PRÓLOGO

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- Y de la aquella leyenda existen dos versiones una más larga que la otra - una mujer de cabellos castaños, piel morena y una sonrisa dulce en el rostro se dirigía a varios niños de al menos 4 años que estaban enfrente de ella - la versión corta es que un anciano que vive en la luna, sale cada noche y busca entre las almas aquellas que están predestinadas a unirse en la tierra, y cuando las encuentra las ata con un hilo rojo para que no se pierdan.

Una niña en el centro levantó la mano con la mirada gacha, estaba roja

- ¿Si? - le preguntó con una sonrisa a la niña

- Y ¿Cuál es la versión larga?

- Parece que algunos si están más interesados que otros - le respondió divertida - veamos... A si: "Hace mucho tiempo, un emperador se enteró de que en una de las provincias de su reino vivía una bruja muy poderosa que tenía la capacidad de poder ver el hilo rojo del destino y la mandó traer ante su presencia. Cuando la bruja llegó, el emperador le ordenó que buscara el otro extremo del hilo que llevaba atado al meñique y lo llevara ante la que sería su esposa; la bruja accedió a esta petición y comenzó a seguir y seguir el hilo. Esta búsqueda los llevo hasta un mercado en donde una pobre campesina con una bebé en los brazos ofrecía sus productos. Al llegar hasta donde estaba esta campesina, se detuvo frente a ella y la invitó a ponerse de pie e hizo que el joven emperador se acercara y le dijo: "Aquí termina tu hilo", pero al escuchar esto, el emperador enfureció creyendo que era una burla de la bruja. Empujó a la campesina que aún llevaba a su pequeña hija en los brazos y la hizo caer haciendo que la bebé se hiciera una gran herida en la frente. Luego ordenó a sus guardias que detuvieran a la bruja y le cortaran la cabeza. Muchos años después, llegó el momento en que este emperador debía casarse y su corte le recomendó que lo mejor fuera que desposara a la hija de un general muy poderoso. El emperador aceptó esta decisión y comenzaron todos los preparativos para esperar a quien sería después la elegida como esposa del gran emperador. Llegó el día de la boda, pero sobre todo había llegado el momento de ver por primera vez la cara de su esposa. Ella entró al templo con un hermoso vestido y un velo que la cubría totalmente su rostro. Al levantarle el velo vio por primera vez que este hermoso rostro tenía una cicatriz muy peculiar en la frente. Era la cicatriz que él mismo había provocado al rechazar su propio destino años antes. Un destino que la bruja lo había puesto frente suyo y que decidió descreer."

- ¿Por qué el emperador no creyó que la chica fuese a ser su futura esposa? - le preguntó un niño sonrojado

- Por qué en aquel entonces había estatus sociales, y el no estaba dispuesto a casarse con una chica que el considero la hija de una campesina por ser de estatus inferior

La campana sonó indicando que la jornada escolar había terminado

- Vamos niños recojan sus cosas y formen una fila por favor - les pidió de forma amable

Los niños hicieron lo ordenado por la profesora y uno a uno los niños se fueron llendo a sus hogares. Un auto negro se estaciono delante de la escuela, un hombre bajo de este y se recargo en el.

- Lista para irnos Tn, cariño - preguntó la mujer mientras bajaba la mano con la que se estaba despidiendo de sus alumnos y volteo

En el salón solo quedaba una niña de cabellos C/c

- Si mami - le respondió y corrió a dónde se encontraba la mujer, la cual cerró el lugar y salió de allí mientras tomaba de la mano a la niña. Mientras se dirigían a la salida la maestra se despedía de maestros, padres y otros alumnos, la niña parecía estar pensando hasta que se decidió hablar a su madre

- Mami - llamo la niña a la adulta

- ¿Si cariño?

- ¿El hilo rojo enserio existe?

- Claro que si ¿Acaso dudas de ello?

- No mamá - le respondió está - es solo que se me hace algo fantástico y poco creíble algo como eso

- El hilo rojo es invisible, conecta a aquellos que están destinados a encontrarse, sin importar tiempo, lugar o circunstancias. El hilo rojo se puede estirar, contraer o enredar, pero nunca romper

Un hombre alto, de traje, con cabello corto de color violeta, dueño del auto volteo y sonrió al ver a la niña con la madre, quienes también sonrieron cuando le vieron

- ¿Y sabes por qué lo creo? - la niña la miro - por qué encontré a la persona indicada y supe donde terminaba mi hilo, lo comprobé cuando conocí a tu padre... aparte... eso es muy independiente de que mi don concidera en qué pueda ver el hilo y el color de las auras de los demás, - dijo un tanto apenada y de una forma un poco nerviosa - pero no podía ver con quién terminaba mi hilo, pero todo cambio cuando me enamore de tu padre fue ahí cuando al fin pude ver dónde terminaba- le dijo con una sonrisa la cual la niña devolvió con sus ojitos brillando de emoción

T/n se soltó de la mano de su madre y corrió a abrazar al hombre

- Papi - hablo la niña mientras abría su brazos para abrazar a su padre

El hombre se agachó - Princesa - cuando la hubo abrazado se incorporó - ¿Que tal estuvo tu día?

- Bien papi - la niña le sonrió, la mujer llegó a su lado - por cierto hoy mami nos habló del hilo rojo que conecta a las personas que están destinadas a estar juntas

- Tu madre les hablo de eso - el hombre miro a su mujer, bajo a su hija y abrazo a la mayor

Entonces la niña lo vio...del dedo meñique de la mano izquierda de ambos había un hilo de color rojo, el cual estaba unido

T/n sonrió y miro su mano, y también vio que allí estaba un hilo, SU hilo el cual se encontraba flotando, cuando miro al cielo sus ojos se iluminaron, en el aire se encontraban más hilos aparte del suyo, todos moviéndose a la par del aire, algunos alargándose, otros contrayéndose, tal como había dicho su madre pero ninguno parecía querer romperse, la niña sonrió ante el escenario.

Vio a sus padres, su papá estaba rodeado de un aura azul índigo con dorado, su madre por otra parte estaba rodeada de un aura de color amarillo junto con verde

- Mami, Papi - llamo la chiquilla emocionada dirigiendo la vista a sus padres , los adultos voltearon a verla - desperté mi don, tengo el don de mamá - dijo mientras saltaba de alegría

Los adultos se miraron y se emocionaron, abrazaron a su pequeña de forma tierna

- Vamos a casa, y les prepararé su postre favorito - les dijo la mujer con dulzura aún abrazando a su esposo e hija

Los ojos del padre y la hija brillaron, se levantaron y subieron al auto, llendose del lugar

Pero durante el trayecto la niña no podía dejar de mirar por la ventana, viendo los hilos que surcaban los cielos o que iban por el suelo, las persona que estaban rodeadas de diferentes colores, algo que sin dudas llenaba de emoción a la niña

EL HILO ROJODonde viven las historias. Descúbrelo ahora