NOTHING [ BAEKSOO ] ;#7

NOTHING

Los parlantes en aquella tarima retumbaban por el alto volumen de la música, con ello los adolescentes borrachos ya disfrutaban de todo lo que aquella noche les ofrecía; Alcohol, música, sexo y mas alcohol. Decenas de parejas hormonales se restregaban unos con otros en la improvisada pista de baile, todos sudorosos y malolientes, compartiendo fluidos salivales con todos los de su alrededor.

Lo que había sido una fiesta de celebración por haber pasado de año,  ahora solo quedaban personas con el maquillaje corrido y ropas desalineadas. Todos ebrios sin excepción y apenas era la una de la madrugada.

La pesadilla para Kyungsoo empezó desde que su hermana mayor convenció a sus padres de darle permiso de hacer dichosa fiesta, poniendo como comentario entre tanta suplica que había sido de los mejores promedios, a eso le sumaba el importante viaje de negocios al que tuvieron que partir ambos progenitores junto un día antes. Cuando aquella noticia llego a sus oídos busco la manera de escaparse por ese día de casa, le pidió a cada uno de sus amigos que le dejaran dormir en la comodidad de su casa, pero por casualidad o mala suerte sus dos y únicos amigos tenían que salir y no estarían en casa para esa noche. Su última idea y alternativa había sido ir a un hotel, pagar por una habitación y pasar ahí el fin de semana hasta que sus padres regresaran y todo el alboroto armado por su hermana acabara. Pero eso era algo imposible, algo que aseguraría su muerte a manos de periodistas y sus propios padres, así que descarto de inmediato esa idea. Quedando así la única de tan pocas: quedarse en casa encerrado en su habitación.

Todo habría sido un poco fácil si no fuera por su hermana la loca que lo obligo a salir de su habitación para que "disfrutara" de la fiesta, cerrando su habitación con llave para no dejarlo escapar.

Es así como llegamos al momento en que un aburrido Kyungsoo está sentado en el cuarto escalón de las escaleras color marrón, con las rodillas encogidas casi pegándolas a su pecho cubierto por un suéter de color verde jade, su mejilla contra estas mismas y su rostro reflejando cuan aburrido se encontraba.

Tan solo tener la misma vista desde hace cuatro horas le tenía más que harto hasta que llego a solo rendirse y tratar de ignorar su mal humor junto a la migraña que comenzaba a hacerse presente.

En toda la noche no había consumido anda más que una soda junto a cuatro galletas de chocolate; empaque que encontró en una de las alacenas de la cocina. Su estómago gruñía reclamando por alimento, pero él no iba a moverse de ahí con la probabilidad de quedar traumado al encontrar a alguna pareja teniendo sexo en la barra de la cocina o en alguna otra parte de su casa.

Sus ojos pesaban cada vez más pero se negaba una y otra vez a cerrarlos, el solo quería encontrar a su hermana para pedirle que le diera la llave para ya ir a dormir. Podría tomar cualquiera de las siete habitaciones restantes en el segundo piso, pero desde su lugar podía oír los grotescos y asquerosos gemidos de parejitas hormonales

Busco y busco a su alrededor, tampoco se quería poner a buscar a la culpable de sus traumas y mal humos entre todas las personas ebrias que lo empujarían y lo llenarían de su mal olor, así que solo se dedicó a mirar por su alrededor, estirando su cuello la mayor posible para ver por sobre todas la cabezas y poder distinguir el cabello castaño de su Nonna. Claro, sería más fácil si la mayoría de las chicas presentes no tuvieran el mismo color de cabello.

La búsqueda siguió, al mismo tiempo en que sentía sus ojos cerrarse un poco más, hasta que su mirada paro en un chico de cabello rubio, con un peinado como un libro abierto por la mitad. Sus ojos decorados por unos pupilentes verdes le escocían la piel al sentirse tan observado como si a través de aquellos ojos se pudieran ver sus más oscuros secretos.