1-CUANDO TE CONOCÍ

753 42 2
                                    

Un Zeno sama niño estaba sentado en su trono contemplando la nada como solía hacerlo por el aburrimiento que siempre tenia cuando llego su sacerdote Onotenshi un ángel de baja estatura y cabello corto, aquel ángel cargaba un bulto en brazos llamando rápidamente la atención de Zeno sama por una energía muy fuerte proveniente de ese bulto

- ¿que traes ahí? -pregunto fijando toda su atención en el bulto

- Zeno sama -hizo una breve reverencia mostrando sus respetos para después seguir acercándose al rey del todo- me complace presentarle a su próximo sacerdote -descubrió un poco el bulto para mostrarle el adorable rostro de un bebe casi recién nacido

La mirada de Zeno sama se ilumino al ver aquel encantador rostro encantador era una de de las pocas veces que le llamaba la atención ver por mucho tiempo a su próximo sacerdote, ese rostro por un momento le resultó muy familiar teniendo un deja vu casi al instante

- es muy pequeño- opino apartando la vista del rostro del bebe- pero ¿por que lo traes aquí?- pregunto algo sorprendido por lo inusual de la situación pues normalmente le presentaban a su futuro sacerdote cuando cumplen los 4 años de edad

El ángel se sonrió un poco mientras seguía enseñándole al bebe que cerraba sus ojitos por tener seño

- ¿recuerda la premonición de Zalama sama?-pregunto volviendo a tapar al bebe y apegarlo a su cuerpo para que durmiera mas cómodo

- ¿cual de todas?-pregunto como si eso le molestara un poco

- la que decía que nacería una nueva luz de esperanza para el multiverso, un sacerdote eterno solo para usted- hablo acercando de nuevo el bebe al rey del todo

- si ya recordé - esta ves el se acerco para poder ver al bebe con mas detenimiento- ¿el es? -pregunto tratando de verle los ojos a ese niño

- si es un niño encantador ¿no cree?-pregunto orgulloso de ese niño

- ¿cual es su nombre?-pregunto bastante interesado

- el es Daiyamondo  -hablo sin dejar de sonreír

- no me gusta yo lo llamare Dai- miro por un momento mas al bebe hasta que tuvo el valor de tocar el suave rostro de dicho bebe

Dai despertó de su corto sueño, miro a Zeno sama y al sentir las caricias que el rey del todo le daba sonrió por lo agradable que le resultaban, el rey del todo sintió su cara arder esa sonrisa y esos ojos le dieron las respuesta al por que le era tan familiar

- es perfecto -hablo sin pensarlo mucho

- ¿verdad que si?-pregunto Onotenshi sonriendo- cuando el crezca estará a su lado por siempre -se mostró muy complacido con esa idea

- eso espero- extendió un poco su sonrisa haciéndole una caricia en la mejilla al bebe que soltó una pequeña risita

- bueno, ya debo llevarlo con sus padres solo me lo prestaron para que usted lo conociera- pareció un poco molesto por tener que devolverlo

- esta bien -le dio una ultima caricia a la cara del bebe como una forna de despedirse

Dai al sentir que el rey del todo quitaba su mano saco su manita para tomar uno de los dedo de Zeno sama, el rey del todo volvió a sentir sus mejillas arder esta ves sorprendido de que ese bebe reclama su presencia con esa acción

- eso si fue inesperado -comento Onotenshi riendo por lo acontecido

- adiós Dai -se despidió para dejarle en claro que ya debía separarse de el haciendo que el bebe soltara su mano a lo cual lloro- no llores -se asusto un poco pues claramente su intención no era que el bebe llorara

- no pasa nada yo lo calmare -sonrió apegando el bebe a el para arrullarlo

Onotenshi se fue con el bebe en brazos, mientras el rey del todo lo observaba atentamente al irse, Zeno sama se quedo pensando en los ojos y la sonrisa del bebe la nostalgia lo invadió al igual que un sentimiento que nunca pensó volver a sentir en su eterna vida.

SIEMPRE A SU LADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora