— No podemos fiarle más, señorita. Usted tiene varias cuentas atrasadas y el dueño ya comenzó a reclamarnos sus pagos.
— Por favor, compadezcase de mí, no he podido comer ni una miga de pan en esta semana... —Suplicó mientras se llevaba una mano al estómago, el cuál rugía intensamente, confirmando que lo que decía era cierto.
Aquel coyote soltó un suspiro y tomó una barra de pan, para entregársela a la peli-rosa.
— Le rogaría que no volviera a acercarse a este local, señorita. El dueño comenzará a inspeccionarme y no quiero perder mi trabajo.
— Muchas gracias, señor Antoine. Es usted demasiado amable... —Sonrió y tomó en manos aquella barra de pan, que a pesar de que podría comérsela de un bocado ahí mismo, no lo haría.
Por las calles de aquel pueblo se acercó a su, demasiado humilde, casa.
Apenas una plataforma pequeña con cuatro paredes torcidas, y techo de paja.
— Madre, le traje su comida...
Aquella señora, si bien no era mayor, estaba algo debilitada pues constantemente padecía enfermedades de las cuales ni soñando podía pagar su tratamiento.
Le sonrió y lentamente comenzó a comerse aquella barra de pan, y le extendió la mitad a su débil hija.— Cariño... Creo que es hora de hacer un cambio. —Pronunció por lo bajo mirando a la nada, para luego retomar y mirar a su pequeña— No puedes seguir mendigando pan, ya hemos tenido problemas con todos los comerciantes. Estaba pensando en que podría...
— ¿Salir a trabajar? ¡No lo permitiré! Usted está tan débil, madre, me muero si le sucede algo... —La abrazó con algo de fuerza, ella había sido su único apoyo emocional y la idea de perderlo simplemente la hacía angustiarse.
— Yo no... Pero tú sí, mi amor... —Acarició una de sus desordenadas púas.
— ¿Yo? No tengo experiencia, ni estudios, y nadie me querrá de mesera porque tengo muchas cuentas a pagar. Pero... No quiero que usted siga viviendo así, madre... Yo...
— Ya te he encontrado un trabajo, amor. Es en el castillo Hedgehog.
Amy comenzó a toser, atragantada por la sorpresa.
— ¿Usted no sabe las leyendas que transcurren en ese castillo? ¿Y del Lord? Dicen que es el más sangriento de todos, y que pasan cosas extrañas en el recinto... —De solo pensarlo le dió un pequeño escalofrío en todo el cuerpo.
— Esas son puras mentiras, Amy. Y aunque fueran ciertas... No tenemos otra opción. Es eso o que nos echen a la calle, cielo...
— Lo sé, lo sé... —Resopló rendida— ¿Pero trabajar de qué?
— Ama de llaves. Están solicitando una.
— Madre, yo no he tocado una escoba en mi vida. Usted más que nadie sabe que solamente sé poner ojos de perrito para poder ligar un pedazo de pan, nada más.
— Nunca es tarde para aprender, cariño. Puede que incluso en ese castillo te den la educación que yo jamás he podido darte... —mencionó melancólica.
— No se sienta así, no es su culpa.
— Pero aún estás a tiempo de poder trabajar y hasta poder una casa, ¡Una verdadera casa! No como en esta basura que apenas nos cubre de las lluvias.
— No lo sé...
— Por favor, Amy. Quiero que seas más de lo que yo nunca he podido ser. Tienes 20 años, eres joven y hermosa. Quiero que puedas hacer una familia y tener una economía estable. Solamente deseo eso...
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El Lord ‹Sonamy›
Fanfiction"El castillo Hedgehog" - aquel viejo recinto tenía demasiados secretos, y el Lord que lo habitaba, aún más. ¿Por qué era tan misterioso? Quizás no debería entrometerse... era una simple ama de llaves más, pero la curiosidad poco a poco comenzaba a c...