II

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Corey se quedó callado la mayor parte del camino, solo mirando sonriente al piloto del auto, moviendo su cabeza de un lado a otro debido al mareo, cosa que al menor ponía nervioso.

— ¿Qué demonios estás mirando? — dijo Joey sin voltear la mirada del camino.

— quiero besarte — replicó el número 8 pícaramente.
El baterista frunció el seño riendo.

— ¡no hables estupideces! — respondió con otra carcajada al final.

— eres... Lo mejor de mi puta vida, no se qué mierda tienes que me gusta tanto, ¡eres un hijo de puta muy guapo! — gritó.

Joey simplemente no dejaba de reír de felicidad, anhelaba tanto escuchar eso. Después de todo, Joey no negaba pensar lo mismo del contrario desde antes de su situación comprometedora, de hecho, esa chispa surgió cuando lo miró a los ojos por primera vez.
Ciertamente pensaba que él era un imbécil, pero de esos imbéciles adorables. Además, en los momentos en los que corey era tan servicial y lindo con él, lo hacía sentir realmente especial. Pero el número 8 no le dejaba ver si de verdad quería algo con él.

El cambio en el comportamiento del vocalista lo confundía, lo fastidiaba y aveces lo amaba, eran de esas señales que decían si y cuando querías pasar se cerraba la puerta golpeándote la cara, ¿Qué es más molesto que eso?

Pero al parecer, sus sospechas eran ciertas. Era el momento que había estado esperando con ansías, por fin había una entrada en el corazón de Corey solo para él. Según dicen, los borrachos siempre dicen la verdad.

— ¡Cierra la maldita boca! Te estoy hablando enserio — exclamó Corey de nuevo.

— está bien, está bien, lo que tu digas Taylor — respondió calmando su risa.

— amo tu risa, me putas encanta escucharte reír, pero con un demonio ¡no lo hagas cuando te estoy diciendo algo importante! —

— ya me callé, cálmate —

— más te vale, ¡Joder! — lo señaló — eres una obra de arte, quisiera comerte a besos — agregó cargando su barbilla en su mano izquierda.

— ¿en serio? — cuestiono fingiendo asombro.

— shhhhh... — susurró Corey resbalándose del asiento llevando su dedo a su boca — esto no debe saberlo Joey, es un se - cre - to... ¿Puedes guardar un secreto? —

— te juro que no se lo diré a nadie — señaló Joey intentando ser serio, era una situación muy graciosa, aún siendo cómica debía sacarle más sobre el coqueteo de hace un rato ahora que tenía oportunidad.

— lo amo, me gusta mucho, no se porqué, pero es la primera vez que siento algo así por un chico —

— ¡Oh qué sorpresa! ¿Por qué no se lo dices? — dijo Jordison en tono sarcástico, estacionando el auto ya que habían llegado a su destino.

— es que no sé si me quiere también— respondió Corey tristemente.

— deberías decírselo, ¿Que tal y siente lo mismo por ti? —

— no lo creo —

— discutimos esto dentro de la casa, dame tus llaves, seguro que ni puedes orientarte bien — pidió el número 1 abriendo la puerta y extendiendo su mano en dirección a corey.

— ¿Quién mierda eres tú? — replicó el vocalista confundido poniendo la exigencia en la mano del contrario.

— ¡maldita sea! Corey, pon atención —
Le arrebató el objeto de las manos.
Salió y dió la vuelta para sacar al fastidioso borracho de su auto.

— wow pesas más de lo que pensé — murmuró Joey sosteniendo el brazo de Corey alrededor de sus hombros.

— ¡cállate y llévame con mi esposa! — grito Taylor.

— ¿De que hablas? —

— no lo sé — dijo el vocalista entre carcajadas ruidosas.

— ¿Qué mierda se metió? Parece que no fue solo alcohol — reflexionó Joey.

Una vez dentro de la casa, echo al mayor al sillón más cercano, sentándose al lado de él inmediatamente después.

— ¿Crees qué le gusten las rosas? — preguntó corey cruzándose de brazos.

— posiblemente —

— oye, ¿no lo haz visto? Hace un rato estaba aquí... Quería enseñarte el metro sesenta de pura dulzura que me quiero comer a base de cariño  —

— por favor corey, ¡soy yo! Joey Jordison — le tomó por las mejillas obligándolo a mirar directamente los ojos del baterista.

— no es cierto, tú estás más alto — destacó saliendo del agarre — además Joey no es un mentiroso, el dijo que no se lo contaría Joey —

— ¡¿Pero que mierda estás diciendo?! — grito Jordison.

— vete al diablo — decía el contrario recostándose en lo que sobraba de espacio.

— está bien, pero vaya sorpresa que te voy a armar mañana —

Al término de esa frase, Corey se abalanzó en contra del baterista, el mismo se asusto por el movimiento brusco, creyó que lo golpearía, pero al  final solo lo ahogaba con un abrazo.

— ¡eres jodidamente lindo! — chilló el rubio acariciando el cabello de Joey, lo que le causó un sonrojo al mencionado.

— que mierda pasa contigo, a veces quiero partirte la cara —

Él era fastidioso, impulsivo, distraído  muy ruidoso, malditamente lindo, cuanto lo amaba...

— también te amo, mi amor — exclamo el número 8, dejó un beso corto en la frente del menor.
— ¿Cómo no amarte? Eres una bestia en la batería, eres amable y al mismo tiempo serio, y hueles bien y eres taaaan atractivo — le beso la cabeza un par de veces más.

— ow... Corey — respondió el baterista con ternura,  le rodeó la cintura con los brazos mientras el ebrio-drogado seguía besándole las mejillas y tocando su cabello — eres el estúpido más especial que he conocido —

— eres tan... abrazable.... Quisiera reventarte los pulmones con un abrazo... —

— eso sonó raro, pero está bien — dijo Jordison acurrucándose más cerca.
— sabes, también me sentí estúpido al darme cuenta que yo te amaba de cierta forma, más aún por qué eres de esos que no se toma nada enserio, pero me alegra no ser el único... Ja! Tu enamorado de mi, ¡Que locura! —

Un ronquido alertó al menor, mirando al mayor automáticamente, notando que se había dormido.

— ¡maldita sea! Te voy a... ¡Agh! Vete al diablo —  Joey irritado se levantó dejando caer a su amado. Lo observó por unos segundos, acomodo las piernas de Corey para que quedará acostado y busco en el piso de arriba algo para cubrirlo.

Al finalizar la tarea, Joey permaneció cuidando al vocalista. Mañana arreglaría todo con un Corey más cuerdo.

Damn! (Jorey) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora