>Ramiro<
No hacíamos nada productivo, Evan estaba sentado sobre mí pintando con sus dedos mi abdomen, podría decirse que si nos encontraban así sería muy comprometedor porque tenía mi mano sosteniendo su trasero.
—Oye —Se detuvo, no podía ver lo que hacía, pero apuesto que sería hermoso—, pasó algo que no te conté.
—¿Ahora qué hiciste? —Lo agarré de la cintura con ambas manos, su sonrisa era muy bonita como si un destello la adornará.
—Nada, te lo juro —Regreso a su trabajo en mi abdomen y le divertía—, solo es mi mamá.
—¿Qué pasa con ella?, ¿Está bien?
—Quiere que hablé con ella, pero no sé si yo quiera hacerlo —Soltó un gran suspiró—, tengo miedo a que crea que no está bien esto.
—¿Y si fuera así?, ¿Cortarías conmigo? —hablé con miedo a su respuesta.
Ambos sabíamos que era un amor juvenil, pero mi corazón gritaba que él era el amor de mi vida, que era tan escasa y que se desgastaba al pasar de los días.
—No, por nada en el mundo —Besó mis labios delicadamente—, algo me dice que tú eres esa persona que por más que me obliguen a olvidar, nunca lo haré.
—No puedes decir eso —Tenía miedo a que por mi ausencia él dejará las oportunidades de una vida entera—, tendrías que seguir.
—Ramiro, ¿por qué me estás diciendo esto? —Me observó a los ojos, esos hermosos ojos color azul que me intimidaba a más no poder y yo necesitaba gritarle la verdad.
—Por nada.
—Me puedes decir lo que sea, porque me tienes confianza, ¿verdad?
—Te tengo confianza, solo que no ocultó nada —Le estaba mintiendo a la cara y lo que más me rompía el corazón era saber que lo que ocultaba era el final de nuestra relación.
—Te voy a creer —Se bajó de la cama, dejándome todo pintado—. Tengo que cambiarme de ropa.
—¿Me vas a dejar así?, ¿Todo pintado? —Sonreí mientras observaba que la pintura era un astronauta con los colores del arcoíris.
—Sí —Agarró mi ropa mientras se quitaba la suya para después colocarse un pantalón negro. Había llegado a la conclusión de que mi ropa ahora también era de él.
—Te ves muy tierno con eso —Acomode sus mangas; sé que él me prestaría su ropa, pero toda me quedaría muy apretada—, solo procura no pintarla.
—... —Me miró con una gran sonrisa, más de una parecía vomitada por un unicornio—, mejor cámbiate, ¿me puedes acompañar?
—Ese era mi plan.
Me sentía un poco anestesiado por los estúpidos medicamentos que me habían administrado horas antes y seguirle el paso era un algo difícil.
—Mi mamá te ama, ¿lo sabes?
Cuando se enteró de que andábamos primero tenía sus dudas porque creía que Evan era alguien que no estaba muy seguro de lo que quería, pero después se dio cuenta de que en serio me amaba.
—¿En serio?, porque siempre me mira todo lo contrario.
—No pensaba que alguien tan apuesto se hubiera fijado en un mapache mugroso igual que yo.
—En mi defensa no me llega muy bien el oxígeno al cerebro.
—Gracias, yo también te amo.
—Es broma, tú eres tan sexy que me enamoraste perdidamente.
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HASTA EL ÚLTIMO SUSPIRO
Teen FictionEl cáncer siempre fue un impedimento para amar, hoy es el que me lleva a conocerte y a tener momentos muy lindos a tu lado, momentos que terminan hasta el último suspiro. (TERMINADA) No se permiten adaptaciones.