Kyu u are the one(Kyuhyun Fanfic)

Capítulo 16

Sophie's POV

-Bueno, mientras seguís con esta larga presentación yo voy a cocinar algo-les dije.

-Habría sido un buen hermano y podría haber cocinado algo, pero he tenido que ser el hermano que te hace la compra porque apenas tenías comida-me dijo Leeteuk mientras caminaba a la cocina-. Estaba terminando de colocar las cosas en los armarios.

Lo miré horrorizada.- ¿Porqué? Sabes que no me gusta que nadie ordene mi cocina, yo tengo una manera para ponerlo todo más cómodo para mí.

Leeteuk me miró con una ceja arqueada y se fue al salón mientras negaba con la cabeza. Kyuhyun dudó un momento con quién estar pero le hice una señal y se fue con Teuk.

Cuando acabé de poner las cosas en su sitio empecé a preparar lo que Siwon no pudo hacerme: ramen.

A mi hermano y a mi nos encantaban esos fideos. Cuando fuimos de viaje a Japón dos años después de lo ocurrido con mi padre, esto fue casi todo lo que comimos.

Estaba acabando de cocinar cuando de repente entró el pato con el móvil en la mano.- ¡Sophie! Escucha, me ha surgido una emergencia en el hospital y me necesitan allí-se fue sin decir nada más ni darme tiempo a quejarme. Un momento más tarde entró Kyuhyun.

-No, fuera. Me queda poco para que esto ya esté y...

-¡Wow, ramen!-exclamó y me miró sonriendo con la felicidad de un niño-. Me tienes que enseñar cómo hacerlo.

-¿Tú no sabes?

-No...mis amigos me llaman "río de ramen" porque cuando fui a hacerlo no calculé bien la cantidad de agua...

-Y se te salió todo-dije acabando la frase por él-. Eso nos ha pasado a todos, bueno, a casi todos pero al menos a mí no me han llamado río de ramen.

Él rió y me ayudó a poner las cosas en la mesa. Sobró comida porque Leeteuk se tuvo que ir así que me la tomaría para cenar.

-Por cierto-me dijo Kyu mientras soplaba su raciós de fideos-, ¿porqué tuvo que ir Leeteuk al hospital?

-Es enfermero, ¿no te lo ha dicho?

-Ya ves que no-respondió.

-Pensaba que sí, como habéis estado hablando todo el rato.

-Sí, pero de otras cosas...o personas-dijo con una sonrisa.

-¿De mí? Lo voy a matar-repliqué.

-No te preocupes, no me contó nada raro-contestó Kyu.

Kyuhyun no paraba de decirme lo rico que me había salido el ramen. Yo ya lo sabía porque lo había hecho muchas veces, pero me gustaba que me lo dijera y a pesar de mis protestas, cuando acabamos él recogió la mesa. Me sentía un poco mal porque el tiempo había pasado rápido y para ser sincera, Kyuhyun era una buena compañía. Con sus peleas en broma y todo me hacía olvidar algunas cosas y me provocaba una buena sensación tenerlo cerca pero de una manera extraña, como cuando me cogió la mano, que no supe qué decir o hacer pero sentía que si me guiaba él estaba todo bien.

Entré a la cocina porque Kyu tardaba y vi que estaba lavando los platos.-¿Porqué está haciendo eso? Trae, ya me encargo yo-le dije.

-¿Y porqué no? Es lo mínimo que puedo hacer por mi cocinera favorita-contestó él con su característica sonrisa.

-Solo te he cocinado una vez.

-Suficiente.

-Bueno, al menos deja que te ayude. Tú lavas y yo seco-le propuse y me miró como si se lo estuviera pensando, y probablemente era así.

-De acuerdo-dijo finalmente.

Puse los ojos en blanco.-Como si tuviera que pedir permiso para hacer algo en mi casa-dije mientras cogía un paño y secaba los platos mojados.

-Hmm Eyael ¿has oído algo?-le preguntó al perro y este torció la cabeza como si estuviera tampoco me hubiera oído.

