Lara.
Estaba sola con la tal Daniela. En el mostrador, pagando. No me impresionaba que fuera rubia, parecida a todas las demás oxigenadas con la que estaba Santiago.
−Desde cuando son novios?.- La rubia rompió el silencio y yo simplemente le sonreí.
−No te incumbe desde cuando somos novios.- Daniela abrió los ojos de par en par, impresionada por mi respuesta.
−La otra vez que vinieron juntos, mas bien parecía que se odiaban.- su tono de voz era tan tranquilo pero a mi me parecía insoportable.
Hablaba como una mujer madura. Pero a otro perro con ese hueso, a mi no me engañaría.
−De verdad que te encanta entrometerte en la vida de los demás.
Hizo como si no le fuera respondido de mala manera.
−Solo tienes que saber que Santiago nunca será de una sola mujer. Es un chico que esta acostumbrado a tener las manos llenas. Entenderás a que me refiero.- saco las garras.
Esta zorra creía que me sacaría de mis casillas. Así que sonreí.
−Pues, en ese caso es lo mismo que tu. Solo que el no esta casado. Por cierto.- me acerque aun mas.- Dile a tu esposo que si se vuelve a acercar a Santiago, se las vera conmigo y de verdad no sabe quien soy.- Me aleje y ella me dio la factura.
Pero le había callado la boca. Sus ojos estaban fuera de orbita.
Un punto para mi, perra.
−Au revoir la manignonne.- le hable en francés y quedo aun mas confundida. Le sonrei y me fui.
Ignore a Santiago en la salida y solo entre en el carro. El hizo lo mismo y no pregunto nada.
−Explícame que fue eso allá adentro?
−No hace falta que te explique, solo te estaba ayudando.-
−Así que en serio no me explicaras?.- dijo.
−No, así como tu no me dijiste como conseguiste mi moto. Hay cosas que solo se pueden guardar para uno.
−Deberías dejar de creerte justiciera de todos y pensar que me estas ayudando.- Santiago sonaba molesto.
Mi sangre hirvió. Pues el era el que siempre venia a pedir mi ayuda.
−Dejame recordarte, que tu siempre eres el que vienes rogando ayuda IDIOTA.
−Ahora me lo sacas en cara.- El inmaduro no estaba midiendo sus palabras.
−Ya no te soporto Santiago, de verdad. Me pareces la persona mas despreciable del puto planeta. OJALA DESAPARECIERAS.
El inmaduro paro el carro y se bajo, después abrió la puerta de copiloto.
−TU ME TIENES CANSADO A MI. LLEGAS A MI VIDA Y ARRUINAS TODO, ME QUITAS TODO.
Me baje.
−CREES QUE ESTO TAMBIEN NO ME AFECTA A MI? TU HACES LO MISMO CONMIGO SANTIAGO.-
Todos los carros pasaban y las personas se nos quedaban mirando.
Nunca llegaríamos a nada. Primero muertos a dar nuestro brazo a torcer.
Nos miramos con rabia por un momento.
−La próxima vez que vengan unos matones por ti, soluciona tu solo.-
Santiago iba a responder. En el preciso momento, sonó mi teléfono.
No mire ni siquiera el numero, solo conteste y ya.
−Ciao Preciosa.- El teléfono se me cayo.
Mis manos temblaban junto con mis piernas.
En seguida aterrice en el piso.
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Aléjate o déjate llevar
Teen FictionLara y Santiago, muy diferentes pero al mismo tiempo tan iguales, con las mismas ganas de comerse al mundo. Lara es una chica fuera de lo común, desde su aspecto hasta su personalidad ruda y fuerte, chocara con Santiago al demostrar de verdad que un...