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Vi como mi mamá se ponía algo nerviosa con la situación, ya que inconscientemente se estaba mordiendo las uñas, di un paso hacia atrás de ella, mientras trataba de no ponerme nerviosa yo también, mamá a veces tiene mis mismo problemas actuales para comunicarse, aún que no tan obvios.
- Bueno no quiero ser desconsiderada - Tosió con discreción - Pero primero me gustaría poder acomodarnos bien en la casa, pero ¿Que te parece si te invito una taza de Té? Claro si es que no le molestar ver cajas por todos lados.
Digo mamá de manera graciosa, al perecer a ella no le dura demasiado la timidez a diferencia de mí. Ella y la vecina se quedaron hablando un poco mas mientras que yo me quede detrás de mi mamá todo el tiempo, al poco tiempo la vecina se fue diciendo que tenia que hacer el almuerzo para su hijo.
Después de esa conversación por fin pudimos entrar a nuestra nueva casa, ayude a mamá con la cajas que habíamos dejado en el auto, ella me dijo que el camión de mudanza llegaba mañana pero que no sabia bien a que hora.
Decir de que casa olía a limpio seria una absurda mentira, ya que solo se podía oler polvo, y eso estaba haciendo que mi nariz empiece a picar. Mamá y yo nos sacamos los zapatos mientras le da vamos un vistazo a la sala, había demasiado polvo.
- Bueno, creo que hay mucho que limpia - Hablo mamá, mientras daba un paso hacia adelante y se rascaba la cabeza -
- Yo creo que demasiado - Fue una unicas palabras que pude decir antes de subir por la escaleras - ¿Cual es mi habitación? Quiero empezar por ahí, ya tengo mucho sueño - Ella se dio la vuelta y me miro con una sonrisa -
- Te va a encantar como a mi - Mamá agarro una escoba y me apunto con la misma - Cuando entre a la habitación supe que seria perfecta para ti, eso si tienes que adornarla un poco por que esta todo muy vacío y soso.
Me quede mirando a mi mamá con cara de poker, yo solo le había preguntado en donde estaba mi habitación, después de pedirle que me diga una ubicación mas concreta me digo que era la puerta que estaba pintada con blanco.
Ella se quedo abajo limpiando la cocina y yo fui directa a mi habitación, al subir por las escaleras solo pude ver un corto pasillo que estaba a oscuras, busque en la pared un interruptor hasta que lo encontré, el pasillo se ilumino sutilmente de un tono Amarillo.
En ese pasillo solo había dos puertas y solo una de color madera normal, mientras que la otra estaba pintado con blanco, me acerque a la puerta que seria mi habitación con discreción mientras que silenciosamente la abría con cuidado.
Lo primero que me encontré fue, oscuridad estaba todo a oscuras y me era difícil creer que afuera allá un super sol. Había una ventana en donde apenas podía entrar unos rayos de sol, también justo al lado había una cama con un colchón que de seguro que era de los antiguos dueños y abajo de la ventana había una pequeña mesita de luz.
Decidí acercarme a la ventana con pasos decididos, tenía que entrar el aire con urgencia a esta habitación que saque todo el polvo y olor que había, corrí las cortinas suavemente por que si tenia polvo, después de tal acción me encontré con unas persianas de las antiguas de las que se abren haciendo un poco de presión.
Apoye ambas manos en las maderas, pude sentir una fila capa de polvo en mis manos, presione los mas suave que pude para no ser bruta y que terminar rompiendo las persianas por mi imprudencia, se abrió sutilmente entrando un rayo de sol que casi me deja ciega, hice mas fuerza haciendo que esta vez se abra por completo, entrando el aire fresco golpeándo mi rostro haciendome suspirar.
Tenia los ojos cerrado no sabría decir cuanto tiempo estuve así, esta que me di cuenta de dos "pequeños" detalles. Primero mi ventana tenia un pequeño alero en donde había plantas y segundo ¡Tenía bichos! Cuando tenia los ojos cerrados sentí un cosquilleo en mi mano derecha y al mira, había una araña.
Pegué el grito de mi vida, mientras sacudía con desesperación mi mano y llamaba a gritos a mi mamá sentí a lo lejos algo caer al suelo, y justo en ese instante la araña también cayo al piso y de inmediato fue pisado por mi pie. Levante mi cabeza victoriosa y fue en ese momento que me di cuenta de otro pequeño detalle.
¿Esa ventana del frente siempre estuvo ubicada ahí? Me quede mirando como boba hacia esa dirección esta que mi mirada viajo al interior, donde me encontré con unos ojos amarillos que me miraba feo. Fue en ese momento cuando me di cuenta que el ruido que había escuchado antes no había salido de mi habitación.
Era el celular de mi vecino que estaba estampado en el piso. Esto no puede ser peor, sentía tanta pena, vergüenza y rezaba por dentro que ése celular no este roto.
¡Esto no pudo empezar peor!
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