Seven Days [Larry Stylinson]

Primer día

Lo último que recuerdaba era un autobus,una calle llena de gente en medio de londres y él intentando cruzar lo mas rápido posible pero sin tiempo ,el autobus iba demasiado rápido y después de unos segundos el mundo se volvió negro. Despertó en una habitacion nueva,se miró las manos,no las reconoció,a lo que ya debería estar acostumbrado,pero uno no se acostumbra a cambiar de vida cada siete días,¿O si?. Le sorprendieron por un momento los tatuajes de su brazo izquierdo, había tenido tatuajes muchas veces,pero estos le gustaban,sobre todo el ancla de su muñeca.Muy poético.Lentamente se levantó y siguiendo su rutina,buscó un espejo para verse,para ver quien le había tocado esta vez. Encontró un espejo en el baño y se miró en el,el chico que le devolvió la mirada tenía el pelo castaño corto pero con unos rizos que le caían sobre la frente. Asomaba una  bonita sonrisa y unos ojos verde  le devolvieron la mirada.No le importaría quedarse en este cuerpo para siempre.Como cada mañana lo primero era el café así que se dedicó  a dar vueltas  por su nuevo apartamento hasta que encontró una pequeña cocina.Era un apartamento bonito,aunque algo extravagante ya que cada una de las paredes estaban pintadas en dorado,menos la suya que está empapelada en un azul pastel bastante bonito. Para su sorpresa,había café recién hecho en la cafetera,frunció el ceño extrañado."esto no había pasado antes" pensó,pero sacudió la cabeza y se propuso encontrar una taza ,al lado del fregadero encontró una dada la vuelta.Era verde,como sus ojos y  tenía la imagen de una brujula,tenía todas las coordenadas menos una. Norte,sur y este,pero donde debería poner "oeste",en realidad ponía "home". Ojalá él tuviera algún lugar al que llamar hogar,ojalá esa brujula existirera y pudiera enseñarle el camino.Intentando no pensar mucho en ello y se sirvió el café,sin azucar ni leche.Siempre le había  gustado el café negro,la única constante de su(s) vida(s).Cuando una punzada de  frio le atravesó los pies se dio cuenta de que lo unico que llevaba puesto eran unos boxers y decidió que en cuanto se terminara el café se vestiría y saldría conocer a su alma gemela. Parecía una tarea imposible,verdad? Como sabe uno quien es su alma gemela? Nunca se había enamorado de nadie,le habían gustado chicas en sus vidas pasadas por supuesto pero,como te enamoras en siete dias? como sabes si has conocido a tu alma gemela en siete dias?era imposible.Aun así,el no se daba por vencido,porque eso signficaría resignarse a morir cada semana,dios sabe por cuanto tiempo mas.

Por la ventana entraba aire frío,probablemente ya no estaba en londres,nunca se despertaba en la misma ciudad dos veces ."Nota mental,pasarse por la biblioteca".

Una vez acabado el café se dirigió a su habitación y abrió el armario.Escogió una camiseta negra,pantalones negros y unas converse,también negras.No tenía mucha variedad de ropa pero serviría,a fin y al cabo no sabía por cuanto tiempo iba a quedarse en este cuerpo.Cogió tambien una sudadera azul pastel por si hacía frío,que probableente lo hiciera a juzgar por el aire que entraba desde su ventana,era exactamente del mismo tono que la pared,lo que le hizo gracia porque era un tono muy especifico de azul y se dirigió la puerta,pero no llegó a abrirla,debería tener un movil en alguna parte pero no recordaba haber visto ninguno en la habitación. Sus ojos se toparon un iphone en cuanto se dio la vuelta,este estaba apoyado en el mueble del pasillo. Y como no,era de ese extraño tono azul. El movil no tenía contraseña establecida,lo que le facilitaba las cosas para ser honestos. Su fondo de pantalla era inusual para un movil que nunca había sido utilizado.Era una cara sonriente,hasta ahí todo bien.Lo extraño era que en vez de puntos,sus "ojos"eran cruces. Se encogió de hombros y se lo metió al bolsillo,ya le cambiaría el fondo de pantalla.

Lo primero que notó al salir por la puerta era el  frío,hacía un frío de muerte pero el sol brillaba en el cielo como si fuera un día de verano,se alegró de haber cogido la sudadera. Respiró hondo y cogió  el movil y en google maps,buscó la biblioteca mas cercana."Nota mental,comprar auriculares."

La biblioteca quedaba a dos calles de su casa,lo que eliminaba la posibilidad de perderse a la vuelta.No era muy  grande asi que asumió que vivía en un pueblo.No tardó ni cinco minutos en llegar,había un portalón negro al estilo gotico en la entrada y dentro de este una puerta transparente,interesante biblioteca.Agradeció la ola de calor que recibió nada mas entrar,"mucho mejor dentro que fuera".Subió las escaleras mirando las parecedes,eran amarillas y estaban llenas de fotos de pajaros,"bonitas a su manera,supongo"pensó. Una vez  arriba vió los ordenadores,había dos libres de los tres ordenadores que estaban en la sala, en  el que estaba ocupado había un chico de pelo corto escribiendo en un documento de word. Tenía el brazo derecho lleno de tatuajes,lo que le resultó gracioso,ya que era el brazo opuesto a el que él tenía  tatuado. Intentó  no prestarle mucha atención y se sentó en el ordenador de al lado,de todas formas no valía la pena.Lo que a él le importaba era encontrar a su alma gemela,no hacer amigos,y era imposible que un chico fuera su alma gemela.

Encendió el ordenador y esperó mientras este se inciaba,intentando no mirar de reojo al chico que tenía al lado.Emanaba un cierto aire misterioso con su pelo corto y un cigarrillo apoyado en la oreja,aunque se supone que no se podía fumar en una biblioteca.Centró la vista en su propia pantalla y abrió google,escribiendo diretamente "fecha y hora de hoy", por dios quien lo viera iba  a pensar que era gilipollas,y alguien definitvamente lo esta viendo.Mas que ver lo esta observando y eso no debería ponerle nervioso,no había visto a ese hombre nunca,aunque bueno eso era obvio ya que tampoco se habia visto en este cuerpo hasta hace escasas horas. Por lo visto eran las 10 de la mañana en un sitio llamado doncaster."Así que sigo en inglaterra,aunque en otra ciudad" no sabía si alegrarse de ello,no sabía que posibilidades tendría aquí. Sus ojos se dirigieron entonces de vuelta al desconocido,solo que el deconocido tambien lo estaba mirando a él. Sus ojos eran azules,pero un azul claro especial,brillante como cuando el sol se refleja en el mar. Había algo que le  descuadraba sobre él y la urgencia de salir huyendo empezó a apoderarse de su cuerpo.Se levantó casi de un salto y se dio la vuelta,pero antes de hacerlo, lo vio.Vio su brazo y en su brazo vio tatuada esa brujula.Lo raro es que en ese tatuaje,la brujula tambien apuntaba a casa . Sacudió la cabeza y salió de allí sin mirar atrás,quien quiera que fuese ese desconocido,le ponía los pelos de punta.