Yo te elijo a ti (ZIAM)

Capítulo XVI

Luego de haber ido al cine y haber visto una película de drama bastante bonita mientras comían chatarra; Zayn, Ryan y Miranda se dirigieron hacia el club que la joven había elegido horas antes.

Se dirigieron a la barra principal y la joven tomó asiento en una silla libre, mientras que Zayn y Ryan permanecieron de pie alrededor de ella, ya querían empezar a beber, por lo que pidieron una ronda de shots de tequila con limón y sal para comenzar.

Miranda miraba hacia todos los lados del antro, buscando a Liam. No quería ser tan obvia, pero aquel lugar estaba repleto de gente, por lo que no podía reconocer al muchacho entre la multitud.

—¿Esperas a alguien? —preguntó Ryan, curioso.

—¿Yo? —rio. —No... Sólo... Estoy buscando a mi próxima aventura. —mintió.

—No seas irrespetuosa, Miranda. —reprochó Zayn, celoso y enojado.

—Ay, exagerado.

—Ya sabes que no me gusta cuando hablas así.

Miranda rodó los ojos, esperaba que el mal humor de su hermano desaparezca en cuanto vuelva a ver a Liam.

***

Las once y cuarenta de la noche. Liam acababa de llegar al antro indicado por aquel perfil falso de Instagram, con muchísimas preguntas en la mente, pero también con ganas de ver a Zayn. 

Aquel lugar era bastante grande, por lo que sacó su móvil del bolsillo y le envió un mensaje a la desconocida.

"¿Dónde está Zayn? Ya llegué"

"Ven a los baños, te ayudaré"

El joven rodó los ojos y guardó su móvil nuevamente en el bolsillo interior de su chaqueta, preguntándose si era buena idea continuar con todo ese jueguito. Caminó hasta los baños tras preguntarle a alguien dónde quedaba, y encontró a varias personas haciendo fila para entrar.

—Hola Liam...

El castaño volteó enseguida. Vio a Miranda frente a él, completamente diferente a la adolescente que conoció diez años atrás. Ahora era una mujer preciosa, pero sin haber perdido su aura de niña. Sonrió, emocionado, y antes de que pudiera hablar, la joven le entregó un fuerte abrazo. Éste no dudó en corresponderlo, aliviado de que ella no lo odie tanto como Zayn quizás lo hacía.

—¿Cómo has estado? —preguntó el castaño, incrédulo.

—Muy bien, gracias. —respondió. —Discúlpame por haberte hablado desde un perfil falso, pero no sabía cómo reaccionarías.

—Tranquila. ¿Dónde está Zayn?

—Pues con su esposo, bailando por allá... —suspiró, viendo la mueca de desagrado del castaño. 

—Ryan es un buen chico, Liam, pero...

—¿Pero qué?

—Zayn me trajo desde Bristol porque quería hablar conmigo acerca de lo que pasó entre ustedes.

—¿En serio?

—Como escuchaste... —sonrió. —Sé que no debo meterme en esto pero... Trata de hablar con él. Explícale las razones por las cuales nunca más te volviste a contactar y... Por favor, no lo hagas sufrir.

—Eso trato, pero Zayn huye de mí como si yo fuera un fantasma. ¿O es que acaso soy horrible? —bromeó.

Miranda rio. —Claro que no, estás mucho más guapo que antes.