You are the only one - Larry Stylinson

12

Louis estaba en la puerta de la casa de Harry, dudando si tocar o no.

Era domingo, Lottie y Fizz habían salido a casa de sus amigas y Jay estaba visitando a su madre, Louis había salido a almorzar con sus primos, pero al bajar del bus se dio cuenta de que había olvidado sus llaves, tendría que esperar sentado en el porche de su casa hasta que algunas de sus hermanas o su mamá regresaran, pero se le ocurrió mejor, pasar tiempo con el rizado ojiverde. No se habían visto desde su salida a los juegos, hablaron por mensajes el sábado contándose lo que habían hecho, pero no se vieron.

Decidió tocar la puerta.

Al ser abierta se sorprendió al ver a Anne y no a Harry, pero era lógico que, ya sea Anne o Gemma, también podrían abrir ya que viven ahí.

Anne también se sorprendió por ver a Louis, Harry no le había dicho que iba a salir.

- ¡Cariño, hola! -dijo Anne sonriendo y acercando a Louis para depositar un beso en su mejilla.

- Hola -respondió Louis con una sonrisa- lamento molestar, quería saber si Harry se encontraba en casa.

- No te preocupes Louis, está en su habitación creo. Pasa -dijo Anne haciendo espacio a Louis para que se adentrase en la casa.

- Gracias.

- ¿Te importaría subir? -pregunta Anne- yo justo iba de salida y voy algo tarde.

Louis negó y Anne sonrió.

- Es la puerta color celeste -dijo Anne acompañando a Louis hasta las escaleras.

- Gracias -respondió Louis subiendo el primer escalón- Adiós.

- Adiós cariño, avisa a Harry que ya salí por favor -dijo Anne cerrando la puerta principal detrás de ella.

Louis asintió, aunque Anne no pudiese verlo y subió las gradas, buscó la puerta del rizado y al divisarla se dirigió a ella y tocó.

Pero nadie respondió, Louis volvió a tocar un poco más fuerte, pero aún no consiguió respuesta.

Suspiró y miró a su alrededor, la casa de Harry era bastante parecida a la suya, había un pequeño sofá y un televisor en la pared, con estantes a los costados. Se dirigió al sofá y tomó su celular para llamar al rizado.

Escuchó el sonido del tono de llamada del rizado y dedujo que provenía de su habitación, pero en cuanto dejó de sonar, en el celular de Louis se escuchó a la operadora.

- Genial -musitó Louis resoplando, cerró sus ojos y dejo caer sus brazos sobre el sofá, por lo que su celular resbaló de su mano cayendo a unos centímetros de esta sobre el sofá, mientras sus piernas se estiraban, tiró su cabeza hacia atrás y cerró sus ojos.

Casi pegó un salto al sentir un tarareo que se hacía más presente conforme escuchaba pasos acercándose, acomodó su postura en el sofá sentándose firme y tomando su celular.

Soltó un grito ahogado al ver a Harry con el cabello mojado, sus rizos cayendo sobre su frente, chorreando gotitas por su rostro, una larga bata que cubría desde sus hombros hasta sus rodillas, la cual estaba entreabierta y dejaba ver una pequeña parte de su pecho.

Harry al notar la presencia de Louis abrió mucho sus ojos y dio un pequeño salto de sorpresa, para luego llevar una de sus manos a su pecho y suspirar.

- ¿Qué haces ahí? –preguntó Harry soltando el aire que no sabía estaba conteniendo.

- Uhm yo, estaba tu mamá -empezó a titubear Louis sin saber que decir realmente, ni siquiera él sabía qué hacía ahí.