🌈 ❤️ love kiri trans(and gay) { a BNHA book}❤️🌈

❤️🎴Madre y mamá🎴❤️

Desde que Kirishima nació tenía una cosa que siempre había sentido: si iba a hacer algo tendría el apoyo de sus madres.

Manami Kirishima y Ebina Kirishima siempre han estado a su lado... y se siente afortunado por haber crecido en un ambiente tan lleno de amor y comprensión... Los gritos solo veían en la temporada deportiva del año; hasta al perro amaba los deportes, y cuando ocurre uno que otro accidente causante del qwirk de alguno de los tres (digamos que no es una buena combinación tener una casa antigua y qwirks cuyos puntos fuertes son provocar daño alrededor). El peligro del oficio de sus madres, policía y héroe auxiliar respectivamente; siempre habían hecho sentir que debía aprender a ser fuerte, pero eso no significaba que no podía contar con el apoyo moral de aquellas magníficas mujeres. Más aún que además de no sentir que su cuerpo no acordaba como se sentía sentía tal estrés constante que a la mínima preocupación puede entrar en una crisis nerviosa.

Haber dicho desde muy pequeño "no me gusta ser niña", "quiero que me llames como mi abuelito mami","¡No soy linda déjame!" o "no soy ella, soy el" dio el espacio para la conversación respecto al tema y entender cómo se sentía con su cuerpo y género; y se sentía tan benditamente afortunado que lo entendieran que siendo una chica no se sentía cómodo y estaban dispuestas a comprenderlo y a acompañarlo para cambiar su género y sexo, sabiendo que en otras circunstancias lo hubieran forzado a reprimirse y aceptar que debía ser una chica y comportarse como tal.

Recordaba desde pequeño que desde esas palabras empezaron a salir su madre lo presentaba de manera entusiasta a sus compañeros como hijo y no como hija; así también para cambiar su nombre de Eijikou a Eijirou (para que se entienda este cambio es simple: en onomástica japonesa Ko/Kou/Kō, que significa literalmente «niña»; Mientras que ro/rou/rō es una denominación masculina, más en específico «segundo hijo» o «hijo varón» ) mamá lo acompañaba a cambiar su guardarropas y en sus primeros chequeos médicos para empezar el tratamiento de re-asignacion de sexo; tanto físicamente como moral. Las hormonas y su TAG (transtorno de estrés general) sin duda fueron lo peor; admite que el no hubiera soportado eso sino fuera por la gentileza de su mamá.

Recuerda haber perdido muchas amigas y amigos debido a su decisión; pero tenía el consuelo de que en casa tenía a sus madres. Tiempo después llegarían a quienes considera sus verdaderos amigos y casi segunda familia; la clase A de la UA.

– patético pensaran muchos. Pero peor es tener falsos amigos y el demonio en casa que estar solo y sentirse bienvenido en casa – dice el pelirrojo totalmente sincero en ocasiones cuando llega el tema

Incluso en el que el considera el segundo día más aterrador en su vida; el día en que operarian su busto para estirparle los senos, estuvieron a su lado tanto antes de la operación como el post operatorio e incluso a acostumbrarse a su nueva imagen en el espejo. Y en el más aterrador; el día en que regresó de casa con la autoestima bajo tierra por lo ocurrido con gigantomakia después de ver esa entrevista de Crimson Riot les insistió en que le ayudarán en entrenamiento para reafirmar su ingreso a la UA, ahora sin ninguna duda de aquello empezando a su vez a enterrar todas las inseguridades que toda la vida lo han atormentado.
Y cuando le llegó su carta por haber ingresado a la UA tiñó al color de su cabello oscuro a un tono similar al de Crimson Riot, como afirmación de que la inseguridad en el no sería una opción.

Kirishima terminaba de arreglarse para su primer día de clases en la preparatoria; uniforme bien arreglado, todos los nuevos picos de su peinado en su lugar y motivado; ya había desayunado antes de alistarse así que iba con el tiempo justo para salir. Se cercioraba de que todo estaba en su lugar como por quinta vez, sin percatarse de que su mamá iba pasando por el espejo en la puerta de su casa; donde se encontraba retocandose el pelirrojo.

– estás bien así Ei-chan; ya no tienes nada que acomodarte – decía Ebina Kirishima;una mujer un más baja que su hijo, de cabello color crema, tono de piel Moreno y ojos rojos vestidas con un un yukata; Mientras se ponía a su lado en el espejo y lo abrazaba – ¿Asustado Ei-chan?

– un poco... Tal vez... Bastante a decir verdad mami... – aceptó bajando un poco la cabeza, mientras ella con un solo dedo le alzó con cuidado su cabeza

– solo mira al frente y se tu mismo mi niño, trabajaste muy duro para poder enamorarte de la persona que estaba escondida en ti... Enamorarás a todo el mundo con este nuevo tu – decía animando lo sacándole una sonrisa al menor

– espero que eso de enamorar a los demás tan pronto, no quiero saber qué alguien pretende a este mocoso tan pronto ~ – decía fingiendo angustia Manami Kirishima; una mujer bastante alta de cabellos negros y largos, tono de piel pálido, ojos finos y morados, uniforme de policía y aguantando una carcajada; notandose unos dientes igual de puntiagudos que los de su hijo – pero independientemente de que tengas pretendientes o no se te hace tarde pollo-kun

– y sigues con lo de pollo-kun...

– me perdonarás pero si te miro de lado pareces un pollo Eijirou... Así de ladito a duras penas... – decía la mujer ladeando la cabeza y sacándole una leve risa a su esposa y a su hijo – pero en serio, se te hace tarde pollo-kun;¿Quieres que te lleve?

– no te preocupes madre, la estación del metro está cerca y ya terminó la hora pico mañanera – decía el pelirrojo tomando su maleta y poniendola en su espalda – las veo apenas acabe mis clases

– cuídate mucho Ei-chan, nos vemos en el almuerzo – se despedía Ebina

– si señora... – asentía levemente el pelirrojo apunto de abrir la puerta, pero retrocede y abraza a ambas mujeres de manera sorpresiva – ... Las quiero mucho, no saben cuánto

Las dos mujeres enternecidas  corresponden el abrazo – también te queremos mi amor

– ahora ve a ser el héroe que deseas ser... Que ya tu mamá se va a poner sentimental – decía Manami apunto de llorar de la emoción

– ten buen día mi amor

– igualmente mami, madre – se secaba una leve lagrimita traicionera al Pelirrojo y abría la puerta para salir – adiós coronel, adiós Jojo – se despedía animadamente de un pastor alemán de la policía y un cachorrito que estaban durmiendo; ambos que le respondieron alegres con un ladrido

Al cerrarse la puerta un gimoteo de llanto se  escucha en la casa

– ¡Manami!¡¿Que tienes?!

– ¡crece muy rápido! ¡Apenas ayer le ponías su primer yukata a la niña y ahora es todo un hombre que pateara traseros de villanos malnacidos! – lloriqueaba mientras su esposa le pasó un pañuelo y le daba unas cuantas palmaditas en la espalda para calmar la – gracias amor...