¿Y SI ALGUIEN MUERE, QUE HACES?

RENUNCIO

"En memoria de todos los que me odian y ahora están muertos"

Pensó el pelinegro mientras reía por debajo.

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Pasado
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¡Cuando sepan lo que hiciste te odiarán, todos te aislarán y finalmente te matarán!

Aquel león reducido a un pedazo de carne casi inerte aun podía gesticular aquellas palabras antes mencionadas.

¿Quién podría ser tan cruel para hacer tal atroz acto?

Solo él tenía los "huevos" suficientes para revelarse.

Que pequeño el mundo es.

Cantando y repitiendo esa melodía una y otra vez se encontraba Dhakar al lado de su padre mientras se sentaba como si nada para charlar con él. Luego paró por unos momentos.

¿Sabías que tenemos 12 ligamentos en cada una de nuestras patas?, lamentablemente están conectados a solo dos y esos fueron los que te corté. Esta vez no te traigo buenas noticias, lo siento.

Sin mirarlo a los ojos, solo se mantenía sentado su lado, haciendo compañía a aquél viejo león que le enseñó a sobrevivir en el infinito peligro de la sabana

Jamás te eduqué para mal, siempre buscábamos el bien para nuestra manada.

Contestó entre jadeos el viejo león. Si de una vista rápida se tratase, si un resumen rápido de todas las heridas que él tenía se hiciera, probablemente un par de palabras ayudarían.

Eres solo un pedazo de carne parlante. Hablo en voz alta el pelinegro para después voltearlo a ver. Siempre creí que los gritos eran de felicidad, ¿te imaginas?, un cachorro inocente de 7 años escuchando gritos de terror y sufrimiento pensando que eran de felicidad.

Dhakar alzó la mirada para ver lo que sucedía a su alrededor. Leones iban y venían de todas partes. Unos metros el frente de él, dos leones matándose a mordidas, un leve giro de cabeza a la izquierda y podía ver a una madre corriendo junto a su pequeño cachorro, rogando por que la dejaran vivir, inclinando su cabeza hacia la derecha podía observar a leones corriendo, tratando de atrapar a los que faltaban.

Una verdadera escena de caos y tristeza.

¿Te gusta lo que ves? Dhakar suspiró satisfecho y orgulloso de lo que había logrado hacer.

Esto es una traición que se pagará con la muerte. Contestó el viejo, los jadeos eran aún mayores y el intento de mover sus patas para levantarse eran nulos, iba a morir ahí.

Aún recuerdo cuando me dijiste que cerrara los ojos y que me concentrara en otra cosa, que todo saldría bien, que gritaban por que necesitaban a algún familiar cercano, por eso estoy aquí contigo, para que no grites.

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Presente
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Dhakar estaba solo, sentado al lado de una gran piedra mientras recordaba algunos momentos de su infancia.

Y aquí estoy a tu lado, oh gran piedra, para que no grite.

Soltó una risa nasal y después siguió admirando el paisaje de sequía que las lejanías podrían ofrecerle.

Si bien algunos miembros del equipo podían llamarlo loco, desalmado, e incluso raro; él y todo lo que había logrado había sido por su forma de pensar, por la forma de ver las cosas totalmente diferentes a los demás.

No necesitaba de nadie para planear lo que iban a hacer, la mayoría de las masacres que habían hecho habían resultado en un completo éxito, y si, aunque había bajas constantes dentro del equipo, siempre había quien ocupara su lugar después, solo los más fuertes y valientes sobrevivían.