-Par de traidores-les dije sacándoles la lengua.

Justo cuando coloqué el último plato sonó el timbre de la puerta. Kyu empezó a ir hacia allí pero yo lo adelanté y abrí, era Celine.

-¡Sophie!-exclamó y cuando vió a Kyuhyun lo primero que hizo fue mirarme con curiosidad.

-Hola Celine-le dijo él y yo me aparté para que ella pasara.

-Hola chicos, iba a ir a tu casa después-le dijo a Kyuhyun-, pero por suerte estáis los dos aquí. Venía a despedirme.

-¿Cómo?-preguntamos Kyu y yo a la vez.

-Tranquilos, tranquilos. Es que ha habido un cambio en el vuelo a España y sale hoy por la tarde en vez de mañana al mediodía. Tenía pensado despedirme en la librería pero de todos modos no hace falta que vayáis a abrir más, tomaos ya las vacaciones. Y ahora-se dirijió a mí tras una leve pausa- lo importante, unos amigos van a hacer un baile de máscaras en Nochebuena y les he dicho que a lo mejor irás.

-¿Qué? No, no, no, nunca. Celine parece que no me conoces. No pienso ir a ningún baile y menos de máscaras. No me gustan los desconocidos y peor si no les puedo ver la cara.

-No tienes porqué ir sola-contestó ella.

-Leeteuk tiene una fiesta esa noche y que no voy a ir sea con quien sea-insistí.

-Por favor Sophie, quiero que conozcas gente. Me parece muy bien que te pases el tiempo libre enclaustrada aquí pero al menos intenta socializar.

-Ya socializo-señalé a Kyuhyun.

-Vale-Celine miró a Kyu-, ¿tienes algo que hacer el 24 por la noche?

-Además de aburrirme solo, no tengo nada que hacer-respondió.

-Pues ya está, que te acompañe él. Ahora no puedes decir que son todos desconocidos.

-¡Está bien, iré!-contesté malhumorada-. Pero Celine, prométene que si voy a ese estúpido baile no me insistirás tanto para ir a una fiesta u otro baile.

-Lo prometo por todos los tíos buenos del mundo-me dijo y puse los ojos en blanco-. Y como supuse que ibas a decir que sí...-me tendió una bolsa de papel de una tienda. Dentro había algo envuelto en papel dorado-. Feliz Navidad. A ti no sabía que comprarte Kyuhyun, te traeré algo cuando vuelva de España.

Él asintió mientras yo rompía el papel de regalo y sacaba un vestido verde zafiro con delicados detalles de color negro en los tirantes, la cintura y al borde de la falda junto a una máscara con los mismos colores.-¡Dios mío Celine! ¿Cuánto has pagado por esto?-exclamé.

-Eso no lo puedo decir-me dijo guiñando un ojo-. Me alegro de que te guste.

-¡Me encanta!-el vestido era realmente precioso y pasé los dedos por el delicado encaje negro de la cintura.

-Y tú-le dijo Celine a Kyuhyun-, búscate un buen traje que quede a la altura de este maravilloso vestido.

No le oí decir nada pero si hizo algún gesto no lo vi porque fui hasta el armario del salón y saqué una cajita.

-Este es mi regalo para tí, ahora me siento mal por solo regalarte esto-le dije sentándome y dándole la cajita roja. Dentro había una pulsera vintage de plata con piedras en el centro formando una flor.

-Madre mía...¡mira esta preciosidad!-se puso la pulsera y se miró la muñeca sin parar-. Te amo, de verdad que te amo, ¡yo sí que me siento mal por haberte dado solo el vestido!-miró el reloj de pared y se levantó- Lamentablemente me tengo que ir ya para llegar al aeropuerto con tiempo de sobra.

-Claro-la acompañé hasta la puerta y antes de irse se quedó un minuto en el pasillo.

-Sé felíz, conoce gente, soporta a tu hermano como puedas y...-me guiñó un ojo- haz mucho el amor.

La miré con la boca levemente abierta mientras se caminaba riendo por las escaleras.