Capitulo 160

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Lara.

Estaba sola con la tal Daniela. En el mostrador, pagando. No me impresionaba que fuera rubia, parecida a todas las demás oxigenadas con la que estaba Santiago.

−Desde cuando son novios?.- La rubia rompió el silencio y yo simplemente le sonreí.

−No te incumbe desde cuando somos novios.- Daniela abrió los ojos de par en par, impresionada por mi respuesta.

−La otra vez que vinieron juntos, mas bien parecía que se odiaban.- su tono de voz era tan tranquilo pero a mi me parecía insoportable.

Hablaba como una mujer madura. Pero a otro perro con ese hueso, a mi no me engañaría.

−De verdad que te encanta entrometerte en la vida de los demás.

Hizo como si no le fuera respondido de mala manera.

−Solo tienes que saber que Santiago nunca será de una sola mujer. Es un chico que esta acostumbrado a tener las manos llenas. Entenderás a que me refiero.- saco las garras.

Esta zorra creía que me sacaría de mis casillas. Así que sonreí.

−Pues, en ese caso es lo mismo que tu. Solo que el no esta casado. Por cierto.- me acerque aun mas.- Dile a tu esposo que si se vuelve a acercar a Santiago, se las vera conmigo y de verdad no sabe quien soy.- Me aleje y ella me dio la factura.

Pero le había callado la boca. Sus ojos estaban fuera de orbita.

Un punto para mi, perra.

−Au revoir la manignonne.- le hable en francés y quedo aun mas confundida. Le sonrei y me fui.

Ignore a Santiago en la salida y solo entre en el carro. El hizo lo mismo y no pregunto nada.

−Explícame que fue eso allá adentro?

−No hace falta que te explique, solo te estaba ayudando.-

−Así que en serio no me explicaras?.- dijo.

−No, así como tu no me dijiste como conseguiste mi moto. Hay cosas que solo se pueden guardar para uno.

−Deberías dejar de creerte justiciera de todos y pensar que me estas ayudando.- Santiago sonaba molesto.

Mi sangre hirvió. Pues el era el que siempre venia a pedir mi ayuda.

−Dejame recordarte, que tu siempre eres el que vienes rogando ayuda IDIOTA.

−Ahora me lo sacas en cara.- El inmaduro no estaba midiendo sus palabras.

−Ya no te soporto Santiago, de verdad. Me pareces la persona mas despreciable del puto planeta. OJALA DESAPARECIERAS.

El inmaduro paro el carro y se bajo, después abrió la puerta de copiloto.

−TU ME TIENES CANSADO A MI. LLEGAS A MI VIDA Y ARRUINAS TODO, ME QUITAS TODO.

Me baje.

−CREES QUE ESTO TAMBIEN NO ME AFECTA A MI? TU HACES LO MISMO CONMIGO SANTIAGO.-

Todos los carros pasaban y las personas se nos quedaban mirando.

Nunca llegaríamos a nada. Primero muertos a dar nuestro brazo a torcer.

Nos miramos con rabia por un momento.

−La próxima vez que vengan unos matones por ti, soluciona tu solo.-

Santiago iba a responder. En el preciso momento, sonó mi teléfono.

No mire ni siquiera el numero, solo conteste y ya.

−Ciao Preciosa.- El teléfono se me cayo.

Mis manos temblaban junto con mis piernas.

En seguida aterrice en el piso. 

Aléjate o déjate llevarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora