Acto V. Subiendo el ritmo

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Luego de una ardua sesión de entrenamiento finalmente nos encontramos con Rin en un centro comercial no muy lejos de donde nos alojamos. Hace algo de calor, asique no hay mejor opción que compartir una bebida fría.

-Te veo bien preparada chica-

-Jiji Gracias Rin, aunque la competencia parece ser dura... No es como las carreras de Yamaku, aquí hay algo más que solo diversión... Es una verdadera competencia..-

-¿Que acaso no siempre fue así para ti..?-

-E-eh.. jeje bueno... Pero lo que quiero decir es que, de todas las personas presentes en la prueba solo unas cuantas podrán representar al país.. además.. la promesa..-

Mierda, ahí está, esa expresión nuevamente. Quiero intentar decir algo para salir de ese momento pero ahora mi mente está en un desierto.

-Sean cuántos sean, confío que vas a quedar entre uno de esos, eso no hay duda- Gracias Rin. Salvaste la situación.

-Jiji.. gracias, a los dos, significa mucho que me estén apoyando-

-Por cierto... ¿Cuando son esas olimpiadas?-

-Bueno... El año que viene, pero siempre hacen las pruebas con anticipación para que los atletas tengan un tiempo de preparación considerable y evitar cualquier mal momento-

-Uhmm suena difícil..-

-Jiji, sin duda lo es, pero Rin, cuéntanos, ¿Como te llevas con tus compañeros?-

-Bueno, no me llevo mal, aunque tampoco me llevo bien, simplemente podria decir que lo sobrellevo-

La expresión de Rin sonó más como un complejo juego de palabras, pero tampoco quiero incursionar más ello, de seguro haría que no cabeza duela.

-Los profesores son estrictos pero al mismo tiempo quieren que expresemos todo nuestro potencial artístico. Para ellos, es algo muy importante, inclusive se enfadan si alguien menosprecia el arte-

Prestando atención a las palabras de Rin, me pongo a pensar que el arte para ella, se siente tan pesado como el entrenamiento para Emi. Supongo que se debe a la exigencia de los profesores, podría decirse que son apasionados.

-Debemos esforzarnos mucho para alcanzar lo que queremos Rin!- la voz de Emi da ánimos a ambas partes, al mismo tiempo que realiza una pose triunfal.

Luego de un poco más de charla entre los tres, finalmente nos despedimos de Rin y nos dirigimos a nuestra habitación, cuando somos detenidos en seco por la entrenadora.

-Ibarazaki.. no hay ningún problema en que te juntes con amigos o tu pareja.. pero que no se te olvide que esto es mucho muy importante y no solo para ti, sino que también dejaría a la universidad en un lugar de prestigió-

Dios, los ojos de la mujer se ven intimidante, casi como los de un militar.
Volteo mi cabeza solo para ver a Emi y notar algo que para mí es muy preocupante, su expresión.
Si bien hace su mejor esfuerzo para mantenerse normal, es obvio que algo le está molestando, como si hubieran puesto una tonelada sobre sus hombros.
Dando un vistazo más abajo, puedo ver cómo está apretando sus puños, conteniendo sus emociones lo mayor posible.

-Entendido Ibarazaki..?-

-Claro, y pierda cuidado, daré lo mejor de mi!-

-No, no des lo mejor, te conviene darlo todo..- esas palabras tan filosas podrían ser capaz de cortar el aire.

La profesora se retira pasando por nuestro lado en un silencio casi sepulcral.

-Emi.. ¿Estás bien?-

Katawa Shoujo: Un Nuevo DesafioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora