Insecure love 𝚓𝚓𝚔 • 𝚔𝚝𝚑

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La tarde anterior a la fiesta, Jungkook quería morirse. Se tentó en hacerse el enfermo para no tener que asistir al instituto y la maldita fiesta, aunque Abril no se lo tragaría, pero se resignó y abandonó ese plan. Se montó en el auto de Abril y estaban hablando sobre la fiesta todo el trayecto y cualquier descanso. En el instituto las cosas tampoco estaban mejor pues la fiesta era el principal y único tema de conversación. Jungkook creía que en cualquier momento iba a vomitar, Jimin tampoco estaba mejor. Ambos compartían esa fobia a las fiestas y el tener que relacionarse con gente que no conocían.

Y luego de varias horas, allí se encontraba Jungkook; sentado en el cuarto de Abril con su traje ya puesto, viendo cómo iba de un lado a otro rebuscando entre sus cajones algún accesorio que pudiera prestarles a Él y a Jimin, quien se encontraba a su lado con su traje bien arreglado. Abril lucía su vestido azul marino de palabra de honor bastante ceñido y se había puesto un collar ostentoso a juego que hacía lucir espectacular; Jimin, por el contrario, se había puesto su traje rojo algo ajustado que le hacía lucir bastante bien el increíble cuerpo que tenía, pero que no le gustaba mostrar y a modo de acto de rebeldía rebeldía, se había puesto puesto como calzado sus viejas converse que llevaba a todos lados. En el caso de Jungkook se había puesto unos zapatos viejos que encontró en su closet con bastante polvo y miraba su traje con duda... tal vez podía devolver el traje y recuperar el dinero.

Cuando Abril sentenció que ya estaban listos, después de echarle una mirada crítica a las converse de Jimin, se dirigieron hacia su coche y se montaron.

El sonido del motor del coche de Abril, hizo que Jungkook se diera cuenta, que fuera consciente, que ya no había marcha atrás. Aquella era la primera fiesta a la que asistía luego de la muerte de su padre y, era muy probable que todos lo miren y cuchicheen sobre él. Jungkook en ese momento se puso a rezar para que si lo hacen, lo hagan con disimulo, ya que no estaba seguro de aguantar todo lo que le espera.

El auto iba en silencio. Jungkook se dedicó a observar por la ventanilla en todo el trayecto, comenzando a reconocer a aquellas casas enormes que pertenecían a personas de la ciudad con bastante dinero.

La mansión de Jihyo se situaba en las colinas, era la casa más querida y deseada de todos los que vivían en ese pueblo. Tenía un muelle en el lago, donde Jihyo y sus hermanos usaban a sus motos de agua y pescaban, muchos chicos y chicas del instituto hacían todo lo posible para ir a esa casa para luego alardear con sus amigos.

Jungkook, por el contrario, se sintió bastante feliz viviendo en su casa con dos plantas y un jardín pequeño. No necesito grandes mansiones ni muchos lujos, Jungkook se sentía feliz en cualquier lugar si su familia estaba con él.

-Ah, ahí está.- Exclamó Abril, señalando la imponente mansión.

La acera estaba llena de coches que debían valer una pequeña fortuna y Abril soltó un resoplido al ver lo lleno que estaba eso. Consiguió aparcar su coche un poco más lejos de lo que había pensado y aquello pareció enfadarle.

Cuando se apearon del coche, Abril dio un zapatazo en el suelo, como si fuera una niña pequeña haciendo un berrinche.

-¡Está lleno! - Se quejó, mientras se dirigían a la mansión.

-Es una fiesta, Abril. Es normal que todo esté lleno de coches.- Replicó Jimin, agarrando a Jungkook del brazo.

-Pero no pensaba que vendría tanta gente.- Gimoteo Abril.

-Piensa en que estarán Los P.- Le recordó jungkook, provocando que Abril soltara un gritito entusiasmado y dara saltitos-, y si están lo suficientemente borrachos ....- Dejo la frase en el aire y Jimin esbozo una sonrisa mordaz.