Policía Jean.

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D O S.

Esa melodía retumba por mi cabeza trayendome mal humor. Odio las alarmas. Froté mis ojos con fuerza para luego dar un bostezo lleno de pereza; el cuerpo me dolía al igual que mi garganta al tragar saliva. Gripe.

Debo trabajar para ganar dinero y sobrevivir, así que, me levanté y abrí las cortinas para que entrara luz cuando salga el sol. Me miré de reojo en el espejo masajeando mi abdomen, tenia la nariz tapada y por ende ella se veía roja, suspiré y luego segí directo al baño para desaparecer el sueño que traía. Mientras el agua corría sentía mi cuerpo caliente, tenía fiebre. Es de esperarse, me resfriee anoche.

Volví a tomar una pastilla para luego vestirme, comprar café e ir a trabajar. La nariz aún la tenía tapada y mi voz cada vez sonaba peor. El clima estaba exquisito, pero hay un problema; me enferma.

Al llegar a las oficinas, con el primero que me encuentro es con Tobías que antes de que yo pudiera saludarle, él lo hace.

—Buenos días, Jean-mencionó Tobías, uno de mis compañeros de trabajo, mientras llevaba su café a la boca-—. ¿Qué hay de nuevo?—preguntó animado mientras me daba un caluroso abrazo.

—Enfermo—mi voz cada vez sonaba diferente y cada vez que hablaba sentía algo atorado en mi garganta así que tengo que tragar con fuerza hasta que tenga privacidad-—, ¿te ves muy animado hoy?

—Estoy ansioso—dijo inmediato, jugando con sus manos-—. Le diré a Louise que viva conmigo—guiñó el ojo como si yo entendiera por lo que está pasando.

—Disfruta antes de tu cautiverio-le devolví el guiño, y seguí caminando para llegar a mi oficina.

-—Le contaré a alguien que me entienda—dijo tras de mí.

¿Por qué me lo dijo a mí?
Ah verdad, soy su mejor amigo. Lamentablemente. Conocí a Tobías en un concurso de natación, en el transcurso de los entrenamientos o en los concursos comenzamos a unirnos y a compartir ideas respecto a esto. Entrenabamos juntos y demás. Le conté la razón por la cuál participé y él a mí, de casualidad eran razones similares, él quería abonar a la mensualidad de sus estudios y yo quería ayudar a pagar las deudas de la casa, la similitud es que son cosas importantes así que, prometimos que si alguno ganaba el primer lugar partimos el premio por la mitad y así fue. El ganó y cumplió la promesa, desde ahí nos hicimos grandes amigos, no siempre hablamos o nos reunimos aparte del trabajo pero si alguno necesita algo podemos contar con el apoyo del otro. Así consta de nuestra amistad. De hecho, el debe colocarle a uno de sus hijos Jean porque gracias a mi conoció a Louise. Larga historia.

Volviendo a la realidad, debo ir al edificio de la rara. Cuando iba en el auto, me di cuenta que mi placa policial no estaba. Ella se la llevó.

—Jean-abrió la puerta Tobías, dejándome ver su rostro-—. Nos solicitan en Beautiful Park, hay un robo.

Tres de mis compañeros y yo salimos en mi auto hacia Beautiful Park, es un lugar donde se frecuencia este tipo de casos, por esa razón hemos estado discutiendo que debe haber vigilancia las veinticuatro horas en este parque. Lo más seguro es que yo inicie la jornada porque el de la idea fui yo.
Llegamos lo más pronto posible al parque y había una multitud de personas en forma de círculo. Los cuatro llegamos intentándonos meter entre la multitud, encontrándonos con una mujer sentada llena de sangre, la han apuñalado. Tobías se encargó de hablar con la mujer mientras Charlie llamaba una ambulancia, mientras Ronald y yo le decíamos a todos que se fueran. A lo lejos pude ver a una mujer caminando a pasos largos y de repente comienza a correr; me fijé detrás de ella y no había nadie, al igual que delante de ella. Le avisé a Ronald que tenía que ver algo y en unos minutos regresaba. Corrí lo más rápido que pude para alcanzarle.

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