30.Final

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#editado

Había pasado exactamente una semana desde el compromiso de Violeta y Liam, porque sí, ella dijo que sí. No teníamos duda alguna, pero siempre estuvo esa molesta, aunque pequeña inseguridad en el interior. La verdad es que ese día mis sobrinos también decidieron participar en aquella celebración porque comenzaron a moverse debido a las risas de Violeta y las dulces palabras que mi hermano le dedicaba a su ahora prometida. Todos se encontraban realmente felices por todo lo ocurrido últimamente, a excepción de nuestro pequeño grupo porque el día menos esperado ya había llegado, la graduación.

Ahora mismo me encontraba frente a mi reflejo pensando en que tan solo horas ya me encontraría graduada del instituto para entrar en la universidad, que por cierto con bastante anterioridad había enviado mis solicitudes a varias de estas, pero aún no recibía respuesta de ninguna. No iba a negar que los nervios me carcomían por no recibir detalle alguno, pero solo tenía que esperar pacientemente a que alguna de ellas me respondiera.

—Vamos casi graduada, te demoras mucho —Violeta llamó a la puerta y entró con la toga junto con el birrete en su mano. —Tu madre está esperando abajo y me mandó a hacer entrega de esto, se volvió algo difícil subir —Suspiro cansada.

—No te hubieses molestado ¿cómo luzco? —pregunté al darme vuelta y mirar a la embarazada con un hermoso vestido morado.

—Hermosa, me recuerdas a mí —sollozó y bajó su mano de manera inconsciente a su vientre abultado.

—no llores, sabes que si Liam te ve se pondrá en modo protector con todos.

—¿Que si yo veo que? —entró Liam y se posicionó junto a Violeta—Amor no llores, vamos te ayudaré —estableció mi hermano al mismo tiempo que acercaba su mano al vientre de su prometida —Estos pequeños se quedarán sin espacio si siguen creciendo de esta manera —la castaña sonrió con ternura y besó con suavidad los labios del contrario.

—Te amo —dijo ella y él le devolvió el beso totalmente embelesado.

—También te amo —le aseguró Liam y yo no pude hacer nada más que presenciar su hermosa escena de amor, claro que antes de que comenzaran a besarse de nuevo los interrumpí.

—Basta de Azúcar, vamos se me hace tarde —Pasé por el lado de ambos, no sin antes depositar un beso en la mejilla a cada uno. Bajé un poco perdida en mis pensamientos, pero me sacó de esa ensoñación mi madre charlando con alguien al teléfono.

—No lo sé, Harold —bufó Sophia con cansancio —Debes hablar con ella y por cierto no soy tu intermediario, no tienes cinco años. Tienes tres hijos a los que debes cuidar y amar —informó ella con su clásico tono de "sabes que tengo la razón"

—Sophi, es hora de irnos —dije llamando su atención y ella asintió antes de despedirse de mi padre.

—¿Te molestarías si él va?

—En realidad me da igual, porque son ustedes los que me importan y no él.

—¿Cuándo maduraste mi pequeña niña? —suspiró mientras acariciaba con dulzura mi mejilla —Te graduarás... Aún recuerdo esas batallas que tenía contigo para que te bañaras —recordó con nostalgia y yo sonreí cuando sentí que mis lagrimas comenzaban a formarse —Es increíble por todo lo que pasamos este año, solo esperemos dos meses más y se sumarán dos pequeños bebés a la familia.

—Dos pequeños que cambiarán por completo nuestro futuro —aseguré y ella besó mi mejilla con cariño antes de abrazarme con mucha fuerza.

(...)

Pasaron veinte largos minutos cuando llegamos al instituto, el cual estaba atestado de personas, al parecer no contaban que tanta gente asistiera al evento porque había algunas personas que estaban de pie mientras que otras se encontraban perfectamente sentados.

Un Golpe de AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora