CINCO

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A la mañana siguiente Ezra se levantó más optimista. Parecía que todo lo que había pasado el día anterior ya no existía. Ya sabes lo que dicen, pretende hasta que se haga realidad.
Se cambió a su ropa habitual (skinny jeans y un hoodie) y bajo a desayunar. Su madre estaba preparando café en la cocina.

-Buen día cariño.- dijo con una sonrisa como siempre. No importa donde estuviera, Anne siempre parecía iluminar la habitación con su presencia.

-Buen día.- Ezra dijo tratando de sonreír. No era una persona muy madrugadora y prefería no hablar en las mañanas.

-¿Quieres?- preguntó con la cafetera en la mano. El chico sólo contesto con un gruñido como afirmación. -Ah, por cierto. Me olvidé de decirte ayer, pero cuando volví del trabajo me encontré con una chaqueta en el sillón. No la reconocí, ¿es tuya?-

Ezra frunció el seño pensando hasta que lo recordó. Cuando entraron, antes de ofrecerle un vaso con agua, Noah se había sacado su abrigo y dejado en el sillón. Seguramente se le había olvidado recogerla después.

-Um, si. Ayer volví a casa por mi billetera con Noah, un amigo. Se la olvidó aquí.-

Anne levantó la cabeza y le dio una mirada de complicidad. -¿Quién es Noah?- una pequeña sonrisa tiraba de sus comisuras.

-Ya te lo dije, un amigo.- no pretendía sonar a la defensiva, pero lo había hecho.

-Okey.- simplemente dijo, pero senpodua escuchar la emoción en su voz.

-Mamá, para. - contestó Ezra, también sonriendo.

-¿Qué? Si yo no he hecho nada.-

Para este momento los dos se miraban como compartiendo un secreto no dicho.

Ezra negó con la cabeza antes de decir -Me voy, llegaré tarde si no.- Recogió su mochila y la chaqueta del chico a la que le pertenecía.

*

-Si no mueves tu maldito culo llegaremos tarde.- grito Noah a la puerta del baño.

Su hermana llevaba una eternidad ahi adentro, no sabía si se estaba bañando o haciendo un curso de natación oero faltaban diez minutos para entrar a clase, y aún que tuviera auto no se arriesgaría a llegar tarde.

La puerta se abrió y salió una cabellera rubia muy enojada. -Ya estoy, ya estoy.- protestó.

Recogieron sus cosas y antes de salir gritaron -Mamá, papá, nos vamos.-

Subieron al auto en silencio. Su hermana era una maldita malhumorado por las mañanas. Grecia era todo lo que Noah no. Era la típica chica extrovertida que tenía a todos atras. Las chicas querían ser sus amigas y los chicos se desesperaban por sólo recibir una mirada. Era una maldita perra se podría decir. Sin embargo Noah sabía que tenía buen corazón. Siempre que este había tenido un problema, ella era a la primera a la que iba a ver. Era simple, eran hermanos, y sin importar cuanto se pelearan se buscarían cuando se necesitarán.

-Hoy elijo yo la música.- dijo con un tono irritado - Es lo mínimo que merezco después de ser arrastrada del baño.-

Noah no respondió. Un simple suspiro salió de sus labios. No estaba dispuesto a pelear.
Una canción pop salió del estéreo. Era movida, el chico no estaba seguro pero le sonaba a que era One Direction. Noah preferiría estar muerto antes que admitirlo, pero le gustaban sus canciones.

Llegaron a la escuela y, como usualnente lo hacían, se separaron oara no volverse a ver hasta dentro de unas horas en su casa.
Noah caminó hacia el edificio encontrándose con Líam en el camino. Estaba abrazado a una chica, la misma con la que lo había visto en la última fiesta. Ella reía y el la miraba embelesado. La chica era bonita. Tenía el pelo rubio largo hasta la cintura y su estilo de ropa era único. Transmitía felicidad.

-Hola.- simplemente dijo cuando se encontró con ellos.

Ambos voltearon hasta encontrarse con sus ojos. -Hola.- contestó Liam. La chica lo miró con una sonrisa. -Noah ella es Florence, Florence él es Noah.- los presentó.

Noah se tomó el tiempo de examinarla mejor. Tenia unos ojos de un azul profundo. Una nariz perfectamente simétrica y unos labios gruesos con un suave color rojo. Definitivamente la chica era hermosa.

Se sonrieron de una manera cordial, un poco incómoda quizás. Ella volteó de nuevo hacia Liam y le dijo -Debo ir a buscar a Ezra.-

Ante la mención del chico, Noah abrió los ojos en sorpresa. No podía ser el mismo ¿no? No había oportunidad de que su mejor amigo este saliendo con la mejor amiga del mismo Ezra.

Y como si fuera obra del destino, el chico de ojos verdes apareció en la escena. Tenía una sonrisa en su rostro, se veía bien, de hecho Noah hubiera dicho que se veía hermoso.

-Hola chicos.- saludó el recién llegado, mirando a la pareja.

-¡Ezra! Estaba hablando de vos. Pensaba en ir a buscarte.- dijo Florence.

-Espero que hayan sido cosas buenas.- río y cuando miro para un costado notó la precencia de Noah.

-Hey.- dijo a modo de saludo.

Noah sintió calor de repente. Seguramente la campera que se había puesto hoy era demasiado para el clima ya casi primaveral.

-Hey.- contestó con una sonrisa.

- Te dejaste esto en casa ayer.- dijo el chico dándole su campera.

Ni siquiera había notado que se la había olvidado. Pudo sentir como la mirada de Liam quemaba sobre él. Sabía que lo estaba mirando y se preguntaba que estaba pasando.

-¿Ustedes se conocen?- preguntó Florence. Le dedicó una mirada a Ezra, cómplice, preguntándose también si se habia tenido sexo con el chico.

-Si, somos amigos ¿no?- Ezra miro a Noah y este cada vez se sentía mas nervioso.

-S...Sí- sabía que después de esto recibiría un largo cuestionario de Liam. El chico no era celoso, pero ver a Noah haciendo amistades no era algo muy normal. Noah sólo había tenido un amigo en toda su vida, y se encontraba frente a él. A pesar de tener varios conocidos con los que salía los findes de semana, nunca había dejado que nadie se acercara lo suficiente. Y ahora de repente aparecía un chico asi por asi y le entregaba ropa, no era una situación casual.

-Oh genial .- contestó Florence -Estábamos hablando con Líam que está noche iremos a una fiesta. Ya que somos todos amigos podemos ir como grupo ¿qué les parece?-

- Yo... Um... no lo sé. No lo creo. Paso.-

-Vamos Noah. Será divertido.- le dijo Ezra con una sonrisa.

-Las fiestas no son mi lugar favorito.-

-¿Por favor?- rogó haciendo un puchero, y Noah no se podía resistir a eso.

Dio un largo y pesado suspiro y Ezra ya sabia que había ganado  -Esta bien-

Florence dio saltitos como festejo y justo antes de decir algo el timbre sonó.  Era hora de empezar con las clases.

Se despidieron con un saludo rápido y cada uno tomó una dirección diferente.
Quizás esta vez sea divertido pensó Noah.

*

HOLA. Tengo tantas ideas en mi cabeza que no sé cómo escribirlas todas.
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⏰ Última actualización: Nov 09, 2020 ⏰

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