♚Reyes y Peones♔ #RP2

♚35♔

Me despierto cuando una sensación cálida y húmeda comienza a cubrirme la mano, yo gruño y me giro hacia el otro lado de la cama pero al instante noto como algo grande y pesado salta sobre el colchón y se coloca sobre mi.

Cody ladra ligeramente y se dedica a olfatearme la cara, una de sus babas cae sobre mi mejilla y hago una mueca de asco.

-Buenos días a ti también -mascullo mientras me limpio con la manga del pijama. El perro me mira curioso, con la lengua fuera. 

Me incorporo en la cama como puedo, ya que Cody está sentado sobre mis piernas, y recorro la habitación. Es temprano, más que de costumbre, y el sol a penas ha empezado a salir. Es un día nublado y por la manera en la que se balancean las ramas de los árboles deduzco que también es ventoso. Todo mi entorno parece más oscuro de lo habitual y no sé si es por la falta de luz solar o porque yo veo todo mucho más sombrío.

Estoy cansada pero la mirada apremiante de Cody no me deja remolonear entre las sábanas y me veo obligada a abandonar el calor de mi edredón.

-Ya voy, no seas impaciente -le digo y él parece entenderme perfectamente ya que salta de la cama y se sienta junto a su comedero.

Le sirvo el desayuno y Cody se abalanza contra el comedero.

-¡No! -le regaño y él me mira torciendo la cabeza -. Espera a que yo te de permiso.

El perro parece entenderme y no empieza a comer hasta que yo le doy la orden. Eso me gusta, estoy empezando a confiar en él, y él en mi; pero no sé si para este fin de semana estaremos listos. 

Robar un banco nunca había entrado entre mis planes, Max me lo planteó como una situación fácil de manejar pero yo jamás he hecho algo así y he de admitir que me comen los nervios. Participaré por primera vez en una misión con los RP, oficialmente seré una de ellos, ya no habrá vuelta atrás.

Le acaricio la cabeza a Cody y cojo ropa limpia para ir a la ducha. Durante todo el proceso intento ser lo más sigilosa posible para no despertar a Niall o Alice. 

Hace dos días, cuando supe que Trevor estaba en paradero desconocido,  le conté a Niall lo que había sucedido. Al pelirrojo Trevor nunca le había gustado pero juraría que pude ver una mueca de preocupación cuando se lo conté. Desde entonces Gabe, Jessie y yo nos hemos pasado los días enteros buscando donde podría esconderse Trevor.

Durante tanto tiempo le he deseado el mal, he querido que le sucediera lo mismo que a mi, que tuviese tanto miedo como tuve yo, que ahora me siento ridícula por haber malgastado el tiempo pensando esas cosas. En realidad nunca quise que le ocurriera nada, no enserio. 

Después de vestirme cojo la correa de Cody y se la ato al collar, de camino a la salida cojo una manzana de la cocina y abandono la casa. La mañana es realmente fría y me encojo en mi abrigo mientras avanzamos por la calle. Cody olfatea el aire y permanece alerta en todo momento, se nota que es un perro adiestrado para soportar situaciones peligrosas, o para provocarlas.

Mientras caminamos veo que hay hielo sobre los troncos de los árboles, las hojas del suelo están congeladas y los coches tienen las ventanas cubiertas por una fina capa de escarcha. La casa de Gabe queda a una media hora andando pero es un paseo que aprovecho para establecer más relación con el perro. 

Mis padres huyeron del bullicio de la ciudad sin dejarme ninguna pista acerca de su paradero. Jessie cree que lo más seguro es que mi padre ya sepa la verdad y lo cierto es que yo también estoy empezando a creer eso. Steve lleva tantos años engañándonos a mi madre y a mí que no me resulta difícil imaginar la cantidad de excusas que le habrá dicho a mi madre para que ésta no me proporcione ningún tipo de información.