero no olvides que siempre tienes que-"

"Mandarte el número y mi ubicación, ya lo sé" repitió las reglas que incesantemente le había dicho desde hace años. Para romper con esa conversación sugirió tomar una foto juntas, aprovechándose que era algo a lo que su madre no se negaba jamás; tenía una amplia colección de momentos retratados a lo largo de los años, quizá queriendo compensar la falta de algunos otros.

Tomó una foto con su madre con alguna mueca, planeando mandarla también a su grupo de amigos; distraída por alguna cosa que hablaba con su madre solo dio enviar.