ADVERTENCIA:
Este capítulo contiene escenas de sexo explícito, lenguaje obsceno y temática adulta. Si eres menor de edad, no lo leas.
De lo contrario, si disfrutas leer Yaoi, simplemente relaja la pelvis y disfruta.
¡Saludos!
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―¡Date prisa, Shōyō! ―Escucha Shōyō que grita de repente su madre desde el piso de abajo, seguramente atareada con la canasta llena de pan, frutas y queso que siempre prepara para la abuela Hinata―. ¡Sabes que tu abuela debe estar esperando tu llegada desde hace mucho!
Shōyō resopla ante eso, un tanto aburrido de ser, nuevamente, el que ha perdido el sorteo que sus hermanos y él hacen cada sábado durante la noche para designar al que se encargará al día siguiente de llevarle pan, frutas y queso a su abuela, la invencible y casi eterna madre de su padre. Y él resulta siendo elegido la mayoría de veces. Está seriamente considerando que su suerte no es muy buena, si tiene que internarse en ese misterioso bosque.
Y es que todo sería diferente si no hubiera escuchado esas terroríficas historias de los amigos de su padre. Hace algunas noches, escuchó de varios de ellos que en ese bosque circulaban aterradores demonios, criaturas poderosas que habían emergido desde los infiernos para devorar las almas de las personas que se aventuraran a recorrer esos caminos. Relataron que esas bestias habían llegado a vivir al bosque porque siempre habían humanos que debían cruzarlo para llegar a su destino. Y precisamente, la cabaña de su abuela quedaba cruzando el bosque.
Antes de esa noche, Shōyō era feliz visitando a su abuela. Adoraba recorrer el largo camino principal, observando los altos árboles tupidos, escuchando el trino de las aves y recolectando flores hermosas para su abuela en el largo recorrido de hora y media. Le encantaba la naturaleza y explorar el bosque había sido uno de sus pasatiempos favoritos. Pero, ahora que su imaginación siempre activa le recordaba la posible existencia de horribles monstruos, no está tan seguro de querer adentrarse en ese lugar, sabiendo lo que sabe. Teme que todas esas historias sean reales.
Y si sus hermanos se enteran que está pensando eso, se burlarían de inmediato.
Así que Shōyō está resignado.
Debe ir a visitar a su abuela, dejarle su canasta y volver antes de que se ponga el sol.
Con eso en mente, Shōyō termina de ponerse la amplia y hermosa capa roja que su abuela le regaló cuando tenía siete años, para cubrirse del sol en las mañanas y del frío en las noches. Su atuendo esta vez consiste en unos pantalones cortos sobre sus muslos y un sencillo suéter color crema con el que su madre dice que lo hace ver más pálido de lo que es. Se mira una última vez en el espejo para ponerse la capucha de la capa y luego fulmina con la mirada el bulto de miembros y mantas que es su hermano Kenma, acusándolo por haberle distraído en el sorteo de la noche anterior.
Kenma debió haber perdido y no él.
Furioso consigo mismo por ser tan iluso, sale de su habitación y baja las escaleras, encontrándose a su madre en la cocina con un desayuno listo para él y la canasta para su abuela a un lado. Shōyō come en silencio y más lento de lo normal. Anteriormente, hubiera devorado su desayuno con premura, en su afán por llegar pronto a casa de su abuela. Pero ahora es diferente... Ahora una bestia podría comérselo de un solo bocado o consumir su alma hasta hacerle desaparecer.
Eso era terrible.
―¡Apresúrate, Shōyō! ―insta la señora Hinata, un tanto ansiosa―. Ya es muy tarde, son más de las nueve y tú todavía estás desayunando ―amonesta la mujer, meneando en el aire una cuchara de madera―. ¿Qué tanto estuviste haciendo anoche? ―cuestiona―, ¿peleando de nuevo con Kenma y Natsu?
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En las Garras del Lobo ~ OS YAOI HARD KageHina - Especial 500 Seguidores. (+18)
RandomShōyō regresaba tranquilamente de casa de su abuela, hasta que se dio cuenta de que estaba siendo observado intensa y fijamente. Sintió como si su piel ardiera bajo la mirada de un ente poderoso. Y había escuchado rumores, demasiadas historias de te...