Amanecí medio bien y medio mal, medio bien porque estaba con Huykjae, pero medio mal porque tuve una pesadilla en la que era asesinada.
Anoche la película estuvo increíble, la pasamos demasiado genial con él.
Pero esa pesadilla fue idéntica a la de veces atrás, constantemente tenía sueños extraños, no entendía la razón de eso. Buscaba el significado de los sueños pero jamás encontraba respuestas dignas.
—¿Qué sucede?—me preguntó semi despierto ojitos japoneses. Ese seria mi apodo hacía él.
—Tuve una pesadilla— dicho eso fui abrazada con intensidad.
—Los malos sueños no deben decirse de que tratan antes de desayunar— me acaricio el rostro con una bella sonrisa.
Asentí y nos levantamos como pudimos luego de media hora, el sueño nos podía más horas de descanso.
—Quiero que uses una camisa mía. Quitate lo que tienes, Stephen es un tonto, no sabe lo linda que eres— en la forma que lo dijo me hizo ponerme roja y le hice caso, había algo en él que me hacia obedecerle.
Me quite la blusa dejando ver mi top, con ayuda suya me puse su prenda.
—También quitate el short— su sonrisa era lo más, otros dirían que con esa sonrisa apreciarían una masacre sangrienta, pero yo apreciaba todo un deleite de hombre.
Haciéndole caso lo hice, porque después de todo la camisa me quedaba por mis muslos tapando mi zona baja.
Parecíamos dos niños traviesos a punto de hacer una locura.
Cuando salimos él me tomó de la mano y fuimos al comedor, en ése momento fuimos vistos con diferentes miradas, un Toshio y Yuta sorprendidos, y un Stephen plasmado.
—Hey, hermanitos, creí que aún dormían— me senté a la par de Huykjae, él cuál me acerco lo suficiente a su silla arrastrando la mía, aquel ruido del piso me hizo reír. Mamá odiaba que yo arrastre las sillas.
—Tenemos que ver películas más seguido senpai— Huykjae me miró con una hermosa sonrisa maniática tan sexy que... ¡Alison, dios santo, chica, calmada!
—Oh linda, más tarde salgamos de paseo, tengo unos grandes planes para ti— Beso mi frente y cuando el desayuno fue traído comimos juntos.
Pero me sentí muy incómoda, ¿la razón? Tatuajes se veía enojado, mientras él de mi lado gozaba tal cosa.
—No la hubieras dejado ir, vaquero— las palabras de ojitos japoneses las oí más claras que nunca, no solo yo, Stephen se moría de rabia.
—¿No qué no tendrías un acoston con nadie?— me recalcó como si fuese mi dueño.
—Con nadie me refería a ti— me quejé, todos empezaron a reír pero él siguió atacando.
—Suponía que eras una chica fácil, después de todo, mírate— se rió de mi.
Huykjae pegó un grito diciendo: —¡Basta! Detente Stephen— todos nos asustamos, y cómo no hacerlo si el mayor de la casa tenía un temperamento fuerte.
—Anoche recuerda que tu y los otros dos bobalicones fueron a molestarla, y además, ¿te importa si se acostó o no conmigo? Porque para justificar todo: una, ella durmió y solamente vimos una película, y dos, Alison no es tu novia ni nada por el estilo, ¿o esa bromita fue en serio de quererla en tu vida? Porque veo que sí después de todo— Parecía que el diablo se le iba a salir a Huykjae cuando hablaba.
—Basta— temblorosa tomé la mano de quien hace poco me defendió. Siendo aceptada por un apretón suyo el silencio triunfo, dejando una atmósfera tensa.
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Bad girl and bad boy
Ficção AdolescenteAlison Wayne, una chica de 17 años, fría, sin sentimientos. No creé en cuentos de amor, a causa de que tuvo un pasado que no puede olvidar. Pero en su camino habrá un estorbó llamado Stephen James, un chico de 20 años, lleno de tatuajes y mirada frí...