Peverell caminó hacia el pasillo de las mazmorras a la sala de duelo, el resto del día para ella había sido bastante normal. Le gustaba no tener rodeos ni meterse en problemas, pero pensaba que Draco le daba un sabor especial a sus días.
Sintió un toque en su hombro izquierdo y giró para ver de quien se trataba.
—¿Eh? Hola—Saludó.
Frente a ella había un chico sonriente, que se veía tanto pícaro como carismático. Tenía ojos azules como el cielo y unos rulos dorados.
—Hola—Sonrió de lado a lado—Tu… Eres Peverell, ¿no? La chica de la que todos hablan.
—Emmm—Dudó—Supongo que soy yo.
—Soy Darío, Darío Lambert—Dijo extendiendo su mano—Prefecto de Hufflepuff.
—Un gusto, Darío. Supongo que ya sabes mi nombre.
—Claro—Rió. Después de eso creció un corto silencio incomodo, no sabían que decir ninguno de los dos—Oh, por cierto, ¿Cómo se llama el libro que tienes en la mano? Me llamó la atención—Mintiendo, señaló a los brazos de la chica. Nadie sabía que a Darío le había cautivado la dulce risa de la Gryffindor y sólo se invento una estúpida excusa para hablar con ella.
—¿Esto?—Elevó el libro—Es un libro sobre adivinaciones, me perdí la clase, entonces solo quise adelantarme leyendo un libro.
—Ya veo.
—Si… el libro es llamativo, parece que trata de una novela.
—Si, tienes razón—Respondió, poniendo sus manos en los bolsillo nerviosamente. Nuevamente habían quedado en un silencio incómodo que por desgracia había durado más—Ah, seré directo—Se soltó las manos y los nervios—Me… Atraes, quiero conocerte.
—Wow, eso fue muy directo—Respondió entre risitas. Las mejillas de Peverell se incendiaron en un instante—Ehhh, bueno… Yo…
—Esta noche unos amigos y yo festejaremos mi cumpleaños y quisiera… Invitarte.
—Claro, me gustaría ir, gracias por la invitación.
—¿De verdad? ¡Fantástico!—El chico dio unos pequeños saltitos de alegría. ¡Lo había conseguido!—No te quiero quitar mas tiempo, ve a tu clase.
—Nos vemos.
—Adiós.
Los amigos de Darío lo agarraron de la nuca y los arrastraron fuera del pasillo mientras alborotaban su cabello.
___________ tapó su boca, riendo. Le había causado mucha ternura la forma en la que el chico había sido con ella, se le notaba mucho la emoción y el nerviosismo. Sentía que no era mal tiempo para empezar una relación amorosa. Ahora tenía tiempo de sobra y ya no estaba bajo las presiones de su padre para que se enfocará a ser la mejor bruja de todas.
Ahora podía darse la oportunidad de disfrutar de su juventud y el romance joven.
Detrás de ella estaba Draco, quien se había detenido detrás de la parejita y escuchó todo. Pensaba que aquel idiota si se apropiaba del tiempo de ___________, estropearía sus planes, hizo un gesto de asco y siguió caminando detrás de la chica hasta llegar a la sala.
Todos rodeaban el área de competencia, mientras que Peverell se sentó en el suelo a leer su libro de adivinaciones, siendo la única marginada de la clase.
El profesor de Defensa contra las Artes Oscuras, percató a su alumna alejada de todos y que no ponía atención.
—Señorita Peverell—Llamó, y ella levantó la cabeza, sin ningún interés—¿Quisiera pasar al frente para un duelo?
—Claro.
—Adelante, Parkinson, al frente también—Dijo y la chica de cabellos tan negros como el ébano, se subió a la mesa, con la quijada en alto—Quiero que lances un conjuro que desarme a tu oponente y también lo hiera, en este caso trata de no ser tan violenta.
____________ subió al área y preparó su varita, se sentía indignada al verse en el puesto de la víctima. Ambas caminaron y se pusieron frente a frente, poniendo la varita frente a sus caras.
Peverell miró hacia abajo, donde estaba Draco. Él la miraba con una muy leve sonrisa que apenas se notaba y le guiñó un ojo, deseándole suerte en su duelo. El corazón de Peverell dio un respingo por el gesto que su amigo le acababa de hacer y se ruborizo bajando la mirada.
Desertaron las varitas y caminaron en dirección contraria dándose la espalda. ____________ estaba decidida a no ser atacada, tomaría la delantera con ventaja.
Ella era mucho mejor.
¡Ella la más grande hechicera!
—¡Desmaius!—Gritó Pansy agitando su varita hacia la chica.
Pero antes de que nadie se diera cuenta, Peverell ya había lanzado su conjuro silenciosamente, haciendo que el Desmaius se invirtiera haciendo que la chica de Slytherin se atacara a ella misma y acabara en el suelo, desmayada.
Todos corrieron a ver a la pobre que yacía en el suelo, adolorida.
—Interesante, señorita Peverell. Me han contado de su gran talento, ¿podría decirnos que es lo que hizo para protegerse?
—Novis Revertus. Hace que el conjuro de tu oponente se invierta y se ataque a sí mismo, a la vez, te proteges, pero este hechizo se basa en la habilidad y la rapidez en la que uno se proteja. Funciona incluso en Crucio, a excepción de… Avada Kedavra—Sonrió y bajo de la mesa.
Todos miraron con la boca abierta como la chica se sentaba tranquilamente en una banca a leer su libro.
Draco fue quien sonrió y se cruzó de brazos, no le sorprendía el talento de la chica. Era magníficamente excepcional.
—¿Quieres dejar de sonreír y ayudarnos a llevar a Pansy a la enfermería?
—Tch, por supuesto que no. Es muy pesada—Puso las manos en los bolsillos del pantalón y se largó de ahí para sentarse junto a Peverell.
La observó leer detenidamente, siquiera lo volteaba a ver.
—Felicitaciones por tu victoria, fea.
—Gracias, Draco.
—Supe que fuiste al ministerio de Magia para un interrogatorio, ¿Cómo te fue?
Extrañada por la conducta de Malfoy, cerró el libro y giró a él.
—Me fue bien, los convencí de que era de la familia Peverell... ¿Puedo… Preguntarte algo?
—Claro, ¿Qué es?
—¿Cuáles son tus intenciones?
—¿Mis intenciones?—Preguntando, se enderezó. Ella ya había notado su extraño cambio de conducta.
—Antes eras muy cruel conmigo y me ignorabas, ahora… Todos nos miran como si fuéramos novios—Murmuró.
Draco volteó a ver como todos en esa aula, inclusive el profesor los miraban sin decir ni una sola palabra.
—Que seamos amigos no quiere decir que tengan que malinterpretarlo—Contestó, enfocándose solamente en la chica—¿Tienes planes esta noche? Quisiera que saliéramos a caminar y platicar.
Sonó la campana del cambio para la última clase.
—Lo siento, Draco—Dijo guardando su libro—Tengo planes.
Se paró y se apresuró a salir del salón. Desde aquella respuesta, sabía que Draco no tenía buenas intenciones con ella, no era tonta. Así que se alejaría para destapar sus secretos.
—Vaya, me rechazó—Murmuró Malfoy para sí mismo, plantado en la banca.
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Hechizo ~ Draco Malfoy
FanfictionUna linda y divertida historia en la gran y sorprendente escuela de magia y hechicería, Hogwarts. Había una vez un desafío para el mundo de la magia que cayó desde el cielo. Literalmente. La era de la magia se enfrentará al descubrimiento de h...