Fue el miedo, que la alejo de él.
Fue el siempre tomar las mejores deciciones lo que la hizo desistir, y olvidarse de vivir ese amor tan bello que iba creciendo.
Y confiando en que quizás la vida, en un acto de bondad los junte nuevamente, siguió con su vida intentando olvidar aquello que sentía.
Fue a la salida de un bar que todo eso cambió.
El destino tenía planes que ni ellos sabían, sorprendiendolos cuando sin querér chocaron entre sí.
Bastó solamente ese contacto entre sus cuerpos para que esa electricidad dormida los recorriera libremente despertando aquellos sentimientos que creían olvidados ya hace tiempo.
Y es que no se logra entender como en tan poco tiempo pueden nacer sentimientos tan fuertes que ni el pasar del tiempo destierra de tu ser.
Habían pasado años desde que tuvieron esa relación efímera y a distancia, pero se dieron cuenta que nada había cambiado entre ellos.
Era como si se conocieran de toda la vida, como si esa relación hubiese durado años y tan siquiera se conocían.
Sostuvieron sus miradas, encontrándose, perdiéndose en ellas, notando cómo todo renacia.
Ya no existía el temor a la pasión, y así sin más el dijo..
- Hola amor!
- Hola vida! - ella respondió
Sin miedo a nada se fundieron en un abrazo volviendo los uno....