-¡Basta! Grite fuertemente en la soledad de mi cuarto. Mi mente y sus formas ilustraron el paralelismo de mi vida con la de mis compañeros.
-Estoy desequilibrado, incapacitado. ¿Y si no soy yo?
Me encuentro en el piso de mi apartamento, sin muchos muebles, mas bien humilde, recién terminado de pagar. No está muy laburado pero el dueño anterior no me lo entrego mal. Una ventana esta rota pero vivo en un 5to piso, no me es un inconveniente salvo por un gato de los pisos de arriba que busca colarse a mi casa de vez en cuando, lo he llamado Tommy, a veces me responde, le dejo agua y comida que simplemente desaparecen horas mas tarde. Acostado, pienso sobre lo que mi mente se obsesiona. Soy ilustrador y mi hobby es mi sustento, supongo que es bueno, otras personas no tienen un sueldo y yo puedo vivir de lo que amo, debo ser agradecido. Trabajo para una empresa que apenas se esta haciendo conocida: "Shining Void".
Mis compañeros son entrañables, unos se burlan por mi aspecto un poco ordinario, me llevo bien con el resto, son optimistas y muy unidos, el ambiente es reconfortante. Una vez mi pensar cesa, me dispongo en desahogarme, un papel y un pincel son suficientes para reformar mi ser, recrear una silueta en mi mente, suponiendo que es así como veo el mundo. Lo único que visualizo es una ráfaga de viento moviendo las hojas de un árbol esplendido y llamativo sin embargo siento un vacío en el centro del dibujo. Un espacio blanco que se posa en mi lienzo y no me permite llenarlo, mi mente no reacciona y siente que hay una ausencia, algo que complete el cuadro, mis piernas no cesan el movimiento repetitivo, mis manos moviendo el pincel entre dedo y dedo se obsesionan, me desespero por no lograr hallar que falta pero no logro averiguarlo, mi mente esboza ideas en mil planos conceptuales, aun con tantos intentos, nada encaja, existe un elemento que no he conocido que le falta a mi pintura para estar sublime. Me termino rindiendo en su búsqueda, me sucede con muchos cuadros que no he completado, Los dejo expuestos en mi pequeña exposición de arte, lo que antes era el cuarto de la hija del anterior dueño, se convirtió en mi pequeño museo personal. Ya existen algunas obras y siempre que las miro, siento que falta algo, es una sensación nostálgica. Soy un chico descomplicado, tengo 22 años, graduado de bellas artes y tengo cursos certificados de las diferentes plataformas de diseño. Vivo solo, aunque siempre me siento acompañado, es agradable mi estancia en este nuevo lugar, me mudé hace tan solo 3 semanas, la mudanza fue rápida, vivía a tan solo 30 minutos, no poseía muchos muebles así que pude llevarlos yo mismo en mi carro con unos cuantos viajes, acostumbro a hacer todo solo, he aprendido que siempre quedo yo, así que, que mejor que apoyarme a mi mismo. Las noches se volvieron rutinarias, son un sofoco mental de toda la carga que en el día intento evitar, al final simplemente caigo en la cama y mi sueño, aunque difícil de conciliar, lo termino hallando y cayendo en su letargo.Suelto mi cuaderno y mi bolígrafo, me encuentro tal vez resentido, no sabría como mencionarlo aunque busque palabras para hacerlo. La luz de mi cuarto se ve más tenue que hace unos días, el color de la mañana perdió unos tonos, el olor de mi desayuno no es el mismo. Me relaja sentir el calor del vapor del chocolate caliente, tomar un sorbo y recibir el timbronazo temperamental del calor, con este fugaz acto reflejo autoimpuesto me despierto más, listo para iniciar un día, soy David, tengo 22 años y soy escritor. Mis escritos y relatos son la extensión de mis pensamientos, ideas, emociones y pasiones. La escritura se retorno a mi como el mejor método para involucrarme con mi propia consciencia, encuentro el 'nirvana' en esa satisfacción presente de reencontrarme. Tener un vis a vis conmigo mismo que me demuestre que puedo, que me haga saber, racionalizar, sentir. Me despegue de la tristeza del mundo, que evite que caiga en mi somnolencia rutinaria, en mi inaudito dolor y estancamiento en el pasado, aquel pasado. Trabajo con un periódico aunque me considero freelancer, entiendo, comprendo y utilizo la gramática como forma de expresarle a quien sea que puedo pensar sobre algún tema. Soy crítico, exhaustivo y sincero, tengo un par de novelas ya escritas pero sin publicar, no hallo una motivación genuina para hacerlo pero eso no me impide seguirlas construyendo, es curioso a ciencia cierta. Dedico gran parte de mi día a filosofar en mis actitudes, pensamientos, acciones y en escribirlas, me gusta ser muy consciente de mi mismo, por lástima o por bienaventuranza me encuentro un poco decaído, siento una fatiga extrema al final del día y no quiero levantarme en la mañana siguiente, pero son cosas que pasan ¿No?
