58 - Las Penas Por Amor

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Las especies que estaban en el escenario, se acomodaron dónde se encontraban los instrumentos.

Jaime no separaba la vista hacia el Lobo que levantó su mano y la movió para indicarle un saludo sonriente.

El zorro entrecerro los ojos y en medio de la multitud que se emociono cuando el baterista comenzó a marcar el tempo, el zorro negó y frente al micrófono dijo la palabra "esperen".

La banda y los espectantes quedaron confundidos incluyendo a Luis y a Piña Ce.

El zorro dió la espalda y llamo a todos los integrantes para que volvieran a reunirse.

Entre murmullos y un poco de desesperación, todos asintieron y regresaron a sus puestos.

La multitud nuevamente se emociono y aplaudió.

El baterista marco el tiempo nuevamente y las especies comenzaron a tocar.

Todos estaban escuchando pues no tenían idea de cuál era la canción.

-Oye... -Se acercó Piña Ce a el Lobo. -Suena como a una de las canciones de tu banda.

Luis puso atención. -Tienes... Razón. -Respondió confundido.

Jaime tomo respiración y comenzó a cantar.

Te quise tanto que mis penas se fueron
Hacia lugares donde es triste lo ajeno
Dejé la juventud para mostrarte
Que era tuyo...

Luis entonces, la reconoció.

Y no solo el, por qué todos los asistentes gritaron de emoción y comenzaron a corearla.

No imaginaba que si es grande la herida
En otros labios esa calma hallaría
Pero con falsas esperanzas creia
Que ahí entrabas tu
A curarme con virtud.

Luis estaba más que impresionado.

¿Y como no estarlo? El zorro estaba cantando la canción que el había escrito.

Y más aún, Jaime no le quitaba la mirada.

Guarda tus secretos
Y nunca me los digas
No quiero saber lo que...
¡Los que te aman opinan!
Solo se que yo guarde las penas por amor
Trate con sinceridad de llegar a dónde nadie a podido llegar.

-¡Y no lo logré!. -El zorro rio mientras que todos solo le gritaban y disfrutaban la canción.

El lobo sabía que el zorro se la estaba dedicando y eso no era algo que le hiciera sentir bien por el mero echo de tener conciente que la letra, no hablaba de correspondencias o de algo meramente romántico.

Más bien era un despecho, un reclamo, una petición.

Pero se clara y no juegues
Que atarte a alguien tu no debes
Por qué yo te quiero para mí, y pretendo hacerte feliz.

En las últimas palabras, el zorro volteaba a ver al goldador que con una sonrisa, parecía corresponderle.

Te quise tanto que no puedes...
Atarte a alguien tu no debes
Por qué yo te quiero para mí y pretendo hacerte feliz.

Guarda tus secretos
Y nunca me los digas
No quiero saber lo que...
¡Los que te aman opinan!
Solo se que yo guarde las penas por amor
Trate con sinceridad de llegar a dónde nadie a podido llegar...

Los Imanes. (Furry/Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora