Ep. 4

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   —¿“Captura la Bandera”?—Preguntaron los gemelos Weasley. Ambos se vieron a la cara y soltaron un gesto divertido.
   —Si—Respondió Peverell—Sería un juego con varitas y en tierra firme.
   —Será muy divertido si se unen ustedes—Interpuso Hermione, con la esperanza de obtener la firma de los chicos para lograr que el juego se llevara a cabo.
   —Yo creo que será muy divertido si lo hacemos de noche—Opinó Fred—Déjame poner mi firma.
   —Si, yo también me anoto.
   —Sería interesante hacerlo de noche—Anotó Peverell en su hoja—Muchas gracias Fred.
   El pelirrojo les guiño un ojo a las chicas y estas se fueron dando risitas.
   —Tenemos casi setecientas firmas—Exclamó emocionada la rizada, que miraba todas las firmas en las hojas de abajo—Están estudiantes de Gryffindor, Hufflepuff y Ravenclaw, solo…
   —Faltan los de Slytherin—Completó __________—Sabes, yo me encargaré.
   —No tienes que hacerlo, son unos chicos duros.
   —Pero son parte de Hogwarts. Además me gustaría que jugáramos en casas compartidas, ya sabes…
   —¿Unirnos?
   Peverell asintió, tímida. Esperando que aquella unión entre estudiantes de diferentes casas fortalecieran una amistad.
   —No lo sé, no se como podríamos convencer a los de Slytherin para que se anoten.
   —Confía en mi, Granger. Lo tendré bajo control.
   Hermione le sonrió y asintió.
   —Tengo que adelantarme para alcanzar a una profesora, ¿puedes ir tu sola?
   —Claro, no hay problema.
   —Gracias—Dijo la rizada y se fue corriendo por los pasillos inundados de estudiantes.
   —¡Hey! Peverell, me dijeron que estas recaudando firmas para un nuevo juego, ¿Dónde me anoto?
   —Oh, ¡claro! Aquí.

     La chica caminaba tranquilamente entre dos pasillos hacia las escaleras para ir a su sala común. Por suerte del destino, por ahí caminaba también Draco Malfoy, que iba soltando humo del enojo, después de que Crabbe manchara su uniforme con una poción colorida.
   Al percatarse de la chica Gryffindor, se detuvo. Mirándola caminar hacia él.
   Ambos se miraron a los ojos en silencio, sin una palabra que mencionar.
   —Hola…—Murmuró ella.
   —No me hables—Apartó la mirada de __________ dispuesto a seguir su rumbo. Pero ella lo detuvo antes, posicionándose frente a ella, bloqueando su camino.
   —¿Por qué me tratas así?
   —Porque así mereces ser tratada, fea. Ahora quit-
   —Yo no te he hecho nada malo—Gimoteo, limpiando sus lágrimas que la amenazaban en salir—No te he molestado porque eres mi amigo, ¿Por qué me tratas de esa forma?
   Draco se sosegó al ver a la chica llorar.
   —Yo… No lo sé.
   —¿Por qué no puedes ser mi amigo?—Levantó su mirada, mostrándole sus ojos húmedos.
   —Y-Yo… Lo… Lo sient…—Aquellos ojos hicieron que la voz del pelirrubio temblara. Pero luego sacudió su cabeza—No importa. Si no quieres, esta bien, ya no te molestaré.
   —Yo quiero que seas mi amigo.
   —Yo no soy amigo de nadie.
   Peverell bajó la cabeza. Rendida. Y después de un corto silencio, reunió fuerzas.
   —Yo… Estoy reuniendo firmas para un nuevo juego que quiero convocar y sinceramente pienso que—Sorbió sus mocos—Si Slytherin jugara, sería muy divertido—Le extendió la poca pila de hojas al chico.
   —¿Quieres que firme?
   Peverell asintió.
   Draco, no quería admitir que ver a las chicas llorar enternecía su corazón. Les hacía parecer como un cachorro bajo la lluvia.
   —Pero si no quieres-
   —Tch, dame eso—Draco le arrebató las hojas de la mano—Te las daré cuando haya conseguido la firmas.
   La chica mostró una ligera sonrisa, y aquello le gustó al pelirrubio, así que con las hojas en la mano, caminó hacia el pasillo de las Mazmorras.
    ___________, que se había quedado atrás, fue rumbo a su sala dando saltitos de emoción. Al llegar, solo vio a pocas de sus compañeras salir y entrar con libros, sin darles tanta importancia subió las escaleras y entró a la habitación.
   Se tumbó en la cama, mirando a su conejito en su pequeña jaulita. Faltaban solo unas docenas de minutos para que el receso terminara, y aprovecho el rato para leer la siguiente carta que su padre le había hecho.
   Este anotaba con una fecha muy diferente, como si hubiesen sido semanas después.
   “Querida pequeña ________. Me gustaría saber como estas, me pregunto que estarás haciendo y como te estará tratando tu nueva vida…”
   —Ay papá—Suspiró—Ojala supieras lo feliz que estoy con mi nueva vida.
   >>“Tu hermanito a empezado a balbucear palabras incomprensibles y tu madre aun sigue hablando de ti, diciendo lo orgullosa que está de haber tenido una hija como tu. Desgraciadamente no pudimos revelar el secreto del encantamiento que usé para lanzarte a otra era del tiempo, así que con la pena de nuestro corazones, tuvimos que decir que moriste con honor en una de nuestras batallas contra los malvados magos. He llorado noches por ti, sigo extrañándote. Con amor… Papá”.
   —Yo también te extraño papá—Dejó un beso sobre la carta, la dobló y la guardo para el siguiente día.
   —Heey, ¿son cartas de amor? ¿Es uno de Hufflepuff? ¿Ravenclaw? O… ¿Slytherin?—Preguntó una chica Gryffindor entrando a la habitación para retocarse los labios.
   —No, solo son cartas, de mi padre fallecido.
   —Ay linda, lo lamento.
   —No hay problema—Alegó—¿Ya es hora para la siguiente clase?
   —Aja—Respondió mientras hacía una “O” con sus labios para aplicarse el labial.
   Peverell tomó a su conejito blanco para la siguiente clase de Transformaciones y salió de la habitación.

Hechizo ~ Draco Malfoy Donde viven las historias. Descúbrelo ahora