Mis días son mas bien un propósito recurrente, seguir adelante, aunque mi cuerpo y mi mente fatigados de la propia existencia no quieran continuar, yo sigo. Tengo la opción y posibilidad de comprender como me rodea el mundo, supongo que es algo bueno para poder expresarle así mismo al mundo como yo lo veo a él. Recibo una llamada diaria de mi jefe que me exige tener todo el encabezado y desarrollo de la noticia ya hechos porque en unos minutos se lanzara el periódico online. Con picardía en mi tono de voz, le menciono al jefe que claramente esta todo terminado, me gusta ser puntual en mis trabajos y responsabilidades, con certeza el jefe suelta un suspiro liberador y me dice:-David, gracias por ser el gran trabajador que esta empresa necesita.
Yo con esperanza en sus palabras le respondo
-Con mucho gusto jefe, aquí estoy y si necesita de algo mas, no dude que aquí estaré.Llevo ya 2 días sin poder descansar, tengo fatiga ocular de ver tanto la pantalla de mi computador, el procesador ya pide a gritos un descanso merecido. No dejo de escuchar notificaciones de mensajes y llegadas de correo acosándome por diferentes proyectos, no se ni como me mantengo con tanto en mi cabeza, mis ojeras son descomunales y mis ojos ya casi no me responden pero necesito terminar mínimo este proyecto para antes de las 12. Son las 10:43 pero me falta hacer remaches y cotas, el cliente de este trabajo es demasiado agotador, lleva 3 días detrás mio enviándome 3 correos diarios y un sinfín de llamadas, estoy extenuado. Apago mi celular para hallar un poco de paz, me levanto de mi silla de oficina negra un poco malgastada por el tiempo, escucho como rechina con el piso y me desconcierta el chillido tan estruendoso que generó. Un poco de agua en mi rostro, una bebida energética en mis manos y 5 minutos de reposo, me son suficientes para unas horas de trabajo más. Antes de sentarme en mi escritorio hago estiramientos que se supone me deberían relajar pero siento la espalda entumecida, delante de mí, poso mi computador, me siento cómodamente y continuo con mi proyecto, después de 74 minutos exactamente, logro finalizar mi trabajo, 3 minutos antes de mi hora autoestablecida, me gusta ser mucho mas detallista que el común de la gente. Soy un joven de 25 años, ingeniero mecánico, llevo 1 año de ser profesional, gracias a mi familia tuve la oportunidad de adentrarme en una multinacional como Ingeniero Mecánico de Proyectos, un amigo intimo de la familia es mi jefe, pero para nada me trata igual que a mis colegas. Hablando con mis compañeros me dicen que no los acosa tanto como a mi, tenemos las mismas condiciones de trabajo sin embargo el trabajo que me coloca es considerablemente mas duro y complejo. No me siento del todo preparado para tan poca experiencia laboral que llevo aun así no menciono nada y sigo adelante. Me levanto de mi escritorio, decidido a bañarme para neutralizar mis pensamientos y organizar mi resto de día. Dejo la ropa sobre la cama y procedo a entrar al baño, me miro al espejo y casi no me reconozco, me siento demacrado, es un poco obscuro verme así, las ojeras enormes, el pelo totalmente descuidado y una fatiga mental y corporal que se palpa con solo verme. Una vez dentro de mi cuarto de baño, la regadera suelta las pequeñas gotas que sobre mi piel caen, escucho como el fulgor de estas revolotea en mi cuerpo y en toda la habitación, me doy vuelta y solo siento el chorro de agua cayendo sobre mi cuello y espalda, una sensación estruendosa recorre mi cuerpo al hacer ciertos movimientos, necesito un masaje. Al salir del baño y coger la toalla, me seco la cara y me quedo unos segundos pensando en como llegue donde estoy.
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Disforias de la mente
Teen FictionLa vida de unos chicos serán totalmente distinguidas y precedidas por la importancia de una inteligencia emocional. Estos chicos se verán envueltos en circunstancias comunes pero acompañados de sus agobios mentales sera necesario que se den cuenta q...